Dura crítica de Argentina a la nueva conducción del BID

Argentina, representada a través de Gustavo Beliz, realizó en la asamblea anual del BID una muy dura crítica a la gestión de Mauricio Claver-Carone, ex asesor de Donald Trump y primer estadounidense en presidir el organismo. Apuntan a debilitar la posición del funcionario, quien representa a los sectores más reaccionarios del Partido Republicano.

20 de marzo, 2021 | 20.41

Argentina y México se mostraron unidas en confrontar a la gestión del BID que encabeza por primera vez en la historia un estadounidense, Mauricio Claver-Carone, que representa a los sectores más derechistas del Partido Republicano. "Vergonzosa" y "una tomadura de pelo", definió el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz, la propuesta de gestión que presentó Claver-Carone ante la asamblea anual del organismo. Beliz alertó sobre la falta de respuesta de la conducción del BID ante lo que denominó "una crisis sin precedentes" para América Latina mientras que otros organismos internacionales idearon fuertes ayudas especiales como ocurrió con el FMI y el Banco Mundial. En el gobierno adelantaban que se trataba de una estrategia a mediano plazo para debilitar a la actual administración, que no sólo viene realizando una muy mala gestión en los seis meses que lleva, sino que quedó sin sustento político luego de la derrota de Donald Trump, de quien Claver-Carone era asesor.

La asamblea anual del BID se lleva a cabo en Barranquilla, Colombia. Las exposiciones se realizan de manera virtual, aunque Claver-Carone viajó para participar de manera presencial. El estadounidense fue electo en septiembre pasado, rompiendo una regla no escrita de la política regional que determinaba que el organismo debe estar a cargo de un latinoamericano, posición refrendada por ex presidentes y ex cancilleres del continente. Sin embargo, Claver consiguió el voto de varios países con gobiernos de derecha -Brasil, Paraguay, Uruguay, Colombia, Ecuador y Bolivia-, que buscaron congraciarse con el postulante de Trump. No les salió bien: a los pocos días Trump perdió las elecciones ante Joe Biden. 

Claver-Carone tiene su propia historia con Argentina. Un capítulo fue cuando montó un show y se fue de Buenos Aires antes de participar de la ceremonia de asunción de Alberto Fernández porque se enteró que había un representante del gobierno de Venezuela. Otro ocurrió cuando reconoció en un zoom que había intercedido ante el FMI para que le concediera al gobierno de Mauricio Macri el préstamo más grande de su historia con el objetivo de facilitar su reelección. Beliz fue el candidato que Argentina había propuesto para presidir el BID, respaldado en su experiencia de años de trabajo en el organismo con sede en Washington. Ayer representó al país en la primera asamblea conducida por Claver-Carone, quien puso a votación su plan de gestión denominado "Visión 2025".

Todo un palo

A tono con la afinidad de sus presidentes, México y Argentina actúan en sintonía en cuestiones de política exterior. Así, el representante de México le tocó abrir el fuego en la asamblea y disparó con las primeras críticas a la gestión del estadounidense. Pero lo de Beliz fue mucho más a fondo. "La Visión 2025 nos parece inconsistente, poco creíble, desenfocada y extemporánea", arrancó, como para adelantar lo que se venía. Fue marcando una a una esas inconsistencias que veía en el plan. Básicamente, la falta de respuestas concretas a la crisis regional. Dijo que la crisis "sube por el ascensor" mientras que la respuesta que ofrecía el BID "comenzando por esta resolución vergonzosa, suben lentamente por la escalera"

En el nudo de su argumentación, criticó a Claver por haber prometido en su campaña que el BID se capitalizaría para dotarse de mayores recursos y ayudar a los países más vulnerables a enfrentar la pandemia, y que ahora no ofrecía nada concreto sobre esta propuesta. "Lo que se nos propone es humo, palabras, sin ningún tipo de consistencia", resumió el representante argentino. Los funcionarios que tuvieron la posibilidad de seguir la asamblea vía streaming, aseguraban que también Brasil y Uruguay se habían mostrado muy críticos con la gestión del estadounidense. Y, dato que fue resaltado, la administración de Biden delegó en un funcionario de muy bajo nivel su participación en la asamblea, un forma de mostrar su nula afinidad con la conducción del ex colaborador de Trump.

Así, en el gobierno argentino se entusiasmaban con la posibilidad de que haya sido el principio del fin de la gestión de Claver-Carone, quien tiene mandato de cinco años pero puede ser destituido si se consiguen los votos necesarios. Será un camino para el mediano -o no tanto- plazo. Descontaban que aún tendría los votos para la aprobación de su plan, pero dado el nivel de descontento que se vio en la asamblea -con Argentina haciendo punta- esperaban que pronto las cosas vuelvan a su lugar y de nuevo sea un latinoamericano quien se ubique al frente del BID.