“Bueno, perfecto, si necesitas algo de los que están acá hacelo saber”. La frase es de Mauricio Macri y se la dijo al el ex ministro de Trabajo bonaerense Marcelo Villegas, hoy procesado por el armado de lo que él patentó como Gestapo antisindical. Acá era la Casa Rosada, y los que estaban eran los ministros de Seguridad Patricia Bullrich, de Justicia Germán Garavano, de Trabajo Jorge Triaca, de Transporte Guillermo Dietrich y el titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) Gustavo Arribas. El tema era Juan Pablo “Pata” Medina y luego de ese encuentro comenzó el armado de causas contra el sindicalista. Macri, que según relató Villegas fue quien sacó el tema del “Pata” Medina, le ofrecía a sus ministros y a su jefe de espías para perseguirlo. Esa reunión fue el 4 de mayo de 2017 y es el hecho clave que coloca a Macri en el centro de la escena de la Gestapo antisindical.
Poco después, el 15 de junio, fue la conocida reunión en la sede del Banco Provincia. Por la AFI concurrieron Juan Sebastián “Enano” De Stéfano, Diego Dalmau Pereyra y Dario Biorci. Por el gobierno bonaerense estaban Villegas, el subsecretario de Justicia Adrián Grassi y el ministro de Infraestructura Roberto Gigante. Estaban también los empresarios de la construcción. Ahí diseñaron el armado de causas contra el “Pata” Medina, como se pudo ver en la filmación de la cuál estaban al tanto Arribas y su segunda, Silvia Majdalani. Y toda la organización estuvo en manos de la oficina de la entonces gobernadora Maria Eugenia Vidal, que así aparece también involucrada en este caso.
Toda esta información forma parte del fallo del juez Ernesto Kreplak que dispuso el procesamiento de los espías y funcionarios que estaban en la reunión del Banco Provincia, a excepción de Gigante. Y tiene una conclusión: que, según el juez, está comprobado que hubo "un elevado nivel de coordinación entre autoridades jerárquicas de los poderes ejecutivos nacional, provincial -de Buenos Aires- y municipal -de La Plata-". Otro fallo que demuele el argumento del cuentapropismo y muestra que la persecución y el espionaje eran imposibles sin las directivas de Macri y Vidal.
El juez Kreplak lo dice varias veces en su fallo. Escribió que “esta coordinación supondría en sí misma la existencia de órdenes o autorizaciones incluso a niveles superiores de esas instancias de gobierno, porque no es razonable ni acorde a la experiencia suponer que esa cantidad y nivel de funcionarios acordaran y desarrollaran una estrategia común sin contar con el aval de sus superiores”. Es decir, que no se iban a reunir directivos de la AFI de Macri y funcionarios de Vidal sin el consentimiento de los entonces presidente y gobernadora.
También que “sabemos con un impactante nivel de detalle que entre los meses de mayo y septiembre de 2017 se decidió, puso en práctica y tuvo los resultados esperados en ese momento una estrategia parajudicial para resolver la conflictividad asociada a la actividad del sindicato UOCRA-La Plata, desde los máximos niveles de decisión de los gobiernos nacional, de la provincia de Buenos Aires y de la municipalidad de La Plata”.
En concreto: que Macri y Vidal fueron parte de esta operación de persecución, que el juez describe como “estrategia parajudicial”. Lo mismo los jefes de la AFI Arribas y Majdalani.
César Albarracín, abogado del “Pata” Medina, ya pidió que se cite a indagatoria a Macri, Vidal, Arribas y Majdalani. El juez Kreplak está analizando el requerimiento pero ya dejó pistas. En el extenso fallo de 247 páginas donde dictó los primeros procesamientos en esta causa dedicó un capítulo a “La continuidad de la investigación”. Allí dejó asentado que “el plan cuyos ribertes han sido suficientemente indicados no se limitó a las personas aquí imputadas”.
Kreplak agregó que “la decisión de avanzar con la estrategia de judicialización desplegada podría haber sido tomada o bien autorizada en los niveles superiores de los gobiernos nacional y provincial y que, asimismo, podrían encontrarse involucrados otros miembros de esos gabinetes de gobierno que no han sido hasta ahora mencionados”. Esto no solo toca a Macri y Vidal, sino a los ministros nacionales que estuvieron en la reunión del 4 de mayo de 2017 en la Casa Rosada así como a otros ministros bonaerenses que por ahora evitaron este expediente, como el caso del ex ministro de Justica Gustavo Ferrari.
Es más: Kreplak afirma que “existen elementos para profundizar la investigación respecto de las autoridades superiores de la Agencia Federal de Inteligencia”, o sea, Arribas y Majdalani. Y remata: “se advierte la necesidad de profundizar la investigación respecto de las autoridades judiciales y del ministerio público fiscal”, es decir, el -aún hoy- procurador bonaerense Julio Conte Grand, que habló al menos 19 veces con Vidal en los meses en los que se gestaba la persecución sindical en la provincia de Buenos Aires. También se contactó en diversas oportunidades con Villegas, por ejemplo. Los datos los obtuvo El Destape de los entrecruzamientos de llamados que pidió el juez Kreplak en esta causa. En la reunión del Bapro, Villegas aseguró: “Hemos chequeado con la Procuración, Fiscalía, con el juez que eso va a funcionar”; “No estaríamos a este nivel hablando con ustedes (...) si no tuviésemos asegurado la cuestión judicial”.
Fue Macri
El caso de Macri es evidente. Está confirmada la reunión con Villegas en la Casa Rosada, tanto por la agenda del ex ministro bonaerense como por los registros de ingresos a las oficinas presidenciales. De hecho el que autoriza el ingreso de Villegas a la Casa Rosada es el propio Macri.
El juez Kreplak describe que “los datos agregados en la causa permiten sostener que durante los primeros meses del año 2017 comenzó a gestarse la decisión, en los niveles superiores de los gobiernos nacional y provincial, de llevar a cabo una estrategia orientada a involucrar en procesos penales a dirigentes de la UOCRA Sccional La Plata”. Agrega que “el primer antecedente suficientemente comprobado hasta aquí consiste en una reunión llevada a cabo el día 4/5/17 en Cas Rosada, de la que participaron funcionarios de los gobiernos nacional y provincial, tras la cual se habrían activado diversas acciones para avanzar con la estrategia aludida”.
Para el juez, “a partir del día siguiente de esa reunión en Casa Rosada, comenzaron a concretarse distintas reuniones en las que participaron funcionarios de alto rango provincial, para abocarse de igual manera al tema UOCRA La Plata”. Y concluye: “esa sucesión de estas reuniones no sólo corrobora que en la del 4 de mayo se trató el tema UOCRA La Plata, sino que además comienza a exponer el accionar coordinado en el diseño y en la puesta en práctica de la estrategia en cuestión, entre funcionarios de los gobiernos nacional y provincial, con participación de miembros de la Agencia Federal de Inteligencia”.
En concreto, de nuevo, Macri, Vidal y Arribas.
Lo de Arribas no es un detalle. El juez Kreplak destaca lo anómalo de su participación en la reunión del 4 de mayo en la Casa Rosada y detalla que después de ese encuentro donde Macri ofreció los servicios de todos los presentes la AFI realizó actividades de inteligencia sobre el “Pata” Medina y sus allegados “sin que exista orden judicial que habilitara esas actividades”. Kreplak también señala que “si bien se detectaron algunos accesos a bases de datos en el mes de abril 2017, las actividades de espionaje se ampliaron e intensificaron notoriamente durante los días siguientes a la reunión llevada a cabo el día 4 de mayo en Casa Rosada”.
Macri ofreció los servicios de la AFI y la AFI se puso a espiar al “Pata” Medina. Ocho y siete quince.
Fue Vidal
El juez Kreplak también tiene corroborado “el involucramiento directo de la oficina de la entonces Gobernadora de la provincia de Buenos Aires en la organización de la reunión del 15/6/17”
Los documentos que constan en el expediente, tanto mails como conversaciones por Whatsapp, muestran que la reserva del salón donde fueron filmados los directivos de la AFI, los funcionarios de Vidal y los empresarios de la construcción provino de la “Gobernación”.
En los Whatsapp entre empleados de la Secretaría Privada de la presidencia del Banco Provincia que gestionaron el salón para la reunión hay un dato clave: uno le dice a otro que si “pasa algo importante llamas directamente a Soledad Borsani al celu y lo ves con ella”. En un segundo mensaje le dice que Borsani “fue quien me pidió esto”. El nombra de Borsani también aparece en comunicaciones entre el ex director de Contrainteligencia de la AFI Dalmau Pereyra (uno de los asistentes a la reunión) y la persona de ceremonial que aparece en el video.
¿Quién era Borsani? Era la responsable de la Coordinación General Unidad Gobernador. O sea, Vidal.
Hay otro mensaje que revela que se pidió “Todo lo más reservado posible”. También está comprobado que los que participaron de la reunión de la Gestapo antisindical no se registraron para ingresar al Banco Provincia, algo absolutamente irregular. Para el juez Kreplak “resulta evidente el carácter secreto que pretendió darse a la reunión, lo que da lugar a suponer que, al menos quienes organizaron el evncuentro, sabían el carácter ilícito de algunas de las cuestiones que allí se tratarían y/o de la irregularidad que de por sí implicaba la presencia de agentes de la AFI”
Un tema que el juez Kreplak dice que va a investigar es el rol del Ministerio Público Fiscal bonaerense. Esto es el -aún hoy- procurador Conte Grand, que habló al menos 19 veces con Vidal en los meses en los que se gestaba la persecución sindical en la provincia de Buenos Aires. El dato surge de los entrecruzamientos que pidió el juez Kreplak y toma cuerpo con el video de la reunión del Bapro, donde Villegas aseguró: “Hemos chequeado con la Procuración, Fiscalía, con el juez que eso va a funcionar”; “No estaríamos a este nivel hablando con ustedes (...) si no tuviésemos asegurado la cuestión judicial”. Es otro elemento que pega a Vidal con este escándalo.
Otro dato que apunta a Vidal es una nota de la periodista Emilia Delfino, agregada en el expediente, en la cuál relata que la entonces fobernadora interrumpió una reunión de su hefe de Gabinete Federico Salvai con Gerardo Martínez, secretario general de la UOCRA a nivel nacional. Según Delfino, la entonces gobernadora Vidal le preguntó a Martínez si contaba con su acuerdo para avanzar contra el “Pata” Medina.