Funcionarios, organismos y dirigentes del Frente de Todos (FdT) recordaron hoy el golpe de Estado de 1955 que hace 67 años derrocó al segundo gobierno de Juan Domingo Perón, que dio comienzo a un período signado por "violencia política" y en el que hubo "proscripción, fusilamientos y represión".
"La autoproclamada 'Revolución Libertadora' consolidó un ciclo de violencia política que incluyó el bombardeo a la Plaza de Mayo, fusilamientos, persecución y 18 años de proscripción al movimiento peronista", publicó en su cuenta de Twitter el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi.
El 16 de septiembre de 1955, tres meses después de que un bombardeo a Plaza de Mayo provocara más de 300 muertos, comenzó una rebelión en distintas unidades de las Fuerzas Armadas, desde donde se pergeñó la dictadura autodenominada como Revolución Libertadora.
"Fue una construcción de sentido, una larga organización de la violencia destinada a que, por fin, parte de la población celebrara el intento de magnicidio a Perón y la posterior interrupción democrática", tuiteó la senadora del Frente de Todos (FdT) Juliana Di Tullio. La legisladora remarcó que primero sufrieron "los y las peronistas" pero luego se hizo extensivo a "toda la Argentina". "La resistencia peronista a pesar de bombas, fusilamientos, proscripciones y encarcelamientos, duró 18 años", destacó Di Tullio.
Uno de los ataques que realizaron los militares sublevados fue el bombardeo al Barrio Campamento, en la localidad bonaerense de Ensenada. "Provocó la destrucción de las viviendas de una manzana entera y la muerte de Rodolfo Ortiz, trabajador ferroviario. Años más tarde, su casa fue señalizada como Sitio de Memoria", señaló en Twitter la Secretaría de Derechos Humanos sobre una ofensiva que tenía el objetivo de "derrocar el gobierno constitucional del presidente Perón".
Por su parte, el subsecretario de Políticas de Integración y Formación del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, expresó en esa red social que golpe de Estado dio inicio a "una larga etapa de persecución, fusilamientos, proscripción y represión". "El odio de los poderosos siempre estuvo presente en nuestra patria", agregó.
Asimismo, la presidenta del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, Marisol Merquel, también rememoró aquel golpe militar y pidió "cuidar la democracia". "Hoy recordamos uno de los días más tristes de la historia argentina: tres meses después del Bombardeo a Plaza de Mayo, se producía en nuestro país el golpe de Estado, que derrocaba a Juan Domingo Perón", tuiteó Merquel.
El ministro de Trabajo bonaerense, Walter Correa, hizo alusión a que Perón expresó dos años después de su derrocamineto que la Revolución Libertadora trajo la "cuarta invasión inglesa" al país. Un día como hoy, en 1955, y tras el bombardeo a Plaza de Mayo, el golpe cívico-militar impuso la debacle nacional", resaltó. Luego de su caída, Perón salió del país y se refugió en Paraguay.
El teniente general del Ejército Eduardo Lonardi asumió la presidencia el 23 de septiembre. Dos días después, Estados Unidos y Gran Bretaña reconocieron al nuevo gobierno, integrado por militares. Lonardi fue reemplazado 52 días después por Pedro Eugenio Aramburu, un general liberal que le imprimió al régimen un fuerte sesgo antiperonista.
Una de sus primeras medidas fue la promulgación del decreto 4.161, por el cual se prohibía la sola mención de Perón, de Evita y la utilización de los símbolos del Justicialismo, al tiempo que se intervenían los sindicatos y la CGT. Al año siguiente, militares peronistas se rebelaron contra Aramburu, con el propósito de reponer al presidente constitucional depuesto.
Ese intento terminó con 32 fusilados entre militares y civiles. Algunos de ellos cayeron en los basurales de José León Suárez y esos episodios quedaron retratados en el libro "Operación Masacre" de Rodolfo Walsh.