Delicias de la justicia "vamos viendo"

14 de febrero, 2021 | 00.05

Poco después de que su alteza magnánima Gerardo I, Visir de la Puna, Maharajá del Potosí, Marqués de Ledesma, León de Tilcara, Apóstol de La Paz, Zar de los Siete colores, Mariscal del Altiplano, Califa de Humahuaca, Martillo de Herejes, Protector de la Justicia, Orgullo Radical y Azote de Dios, asumiera en Jujuy y ampliara el Superior Tribunal de Justicia con diputados amigos que votaron la ampliación, Milagro Sala, su principal opositora, fue detenida por “incitación al acampe”. Como explicó después el ineludible Ernesto Sanz, un alma de cristal radical respetuosa de las instituciones y coso, “la detención de Milagro Sala estuvo mal hecha pero después se corrigió” y al final, según sus propias palabras, está detenida por medio Código Penal. Con encomiable honestidad y sin percibir contradicción alguna, aclaró que esa detención se debió a razones de realpolitik ya que con Sala libre, su amigo el gobernador Morales no hubiera podido gobernar ni un solo día.

Es la famosa Justicia vamos viendo: primero te encarcelo y después busco la causa. Entre ese medio Código Penal que le tiraron encima a Sala figura una causa un poco más extravagante que las otras: la causa de las bombachas. El hecho ocurrió luego de que la policía jujeña detuviera a una feriante y se quedara con su mercadería, las famosas bombachas. Según un testigo oportuno (las causas contra la líder de la Tupac Amaru siempre se originan en un testigo oportuno), Milagro Sala habría llamado enojada a la comisaría para que los policías devolvieran la mercadería robada: “Son una manga de maricones y van a tener noticias porque voy a poner una bomba y voy a hacer volar a todos”.

Esta terrible causa dio lugar a un juicio oral en el que Sala fue absuelta. La Cámara de Casación, con grandes amigos del Visir de la Puna, revocó esa sentencia y la condenó a tres años y dos meses de prisión. Los otros amigos del Azote de Dios, los del Superior Tribunal de Justicia, confirmaron la sentencia pero, magnánimos, la redujeron a dos años. Tratar de maricones a los uniformados ladrones de bombachas era un crimen terrible pero no tan grave.

Luego de varios años de espera, la Corte Suprema acaba de convalidar de forma unánime la condena. No importan las denuncias de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ni tampoco que el propio presidente del Superior Tribunal de Justicia afirmara que Sala está detenida por razones políticas como sostuvo Ernesto Sanz.

Tal vez inspirada por la creatividad de los jueces supremos, la Cámara de Casación dio visto bueno a un planteo del ex titular de la AFI macrista Gustavo Arribas y decidió que la causa del espionaje ilegal macrista que se tramitaba en Lomas de Zamora pase al cardumen de Comodoro Py. Allí intervedrán la jueza María Eugenia Capuchetti, designada por Macri, y el ineludible fiscal Carlos Stornelli. Ambos podrán investigar en total independencia el espionaje que hizo la AFI macrista sobre CFK y el Instituto Patria, por un lado, y el caso de los Super Mario Bros, por otro, que incluye el espionaje clandestino a dirigentes políticos oficialistas y opositores, a sindicalistas y empresarios. Incluso, incluye un capítulo Penitenciario, por el espionaje a los "presos K".

Que el fiscal Stornelli, procesado por asociación ilícita en una causa por extorsión, quede a cargo de la causa del espionaje ilegal del macrismo es un gran ejemplo de meritocracia: nadie sabe más que él sobre ese tema.

En su cuenta de twitter, la ministra de Justicia Marcela Losardo lamentó las decisiones de la Corte Suprema y la Cámara de Casación. Luego de un diagnóstico irrefutable sobre la podredumbre de nuestra justicia que tana frustración genera en la sociedad, la funcionaria concluyó: “Ya es hora de poner ética y rectitud allí donde evidentemente esos valores han sido dejando de lado. Es hora de abordar las transformaciones necesaria para garantizar una buena administración de justicia. Si no lo hacemos, los títulos de los diarios seguirán contándonos cómo los impunes opositores y sus amanuenses se burlan de nosotros.” 

En realidad, el hábito de comentar una realidad adversa desde el gobierno como se haría desde el llano no sólo no genera empatía alguna en la ciudadanía sino que, al contrario, produce esa frustración que señala la ministra e impulsa el descreimiento en la política como instrumento para solucionar eso que se lamenta.

Desde que asumió la presidencia, Alberto Fernández condenó la persecución política llevada a cabo a través de la justicia y denunció los sótanos de la democracia. También dijo esperar que la justicia se auto depure. La caterva de la Corte Suprema y la Cámara de Casación le acaba de contestar.

Nadie puede negar la claridad de la respuesta.

 

Imagen: Para festejar el fallo de la Corte, Gerardo I, Visir de la Puna y Azote de Dios, desfila con su tocado de Protector de la Justicia (cortesía Fundación LED para el desarrollo de la Fundación LED)

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