Diego Maradona podría haberse relajado en la siempre cómoda acción de no involucrarse, no hablar de política, no opinar, no dividir ni desenamorar a sus fanáticos. Le hubiera bastado sólo con desplegar su magia en una cancha de fútbol. Pero no. "Pelusa" era mucho más que un crack del fútbol. Era un hombre que tenía una enorme empatía con el otro, con el pueblo... Basta con recordar, entre otros tantos gestos, cuál fue su accionar luego de que la Argentina iniciara la Guerra de Malvinas contra Inglaterra aquel 2 de abril de 1982. En un programa de televisión, llamado "Las 24 horas de las Malvinas", donó una fortuna de dinero para los soldados.
Precisamente, el 8 de mayo de 1982 -tan sólo seis días después de que comenzara la guerra-, se desarrolló el programa por ATC (TV Pública) para recaudar fondos -durante 24 horas- por los combatientes que enfrentarían a los ingleses en Malvinas. Al mismo asistieron cientos de personas, entre ellas famosos del espectáculo, la cultura y el deporte, para aportar objetos significativos y de gran valor como joyas, oro, dinero como así también comida y abrigos. Lo recolectado, de acuerdo a los militares, iba a ser depositado en el Fondo Patriótico para colaborar con la causa que tenía en vilo a todo el país.
Al igual que Norma Aleandro, Jorge Porcel, Susana Giménez, Andrea del Boca, Ricardo Darín y Lolita Torres, entre tantos otras personalidades, también dijeron presente algunos integrantes de la Selección Argentina, que en aquel entonces estaban enfocados en disputar el Mundial de España '82: Daniel Passarella, Osvaldo Ardiles, Patricio Hernández y Maradona.
El programa duró nada menos que 24 horas. Lidia Elsa Satragano, más conocida como "Pinky" y Jorge "Cacho" Fontana fueron los conductores elegidos para entretener al público, entrevistar e incentivar a que la gente donara todo lo que pudiera llamando por teléfono o acercándose al canal. Y Maradona, hombre del pueblo, no pudo evitar involucrarse a fondo con semejante escenario. Él tenía que estar.
La búsqueda por generar un sentido patriótico en la sociedad era constante en la propaganda de la dictadura militar. Los violentos mandatarios, donde Leopoldo Fortunato Galtieri resaltaba como presidente no constitucional, arengaban a que la gente colaborara con lo que fuera. Y Diego, que hacía poco había sido comprado por Barcelona -le pagó a Boca 1.200 millones de pesetas (7.200.000 euros), cifra récord en aquel momento- también decidió donar una verdadera fortuna.
Mientras el plantel completo de la Selección Argentina se juntó para donar 100 millones de pesos, más un partido en busca de recolectar más dinero, Maradona se encargó de entregar la misma suma de dinero de su propio bolsillo.
El testimonio de Maradona durante el programa "Las 24 horas de las Malvinas"
Luego de que "Pinky" le cediera la palabra, Diego Maradona abrió su corazón y manifestó sus sensaciones por la gran cantidad de donaciones que venían realizando los argentinos y argentinas: "Creo que lo dijeron todos (NdeR: sus compañeros de la Selección), pero yo también vine con todos. Seguramente, si se lo hubiesen pedido a los muchachos que están concentrados, hubiesen venido porque esto es muy especial. Estoy conmovido con este programa, viéndolo ayer, todo lo que traía la gente, cosas muy valiosas y cosas que quieren mucho. Si a toda esta gente, y a todos nosotros nos piden la vida, seguro la daríamos".
Tras los aplausos del público presente, "Cacho" Fontana resaltó: "Diego inició prácticamente las donaciones con una donación personal de 100 millones de pesos, a las 8.35, 9 horas de ayer cuando iniciamos este programa". Asimismo, agregó que el genio del fútbol mundial se puso como meta jugar un encuentro en las Islas Malvinas con los combatientes argentinos: "Además con un deseo de una carta que dirigiste personalmente para tratar de ver si cumplías un deseo, el deseo de todos, de jugar para los soldados en las Malvinas".
Cuatro años después de aquella aparición en TV para donar dinero por la patria, Maradona realizaría las dos obras más fantásticas en la historia del fútbol mundial: un gol con la mano -ilícito como la ocupación de los ingleses en las Malvinas- y otro dejando en el camino a siete futbolistas, humillando a todo Inglaterra y alzando el puño bien en lo alto para que toda la Argentina se descargue y sienta una suerte de justicia.
Diego no fue sólo un jugador que con la pelota reavivó la alegría de un país que quedó dolido por la derrota en Malvinas. Diego también fue el pueblo, que se acercó para colaborar con los pibes que combatieron. Diego es pueblo.
Qué pasó con las donaciones que la gente hizo en el programa "Las 24 horas de las Malvinas"
Creer o reventar, y de acuerdo a diferentes testimonios que hubo, las donaciones realizadas por miles y miles de argentinos no llegaron a las Islas Malvinas. Hubo gente que denunció haber enviado chocolates con cartas que terminaron en manos de gente que no fue a la guerra. Tal fue el famoso caso de Gustavo Vidal, un niño de tan sólo 7 años que el 24 de abril de 1982 le envió una carta -dentro del envoltorio de un chocolate- a un combatiente y el siguiente escrito: “‘Que este chocolate te endulce en esos días fríos de Malvinas. Gracias por defender mi patria. Te saluda, un futuro soldado de siete años'.
El 6 de julio de 1982, menos de un mes después de que finalizara el enfrentamiento, un hombre residente de Comodoro Rivadavia (Chubut) le envió una fotocopia de la carta que el niño había mandado con el siguiente testimonio: "Estimado Señor y Señora Vidal, acompaño esta carta con fotocopia de la carta que vuestro hijo enviara a Malvinas a un supuesto soldado nuestro que nunca llegó. Fue hallada en un chocolate Noel p/taza que fue adquirido en un comercio de Comodoro. El suyo parece no ser el único caso. El significado es claro. Nos han engañado y usado. Nuestros soldados pasaron hambre y volvieron desnutridos".
De hecho, y como si fuera poco, el militar -vicecomodoro Juan Carlos Rogani, reconoció en 2005 que muchos de los elementos que fueron donados no fueron enviados a Malvinas, por lo que confirmó en diálogo con Clarín la teoría de que los soldados no recibieron nada: "Se decidió que los objetos sin valor comercial fueran a la basura. Las cartas, los cuadritos, las bufandas no eran vitales, tendrían Prioridad Número 100. Despachar un Hércules para llevar esas cositas no valía la pena, no justificaba el costo de la operación".
Además, el encargado de manejar las finanzas de la guerra Manuel Solanet dio a conocer la cifra exacta del dinero que fue donado: "La recaudación definitiva en donaciones fue de 54 millones de dólares, casi el doble de lo que demandó la movilización de tropas por la ocupación de las islas, que costó 29 millones de dólares. Sin embargo, ese total apenas hubiera alcanzado para comprar un avión Mirage".