El contexto global es de extrema delicadeza debido a la invasión de Rusia en Ucrania. Se vienen períodos inflacionarios en diferentes zonas del globo y ya la sufren hasta países que no sabían qué era la inflación. En este marco, a Argentina no le será nada ajena la situación. Viene de padecer la crisis del gobierno de Cambiemos, una pandemia y ahora el conflicto bélico. Por eso, Alberto Fernández prepara un paquete de medidas para reducir el impacto en los bolsillos.
"La guerra llegó a la mesa de los argentinos", repiten desde la Casa Rosada a El Destape ante la gravedad de la situación, que tiene en alerta máxima al Gobierno. El Indec dio a conocer hoy que la inflación de febrero fue del 4,7%. En 2022 ya llega a 8,8% y los alimentos y bebidas treparon solo en el segundo mes del año al 7,5%.
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En extremo secretismo, con idas y vueltas, avances y retrocesos, Fernández tomará una serie de medidas contra la inflación global (y local, claro) que afectará gravemente a Argentina. La preocupación en el Poder Ejecutivo es altísima. A partir de la aprobación del acuerdo con el FMI en el Senado llegarían las primeras novedades.
Las principales decisiones serán para contener el precio de los alimentos, hacer foco en la harina e ir por las retenciones. Ayer hubo un principio de filtración de información sobre alícuotas al campo pero en on y en off luego se desmintió. Aún no hay certezas de si el Gobierno tocará o no algunas variables de la agroexportación.
El Gobierno mira con especial atención lo que está sucediendo en España, por caso. Ese país aprobará compras de emergencia de maíz a Argentina para alimentación animal tras los vacíos de suministro dejados por la invasión rusa a Ucrania, según informó ayer el ministro de Agricultura de España, Luis Planas.
"Esto abre las puertas a los commodities argentinos porque le quitan los aranceleres. Pero se dispara y eso se ve reflejado en la mesa de los argentinos", dice a este portal un hombre del entorno del Presidente sobre los hechos que comienzan a suceder en Europa por la guerra y que tienen consecuencia en nuestro país.
En esta dirección, Alberto Fernández se reunió ayer con el ministro de Agricultura, Julián Domínguez. Y el fin de semana con el titular del Palacio de Hacienda, Martín Guzmán; con el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas; y con el secretario de Comercio, Roberto Feletti.
El fideicomiso de 800.000 toneladas de trigo para la elaboración de harina 000 y fideos secos dentro del plan +Precios Cuidados buscará ampliarlo el Gobierno porque ya fue considerado insuficiente, según expresó el propio Feletti. Aun no se conoce cómo será ese proceso.
Para dimensionar el desastre alimenticio que puede llegar a vivir el mundo, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, alertó ayer que la guerra que libra Rusia en Ucrania podría causar "un huracán de hambruna" en muchos países.
La detención de la producción agrícola en Ucrania y Rusia debido al conflicto bélico golpeará "más duramente a los más pobres y sembrará semillas de inestabilidad política y malestar en todo el mundo", advirtió Guterres a periodistas en Nueva York. "Esta guerra afecta mucho más que a Ucrania", sentenció.
Como contraparte, hoy El Destape publicó que en medio de la suba de alimentos, Arcor aumentó sus ganancias 142%. Así, la principal alimenticia del país ganó $ 19.900 millones. Repartirá utilidades entre sus accionistas por $ 7.000 millones. Mientras, los alimentos aumentaron 50,3% en 2021.