La explosiva pelea con la Nación que reabrió el fallo de la Corte Suprema deja al jefe de gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, en una situación incómoda como principal aspirante a la presidencia de la oposición. Pasó a representar con claridad al opulento centralismo porteño frente al rechazo de una gran mayoría de gobernadores que reclaman que no se le quiten recursos al interior. "Ya son 18 gobernadores los que denuncian la decisión partidaria de la Corte Suprema para beneficiar al jefe de gobierno de la ciudad y en contra de todas las provincias", resaltó Axel Kicillof luego de que los cuatro mandatarios de partidos provinciales sacaran el viernes un documento sobre la sentencia. A ellos se sumó también el vice de Gerardo Morales en Jujuy, de origen peronista, lo que muestra las dificultades de la oposición para sostener el apoyo a Rodríguez Larreta en el interior postergado. El jefe de gobierno tomó la estrategia de mostrarse como el garante del orden institucional, pero habrá que ver si le alcanza con eso.
Si hay un sentimiento arraigado en el interior del país es que el poder central afincado en Buenos Aires vive con holgura gracias a las riquezas que se producen en las provincias, que sólo reciben una pequeña parte de esas ganancias. Originalmente, la ventaja a la Capital la daba la ubicación del puerto y la aduana por donde entraban y salían las mercancías. Hoy tiene que ver con ser la sede del poder financiero, por lo que la mayoría de las empresas del país tienen domicilio central en la CABA, donde pagan sus impuestos.
"Con la fuerza de la razón que nos asiste, las provincias (que dimos nacimiento a nuestra nación) no podemos seguir permitiendo que la ciudad más rica del país (y que además no produce nada) se siga apropiando de los recursos del resto de la Argentina", sostuvo el gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, uno de los más vehementes en marcar la defensa del federalismo que correspondía hacer en este caso.
Los gobernadores del Frente de Todos tomaron el fallo de la Corte Suprema como un testimonio de ese voraz poder central que busca expoliar las riquezas del interior y exigieron a los representantes provinciales de Juntos por el Cambio a tomar posición. "¡Defendamos a SanJuan! Los dirigentes de la oposición defienden los intereses de la CABA en perjuicio de las provincias. Esto profundiza las desigualdades y pone de manifiesto que la tensión entre unitarios y federales está más viva que nunca", alentó el gobernador sanjuanino Sergio Uñac, quien reclamó a los diputados opositores y a los intendentes de su provincia a defender los intereses locales "y no a sus jefes porteños". El macrismo, de hecho, está identificado con la CABA y de allí salieron prácticamente todos sus candidatos.
El comunicado firmado por el presidente Alberto Fernández y 14 gobernadores declaró el fallo de la Corte Suprema de "imposible cumplimiento", anunció una apelación "in extremis" y recusó a los integrantes del tribunal, con lo que a partir del lunes le seguirá girando a la Ciudad los mismos fondos que antes. A ellos se le sumaron el viernes los cuatro gobernadores de partidos provinciales -Arabela Carreras (Río Negro), Omar Gutiérrez (Neuquén), Oscar Herrera Ahuad (Misiones) y Gustavo Sáenz (Salta)- que manifestaron en un comunicado su "preocupación" por el fallo y resaltaron "la falta de genuino federalismo que las provincias del interior padecemos desde hace décadas y que se materializan en inequidades y desproporcionadas asimetrías".
También 16 vicegobernadores distribuyeron una declaración planteando su desaprobación de la decisión judicial "que perjudica directamente a 44 millones de argentinas y argentinos en beneficio de tres millones de ciudadanas y ciudadanos que habitan en el distrito más rico del país en virtud de circunstancias relacionadas con su histórica situación de Capital Federal y de una ausencia de federalismo durante décadas, que fueron gestando esa desproporcionada asimetría”. El dato político de la declaración fue que entre los firmantes figuró Carlos Haquim, el vice del radical Gerardo Morales en Jujuy. Haquim pertenece originariamente al Frente Renovador y su postura es una muestra de las dificultades de Rodríguez Larreta para sumar apoyos en el interior en esta cruzada en la que aparece envuelto en la bandera del centralismo porteño.
La respuesta del jefe de gobierno, en una de sus cuidadas presentaciones tipo spot publicitario, fue mostrarse como el garante de la institucionalidad frente a un Presidente que "decidió atentar contra el estado de derecho y contra la democracia". Hasta el inefable ministro de Justicia y Seguridad porteño, Marcelo D'Alessandro, de quien todavía se espera una explicación de su viaje secreto junto a jueces y fiscales invitados por el Grupo Clarín, sostuvo que la decisión del Presidente de recurrir el fallo "representa un antecedente muy peligroso para la estabilidad institucional de nuestro país". En el colmo del equilibrio imposible, Diego Santilli, candidato de Rodríguez Larreta para la provincia de Buenos Aires, salió a hablar de la necesidad de una nueva ley de Copartiicipación, para evitar referirse a la poda brutal que sufrirá el agobiado presupuesto bonaerense.
Quedará en la inteligencia del Frente de Todos y de sus candidatos hacerle pagar el costo político al jefe de gobierno de su voracidad presupuestaria, perjudicando a distritos mucho más necesitados. Gracias al regalo que recibió de la Corte Suprema tendrá recursos para financiar su campaña, a la que dio inicio de inmediato con el anuncio de la eliminación del impuesto al uso de las tarjetas de crédito que había creado como compensación. De acuerdo a los sondeos de diciembre que acababan de cerrar dos encuestadores consultados por El Destape, Rodríguez Larreta ya se recorta claramente como el candidato con más posibilidades de Juntos por el Cambio. Obvio, todavía no está medido el posible impacto de la decisión judicial, pero sí que un 83% de los consultados mostró desconfianza respecto a la Corte Suprema y la justicia federal. Un porcentaje en ascenso.
La respuesta quedará para las próximas mediciones. Pero, de acuerdo a los analistas, el fallo también le podía acarrear beneficios al jefe de gobierno. Por un lado, le permitió mostrarse liderando la oposición y confrontando con el Gobierno, algo que naturalmente no le sale y le cuesta horrores. Por el otro, en medio de la interna explosiva que incuba Juntos por el Cambio, la disputa con la Casa Rosada obligó a la dirigencia macrista a encolumnarse detrás suyo y acallar las diferencias que no perdonaron ni siquiera los festejos por el Mundial, cuando Patricia Bullrich le recriminó que no haya salido a poner orden. También el establishment, luego del espaldarazo de la Corte, se alineó en su favor y criticó al Presidente por resistirse a la sentencia: IDEA, AEA, UIA, AmCham y demás siglas empresariales se fueron pronunciando en ese sentido. Una vez más, las cartas quedaron expuestas, con claridad, sobre la mesa.