La Iglesia recibió a dirigentes de los movimientos sociales. En el cónclave que encabezó el titular de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Ojea, alertaron sobre la detención de referentes piqueteros y compartieron la preocupación por el impacto de la crisis económica.
Las organizaciones sociales fueron representadas en el cónclave por Esteban "Gringo" Castro, y Ángel "Lito" Borello, de la UTEP; Juan Carlos Alderete, de la Corriente Clasista y Combativa (CCC); Milca Sosam del Movimiento Evita; Luciano Álvarez, del Movimiento Los Pibes y Mariana Joski, del Movimiento la Dignidad.
Los dirigentes de movimientos sociales habían solicitado una audiencia a los efectos de manifestarle "la preocupación que existe por la detención de algunos referentes de sus agrupaciones". Según trascendió, el Obispo Ojea instó a que al diálogo con los funcionarios y organismos correspondientes para que se garantice el libre ejercicio de los derechos constitucionales.
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Desde el episcopado afirmaron que frente a la situación económica y social de la Argentina, "la Iglesia comparte la preocupación por la situación de indigencia de una parte importante de la población" que se suma a "la gravedad de la crisis económica que hace imposible llegar a fin de mes para una gran mayoría"
Ojea les reiteró la necesidad de dialogar siempre en "la búsqueda de aquellas medidas de gobierno, posibles y necesarias en este momento, para evitar todo tipo de violencia, recordando que los movimientos sociales históricamente han sabido trabajar para la construcción de la paz social".
Finalmente, Ojea recordó también un fragmento del mensaje de los Obispos de la Comisión Episcopal de Pastoral Social en la Semana Social del mes pasado, en el que se destacó al “trabajo digno como el gran ordenador de la vida humana y la felicidad, entendiendo que la posibilidad de acceder al mismo no es un problema individual; es la consecuencia de un modelo que debe anteponer la producción a la especulación, la distribución a la concentración y el acaparamiento, el bien común a la rentabilidad sectorial”.
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Tras el encuentro, Castro afirmó que los movimientos sociales están "agradecidos" por ser recibidos por el titular de la Iglesia argentina. "Allí tuvimos la oportunidad de encontrar un padre que escuchó nuestro clamor. Porque el poder político y judicial nos persigue por estar organizados y defender a los más pobres", lanzó.
En ese marco, enumeró: "Quisieron quemar un local en el Chaco, a Juan Grabois le iniciaron nueve causas penales, en Jujuy la CCC tiene 16 causas en su contra persiguiendo a 70 militantes, Milagro Sala que sigue detenida. Esta crueldad del poder escuchó Ojea quien pidió un listado de todas las causas penales de la persecución que sufrimos".
Asimismo, Castro sostuvo: "Ojea puso en valor lo realizado por las compañeras en los barrios, él tuvo su experiencia, en su diócesis, San Isidro, durante la pandemia y dijo estar conmovido porque vio cómo los barrios alimentaron a los barrios. La comunidad se organizó. Nos pidió seguir con nuestro trabajo comunitario y reclamos siempre en la paz".