El 25 de mayo del 2003, luego del triunfo de Carlos Saúl Menem en la primera vuelta de las elecciones presidenciales y su posterior renuncia a presentarse en un balotaje, el entonces gobernador de Santa Cruz, Néstor Kirchner, asumía como Presidente de la Nación. Su gestión duró hasta diciembre del 2007, cuando ganó los comicios la actual vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. En el 20° aniversario, recordamos las mejores imágenes de un día histórico.
Ese día, el entonces mandatario recorrió la Plaza de Mayo y, en reiteradas ocasiones, rompió el protocolo para acercarse a saludar al público que lo esperaba en las inmediaciones. Fue allí cuando sucedió el recordado incidente que le dejó una marca en parte izquierda de su frente que se haría presente en todas las imágenes posteriores en la jornada. Tras la caída de varias personas, los custodios del Presidente trataban de alzarlo para que no tropezara con los manifestantes y un camarógrafo, en el tumulto, lo golpeó con su cámara.
El momento del golpe:
Luego del golpe, Néstor secó su frente con un pañuelo que le alcanzaron en medio del descontrol de la multitud. Lo que en principio parecía un golpe, se transformó en un importante corte y hematoma. Al entrar en la Casa Rosada, los médicos ya lo esperaban preparados con gasas, alcohol y curitas. Al tomar juramento de rigor a los ministros que lo acompañarían durante todo su gobierno, horas más tarde, llevó un apósito en la zona que quedó reflejada en todas las fotos del día.
Después de jurar y recibir la banda presidencial, de manos de Eduardo Duhalde, Kirchner dio inicio a su discurso en la Asamblea Legislativa junto a su esposa, por entonces senadora nacional, Cristina Kirchner y junto a funcionarios de su Gobierno, entre los que se destaca el actual mandatario Alberto Fernández. En su alocución, que duró una hora, dejó en claro los ejes de su gestión ante el Congreso de la Nación.
"Vengo a proponerles un sueño: quiero una Argentina unida, quiero una Argentina normal, quiero que seamos un país serio, pero, además, quiero un país más justo. Anhelo que por estos caminos se levante a la faz de la Tierra una nueva y gloriosa Nación: la nuestra", cerró.
Tiempo después, Néstor -acompañado por CFK y Daniel Scioli- saludó desde el balcón de la Rosada a la gente congregada en la Plaza de Mayo y juntos entonaron el Himno Nacional Argentino, la Marcha Peronista y cánticos de aliento para el mandatario. Escoltado por el Regimiento de Granaderos a Caballo General San Martín, la comitiva presidencial se dirigió hacia la Catedral con motivo del tedeum -oficiado por Jorge Bergoglio, por entonces arzobispo de Buenos Aires- por el aniversario de la Revolución de Mayo.
Sobre el cierre de la jornada, el Presidente y sus funcionarios recibieron el saludo de los diferentes presidentes y diplomáticos del exterior que dijeron presente en el Palacio de la Cancillería.
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