El ministro de Seguridad de la Nación Aníbal Fernández se refirió a la situación de inseguridad y violencia en Rosario que genera preocupación en los vecinos tras la reciente amenaza hacia Lionel Messi y, por otra parte, el asesinato de un niño de 11 años en una balacera.
"Son situaciones que no pueden suceder más. Tenemos que ir con el cuchillo hasta el hueso y no se puede quedar quieto uno", afirmó el ministro en diálogo con C5N. Con respecto al avance del narcotráfico y las balaceras en la ciudad santafesina, destacó que "hace 20 años están haciendo esto estos tipos" y consideró que "alguien permitió que eso sucediera".
En la misma línea, el ministro contó que, en las últimas semanas, detuvieron a 12 personas que debían estar en la cárcel. "Alguien los dejó salir", denunció y dijo que es necesario que desde Seguridad "sigan profundizando y metiéndose en todos lados".
Fernández aseguró que desde su cartera constantemente se hace una revisión del "Mapa del Delito" para que las distintas fuerzas se distribuyan en las zonas elegidas según las necesidades de cada sector. "En este caso (por el crimen del niño de 11 años) puntualmente no estaba Gendarmeria, estaba fuera de faja de empeñamiento que es la que indica en dónde tienen que actuar", explicó.
MÁS INFO
Con respecto al crimen de Máximo, el niño de 11 años, también explicó por qué la Policía no puede proceder de la misma forma que los vecinos, que atacaron la casa de un presunto narcotraficante. “Son cosas distintas, los vecinos mismos marcan el lugar porque saben. La Policía con 3500 efectivos viene haciendo un trabajo fuerte en superficie junto con la inteligencia criminal, por lo cual no puede entrar. Se necesita un sostén, un trabajo mayor”, concluyó.
Vecinos destruyen búnker e intentan linchar al sospechoso del crimen del niño de 11 años
Vecinos del barrio "Los Pumas" de la ciudad de Rosario desmantelaron esta tarde a mazazos, martillazos y piedrazos la casa del sospechoso del crimen de Máximo Jerez, el niño de 11 años asesinado mientras se hallaba en la vía pública, donde denunciaron que se utilizaba como búnker para vender drogas, informaron fuentes policiales.
El episodio se originó pasadas las 13, cuando los vecinos comenzaron a agolparse frente a una vivienda ubicada en la calle Cabal bis al 1300, propiedad del sospechoso del crimen de Máximo y a quien sindicaban como líder de una banda dedicada al narcomenudeo junto a sus dos hijos.
Los vecinos comenzaron a arrojar piedras contra el frente de la vivienda, y desde adentro, el sospechoso y sus familiares respondieron con botellazos hacia los manifestantes, por lo que el desorden fue en aumento. El hecho quedó registrado en imágenes por distintas cámaras de televisión, en las cuales se observó el momento en el que un hombre desde la terraza de la casa extrajo un arma de fuego y efectuó varios disparos contra la gente.
Varios grupos de policías especiales llegaron pocos minutos más tarde, y lograron detener al sospechoso, a dos de sus hijos y a otros familiares que se hallaban dentro de la vivienda, mientras disparaban balas de goma contra los vecinos para dispersarlos.