El gremio de la Sanidad convocó a un paro nacional ante el fracaso de la paritaria, mientras la cámara empresarial argumenta que está “desfinanciado” y presiona al gobierno nacional para que le permita aumentar las cuotas de las prepagas.
La Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad Argentina (Fatsa) anunció este viernes que realizarán un cese de actividades el jueves 1 y viernes 2 de julio, de cuatro horas por turno, ante el fracaso de las negociaciones paritarias, tal como confirmaron Carlos West Ocampo y Héctor Daer, secretarios general y adjunto de la organización.
Advirtieron que “los tiempos de gestión y negociación se encuentran agotados” y que los empresarios adoptaron una posición “intransigente”.
Daer, también cosecretario general de la CGT, avisó en la última semana que reclamarían una suba del 43 al 45 por ciento, en línea con la nueva pauta salarial que avaló el propio presidente Alberto Fernández al participar de un acto con el jefe de La Bancaria, Sergio Palazzo.
El lunes temprano continúan las negociaciones y desde el ministerio de Trabajo, que conduce Claudio Moroni, descartaban la posibilidad de dictar conciliación obligatoria. “Por ahora los empresarios no la pidieron”, dijeron a este medio.
El paro convocado por Daer no enciende alarmas en el gobierno, a pesar de que el conflicto parece profundizarse mientras la crisis sanitaria no afloja.
Según explican a El Destape fuentes del gobierno y el sector sindical, la medida de fuerza “les sirve a todos o al menos no molesta a nadie”. Consideran que es una demostración de fuerza obligada por la disputa electoral interna en la CGT -hay elecciones a fin de año para renovar autoridades-, en Casa Rosada aseguran que se llegará a un acuerdo sin que el conflicto se desborde, y a los empresarios les funciona como argumento para presionar al gobierno con los aranceles.
El gremio, que representa a unos 250.000 trabajadores, rechaza las "excusas, explicaciones, dilaciones y evasivas" de la parte empresaria para llegar a un acuerdo y advierten que no resignarán “el poder de compra de los salarios de los trabajadores”. En un comunicado, los dirigentes sindicales señalaron que “los empresarios se unieron y, de forma irresponsable, se niegan a negociar”.
Los trabajadores de la salud "postergaron vacaciones, o nunca se tuvieron, y se multiplicó la cantidad de compañeros que hacen más de un turno en sus lugares porque se multiplicaron camas, respiradores y se ampliaron las terapias. Pero los trabajadores y profesionales siguen siendo los mismos", explicó Daer en declaraciones radiales.
Desde el sector que representa los empresarios de la salud, la Federación Argentina de Prestadores de Salud (FAPS), comunicaron que "sin una debida actualización de los aranceles de las prestaciones por parte de los financiadores, el sector prestador no podrá afrontar la discusión paritaria correspondiente al 2021".
Los números oficiales indican que, a pesar de las quejas de las grandes empresas de medicina privada, recibieron un fuerte respaldo del Estado para hacer frente a la crisis. Es el caso de Claudio Belocopitt, dueño de Swiss Medical y presidente de la Unión Argentina de Salud (UAS), que recibió más de 2.800 millones de pesos de ayuda del Estado para el pago de sueldos en sus empresas durante el 2020, a través del programa ATP, tal como publicó El Destape.
El documento de FATSA, titulado “sin salarios no hay salud”, alertó que van a realizar “todas las medidas de acción sindical que sean necesarias para alcanzar la justa recomposición salarial que merecemos”. La medida podría generar complicaciones en la atención de clínicas y sanatorios, servicios de emergencia, centros de diagnóstico, laboratorios de análisis clínicos, hospitales de comunidad, institutos geriátricos y psiquiátricos.
El conflicto comenzó cuando las cámaras solicitaron que se suspenda la paritaria 2021-2022 debido a “un estado crítico por la variación de los costos”.
A partir del lunes habrá asambleas informativas para que los trabajadores "conozcan y debatan las medidas dispuestas y para recibir la información necesaria". No es la primera vez que el conflicto llega hasta las medidas de fuerza. Ya en marzo de este año, los trabajadores de la salud realizaron paros de tres horas por turnos durante dos días.