El asesinato del joven futbolista de 17 años Lucas González, a manos de efectivos de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, conmocionó por la brutalidad del hecho. El jefe de esa fuerza de seguridad, Gabriel Oscar Berard, habló al respecto: admitió que no hubo tiroteo y pidió disculpas por el accionar de la fuerza.
"No recibieron fuego, aparentemente", sostuvo Berard al dirigirse a la prensa sobre el trágico episodio. "Tenemos una convicción de que hay una mala actuación del personal. Pedir perdón es poco", sumó. En una conferencia de prensa de la que también participó Marcelo D'Alessandro, ministro de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, el jefe de la Policía de la Ciudad dinamitó cualquier posibilidad de que inocencia en los policías que estuvieron involucrados en el asesinato del joven futbolista. Allí indicó: "Tenemos una convicción de que hay una mala actuación del personal. Para nosotros es un hecho grave. Hay miles de policía que salen a la calle y se juegan la vida, y esto nos hace un daño terrible a la imagen. Queremos que se esclarezca".
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Como contrapunto, en la misma presentación ante periodistas, D'Alessandro aseguró: "Nos van a encontrar apoyando al policía que realiza las cosas bien, que es la gran mayoría. De la misma manera seremos inflexibles con los que actúen fuera de la ley". Sin embargo, hubo un cortocircuito con respecto a los primeros partes que se otorgó a los medios de comunicación en el cual se habla de una balacera frente a "delincuentes". No obstante, la situación fue completamente disímil a la informada en primer instancia. "En los partes nunca se habló de un enfrentamiento", agregó cuando, por ejemplo, La Nación y Clarín hablaban de una persecución a delincuentes.
Por otro lado, también D'Alessandro pidió disculpas a los familiares y, a diferencia de Berard, no quiso hablar del accionar de los policías ya que "está en materia de investigación". Aseguró hoy que desde su cartera serán "inflexibles ante los policías que actúen fuera de la ley" y agregó: "Como lo hicimos siempre nos van a encontrar apoyando al policía que realiza las cosas bien y que es la gran mayoría pero de la misma manera seremos inflexibles ante los policías que actúen fuera de la ley. Así es como nos van a encontrar".
Tres policías de la Policía de la Ciudad que participaron del episodio en el que murió de dos tiros en la cabeza Lucas González, jugador de las inferiores del club Barracas Central, de 17 años, fueron apartados de las tareas operativas en la fuerza y se les inició un sumario administrativo. En un comunicado, el Ministerio de Justicia y Seguridad porteño, a través de la Oficina de Transparencia y Control Externo, confirmó que los tres efectivos fueron pasados a disponibilidad preventiva, hasta tanto determine la Justicia sus responsabilidades. "Mediante esta medida se los desafectó de la función operativa y se los pasó a disponibilidad. Ahora esperamos qué es lo que determinará la Justicia", dice el comunicado.