Este viernes, el Indec publicará el número de inflación de marzo y desde hace semanas crece la discusión alrededor de sus últimas mediciones mensuales, una tensión que el titular Marco Lavagna alimentó este martes cuando pidió que se apruebe un proyecto de ley que presentó hace más de un año para garantizar la autonomía del instituto de estadística del poder político de turno. De fondo, mientras tanto, el fiasco del presidente Javier Milei y su ministro Luis Caputo y su reivindicación de un falso bot en Twitter para defender una presunta fuerte desaceleración de la inflación que solo pronostican ellos y que sitúan cerca del 10%, es decir, alrededor de tres puntos porcentuales menos que en febrero.
El último Relevamiento de Expectativas de Mercado del Banco Central, que reúne las proyecciones de las consultoras privadas, sostuvo que la inflación de marzo sería de alrededor del 12,5%. Este martes, la Dirección de Estadísticas y Censos porteña informó que en la Ciudad de Buenos Aires el aumento promedio de precios minoristas fue del 13,2%, es decir, una pequeña desaceleración con respecto al 14,1% del mes anterior.
"Se va a derrumbar la tasa de inflación, haceme caso", le dijo el lunes pasado el presidente Milei al periodista Alejandro Fantino en una entrevista en Neura. Poco antes, el ministro de Economía, Caputo, había citado el mismo falso bot de Twitter para explicar en una entrevista en TN que "la inflación de marzo va a estar en torno del 10%", una proyección que había lanzado hace unas semanas, cuando inició su cruzada contra las promociones 2x1 y 3x2 de la cadena Farmacity. El funcionario sostuvo entonces que este tipo de promociones eran las responsables de que el Indec no estuviera registrando una inflación mensual menor.
Al mismo tiempo que desde el Gobierno de Milei cuestionaban que las cifras oficiales no reflejaban la realidad que ellos defendían, el líder de Camioneros y uno de los miembros del triunvirato de la CGT, Pablo Moyano, también criticó al Indec y, especialmente, al IPC de febrero: "Nadie cree en ese 13,2%". Para él como para otros sindicalistas, la inflación del segundo mes del año había sido más alta. Desde El Destape, Roberto Navarro también destacó las diferencias entre los pronósticos del Gobierno y las proyecciones privadas.
En ese contexto, Milei salió en defensa de Lavagna, calificó a su trabajo como "impecable" y agregó: “Estoy trabajando con él en la independencia del organismo, para que nadie más pueda tocar las estadísticas” .
Milei no explicó qué significa ese "trabajo" y desde el sindicato ATE dentro del Indec emitieron entonces un comunicado en el que pidieron ser parte de cualquier discusión que se abra sobre el instituto de estadísticas. Trabajadores confiaron a El Destape que por ahora no sucedió nada: no se abrió una discusión ni se formalizó ningún tipo de reforma. En cambio, sí alertaron que si el Gobierno despide a mansalva como realizó en todo el resto de la administración nacional, todo el proceso de estadísticas y transparencia quedará en peligro.
El mensaje críptico de Lavagna
A tres días de conocerse la inflación oficial de marzo, el titular del Indec publicó un hilo para defender "la independencia" del instituto nacional: "La estadística oficial es un bien público irremplazable. El Indec mide los fenómenos económicos y sociales con los que la población puede tomar decisiones basadas en evidencia, más allá de intereses políticos o ideológicos. Desde hace años, el Instituto trabaja en pos de lograr la máxima independencia para el cumplimiento del servicio estadístico. La sanción de la nueva ley que solidifique esa independencia lograda, y que hoy tiene el organismo, será la garantía de que así sea. El INDEC trabaja con metodologías consensuadas internacionalmente que son públicas, para asegurar la transparencia de sus procedimientos. Protegerla es y debe ser siempre una política de Estado."
La "nueva ley" que menciona Lavagna es el proyecto de ley que presentó a principios de 2023 junto al entonces ministro de Economía Sergio Massa para garantizar la "autonomía" del Indec frente al poder político de turno. El texto ingresó al Congreso al mismo tiempo que el pedido de juicio político a la Corte Suprema y quedó en el limbo junto al resto de la agenda parlamentaria cuando la entonces oposición decidió no dar ninguna discusión mientras el oficialismo peronismo mantuviera el proceso contra todos los miembros de la máxima corte judicial.
Este proyecto de reforma del Indec no se movió desde entonces; sin embargo, a tres días de la publicación de una nueva cifra mensual de la inflación que está generando polémica entre un Gobierno que ya le pone un techo del 10% y voces opositoras que empiezan a dudar sobre la ralentización de los últimos dos meses, Lavagna decidió reflotarlo y pedir su aprobación.
Una actualización necesaria de la canasta básica
Todo esta creciente tensión se mezcla con la inminente actualización de los parámetros con los que se calcula la canasta básica, una deuda que el Indec tiene hace un par de años y, que según adelantaron fuentes del instituto a este portal, se podría concretar en las próximas semanas. La actual canasta básica fue conformada en 2017 y desde entonces se estima que los hábitos de consumo de las familias argentinas han cambiado: qué y dónde compran, cuáles marcan privilegian y cómo las pagan. Estos cambios de hábitos, además, pronostican desde el Indec, se profundizaron en los últimos meses con la crisis económica y el derrumbe del consumo que se registra con especial fuerza desde la megadevaluación de diciembre pasado, al inicio del Gobierno de Milei.
Desde ATE-Indec, sostienen que esta actualización es parte de los procedimientos establecidos en el instituto y que no supone una reforma ni un cambio en la metodología, como trascendió en las últimas semanas.