Una delegación de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) se reunió hoy con representantes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y condenó la "restricción de derechos" del gobierno de Javier Milei y el asalto a la "libertad sindical", entre otros temas.
Dirigentes enrolados detrás de Pablo Moyano se reunieron con la Directora en Argentina de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Gabriela Luna Camacho, en el centro porteño, para plantearle su visión sobre la realidad que está viviendo el sector. La delegación de la CATT estuvo compuesta por su secretario general, Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento); y los dirigentes Juan Pablo Brey (Aeronavegantes); Omar Pérez y Hugo Moyano hijo (Camioneros); y Pablo Biró (Pilotos).
“Desde el inicio del Gobierno se vienen implementando normativas que cercenan y limitan los derechos, de reunión, de protesta, de huelga y la libertad sindical", dijeron los sindicalistas. Marcaron que hay desde diciembre una permanente "estigmatización de dirigentes y persecución económica y penal al ejercicio de los derechos esenciales" y todo a la par del "despliegue de una política que reprime cualquier expresión de la protesta social”.
En el mismo contexto, manifestaron que el “protocolo antipiquetes” implementado por el Ministerio de Seguridad a cargo de Patricia Bullrich “criminaliza las actividades sindicales y sociales y vulnera el derecho a la protesta, imposibilitando su respeto”. También, denunciaron que “con motivo de las movilizaciones contra el DNU y la instrumentación de recursos judiciales por parte de la CGT se procedió a intimar por multas millonarias, por supuestos incumplimientos al protocolo, a numerosas organizaciones sindicales, algunas integrantes de la CATT" y a las que se les cargó los costos de seguridad de los operativos.
Por otro lado, los dirigentes remarcaron que las Resoluciones 901/24, 499/24 y 893/24 "instrumentan un esquema persecutorio, a través de la incorporación del concepto de Seguridad Productiva, que otorga a las Fuerzas Federales facultades extraordinarias para levantar manifestaciones, cuidar y garantizar el transporte de mercaderías armando un verdadero grupo de tareas antisindicales, que lleva el pomposo nombre de Comando Unificado de Seguridad Productiva”.