04 de noviembre, 2020 | 13.51

Incendios en el Delta del Paraná: la UIF se convirtió en querellante e investigan lavado de activos

Enmascarado en cuestiones ambientales, subyacen delitos de asociación ilícita y provecho económico.

La Unidad de Información Financiera (UIF) se convirtió en querellante en el expediente "Baggio" que investiga la quema intencional de pastizales en el Alto Delta del Paraná bajo el delito de asociación ilícita calificada para llevar adelante esos incendios con la finalidad de generar beneficios económicos. Si bien aún no está clara la vinculación entre motivación agroganadera y el accionar de los acusados, se introdujo una nueva hipótesis: muchos tienen terrenos intrusados y buscan venderlos hace años.

El objetivo es orientar la investigación bajo un perfil económico para prevenir el lavado de activos oculto detrás de maniobras ilícitas que buscan enmascararse como simples hechos de la naturaleza. La problemática del medioambiente y los incendios es más compleja que un simple fuego, delito ambiental o de corte de caminos por los focos ígneos. Es estructural. Por eso en el Congreso buscan avanzar con un freno a estas actividades impidiendo el cambio de uso de tierras arrasadas.

Según informó el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable, el 95% de los incendios son producto de la mano humana, por torpeza, descuido o intencionalidad. Por eso, desde la cartera instaron a una investigación judicial para dar con los responsables. El expediente Baggio - sí, el de los jugos -, investiga la quema intencional de pastizales en el Alto Delta del Rio Paraná y la presencia del delito de asociación ilícita calificada con la finalidad de llevar adelante dichos incendios. El mismo tramita en el Juzgado Federal de Paraná Nº 1 de Entre Ríos.

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Para la UIF, detrás de la quema subyace la presencia de lavado de activos dado que los focos fueron intencionales  buscaron crear beneficios económicos de índole agrícola, ganadera o inmobiliaria. Según el organismo, tal acción generó un plus valor económico delictivo que provocó el aumento del precio de las propiedades incendiadas en beneficio de sus titulares, enmascarado en la simulación de un simple hecho de la naturaleza.

Hasta el momento es, la vinculación entre la motivación agroganadera y el actuar del grupo "Baggio" no está claro, por lo que la UIF planteó otra hipótesis a investigar: muchos de los propietarios poseen sus terrenos intrusados e intentan venderlos hace por lo menos tres años. En consecuencia, se solicitaron medidas investigativas que permitan establecer estos vínculos, explicaron.

Como contó La Capital hace unos meses, el nombre de la empresa Baggio se convirtió en noticia por el humo que se desprendió desde las islas de Entre Ríos, particularmente sobre 34 mil hectáreas para el engorde de ganado. La propiedad está a nombre de Rufino Pablo "Pino" Baggio. Pero tras las últimas quemas, sostuvo el medio, trascendieron nombres de los responsables de las extensiones denunciadas por los incendios: además de Rufino Pablo Baggio; Alberto, Daniel y Graciela Chiartano; Hipólito, Juan y José Maceratesi, Luis Carlos Pérez y César Perpecto Aguiar.

Con esta jugada, y conforme a los lineamientos del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) que reúne, por decirlo de algún modo, a las UIF del mundo, se apunta a orientar la investigación bajo una perspectiva económica que analice el provecho ilegal enmascarado bajo delitos ambientales y hechos meramente naturales.

La presencia de los organismos del Estado en las investigaciones es clave. Le da a la pesquisa una fuerza e impulso que no podría conseguir de otro modo y debería replicarse en causas que atentan contra el patrimonio de la Argentina y los argentinos como ocurrió, por ejemplo, con el ENRE en la causa que busca dilucidar la condonación de deudas millonarias a Edenor y Edesur por parte del macrismo o de la misma UIF en la causa peajes.

El Delta

Abarca una superficie de 17.500 kilómetros cuadrados en tres provincias: Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe, convirtiéndose en una zona de interés ecológico y biogeográfico donde predominan ecosistemas de humedal. Los bienes y servicios ecosistémicos que provee este humedal benefician al desarrollo y la calidad de vida de más de 15 millones de personas. Entre sus principales servicios se encuentran la regulación de inundaciones, la depuración de agua, la retención de sedimentos, carbono y xenobióticos, la formación de suelos y la provisión de alimentos, maderas y fibras.

Según los datos oficiales, todos los años, a la salida del invierno, y en menor medida en épocas otoñales, el delta sufre quemas intencionales de pastizales con diferentes grados de intensidad. El fuego es utilizado para eliminar vegetación de nulo valor para la práctica de la ganadería intensiva pero esencial para el desenvolvimiento del humedal.

En abril de 2008, ocurrió un número inusitado de focos de incendio simultáneos, lo que llegó a comprometer más de 170.000 hectáreas. El humo generado llegó a la Ciudad de Rosario, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires. En el transcurso de 2020. en el contexto de una bajante histórica del río Paraná, que generó mayor cantidad de suelos secos en el humedal, se registraron más de 8000 focos de incendio, la mayor cantidad en los últimos nueve años, exponiendo, otra vez, la persistencia de este grave problema socioambiental.