Leandro Santoro, recientemente elegido diputado nacional por la Ciudad de Buenos Aires, pidió justicia por Lucas González, el joven futbolista de 17 años de Barracas Central que fue baleado por la policía porteña y murió durante las horas de esta tarde luego de haber estado internado en estado crítico. La confirmación de su fallecimiento fue realizada por su tío y causó una gran conmoción en miles de argentinas y argentinos.
A través de sus redes sociales, el dirigente del Frente de Todos también se expresó y lanzó duramente, a causa de la doctrina que atraviesa a las fuerzas policiales desde hace ya tiempo: "Policías de civil le disparan a la cabeza a un pibe de 17 años y lo matan. El gatillo fácil es uno de los peores crímenes porque lo comete el Estado que te tiene que cuidar". Mientras que sostuvo: "Alentar la idea de 'meter bala' no es gratis".
Más allá de la dura crítica a las fuerzas, protagonistas de las repetidas situaciones de violencia contra ciudadanos y ciudadanas y que atentan contra cientos de derechos y libertades, Santoro pidió: "Paremos con la violencia. Justicia para Lucas". Recordemos que, hace unos días y por razones completamente distintas -específicamente al hablar de casos de inseguridad- se manifestó a favor del uso de pistolas Taser tras denunciar los altos niveles de violencia e inseguridad.
El crimen de Lucas González
El triste episodio ocurrió durante la noche del miércoles cuando los cuatro jóvenes salían de un entrenamiento en Barracas Central y fueron interceptados por un vehículo sin identificación, en el cual iban policías de la Ciudad de Buenos Aires de civil. Esto desembocó en una persecución con disparos: tres alcanzaron el auto e impactaron en la cabeza de Lucas. Rápidamente fue llevado al Hospital Penna, en Parque Patricios, y luego fue trasladado al Hospital El Cruce de Florencio Varela.
El parte médico de ese hospital se informó este jueves por la tarde y los médicos manifestaron que el paciente presentaba una situación neurológica "crítica". Por su parte, la propia familia anticipó que estaba con "muerte cerebral". "No hay esperanza, no tiene signos vitales, está muy mal, hay que esperar, está en manos de Dios", dijo desconsolada la madre del joven. Horas más tarde, Lucas falleció.