El presidente Alberto Fernández arribó a Múnich, Alemania, para participar de la cumbre del G7 que se realizará entre hoy y el martes y que tendrá como principal debate las consecuencias económicas que desató la invasión de Rusia a Ucrania. Argentina asiste como país invitado por el organizador y canciller alemán, Olaf Scholz. Fernández tendrá reuniones bilaterales y el lunes será parte de las plenarias del foro de países más importante del mundo.
El mandatario llegó por la tarde en un vuelo chárter de Aerolíneas Argentinas que aterrizó en el aeropuerto internacional de Múnich a las 14.56 horas (9.56 hora argentina). Tras 13 horas de viaje, el mandatario pasó rápidamente del frío de Buenos Aires con temperaturas que no alcanzan los dos dígitos, a los 28 grados del caluroso verano alemán. Ni bien descendió del avión fue recibido por Felix Schwarz, jefe de protocolo del gobierno alemán, y el ministro del Estado de Baviera, Florian Hermann, en tanto que la banda Stadtkapelle Freising musicalizó la bienvenida oficial del Presidente.
La comitiva que lo acompaña está integrada el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa; el canciller Santiago Cafiero; el secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello; la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra; el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz y la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti.
Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.
La primera actividad oficial del Presidente será hoy a las 18 (13.30 hora argentina) cuando se reúna con el primer ministro de la India, Narendra Modi, en el Hotel Bayerischer Hof. Luego, desde las 20 (15 de la Argentina), participará de la bienvenida a los cinco países invitados al G-7 (además de Argentina estarán India, Indonesia, Sudáfrica, Senegal) que se desarrollará en el Teatro Cuvilliés en Múnich Residenz. Allí será recibido por el ministro presidente de Baviera, Markus Soder, firmará el libro de honor, presenciará un espectáculo a cargo de la Ópera del Estado de Baviera, y participará en una cena ofrecida en honor de los Jefes de Estado invitados.
El lunes será el día fuerte de la gira. Desde las 12 (7 de Argentina), Alberto Fernández recorrerá casi 100 kilómetros hacia los alpes de Baviera para llegar al castillo de Elmau, la sede oficial de la Cumbre del G7, donde lo recibirá el canciller Scholz. El Presidente participará de la primera reunión plenaria del foro, de un almuerzo de trabajo y, a continuación, formará parte de la tradicional "foto de familia" que reúne a los participantes de la cumbre.
Desde las 14.20 (9.20), Fernández mantendrá una reunión bilateral con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen y, cuarenta minutos después hará lo propio con Scholz, quien como presidente del G7 este año invitó a Argentina cuando Fernández visitó Alemania en mayo pasado. Las últimas actividades de la jornada serán a las 15.30 (10.30), donde participará de la segunda reunión plenaria del G7 y a las 18.30 (13.30) concurrirá a la cena ofrecida por el canciller de Alemania.
Argentina representará a América Latina y pese a estar atravesada por una severa crisis de deuda e inflación, el país es un actor importante con el que el G7 busca estrechar lazos por ser productor y exportador de energía y alimentos.
Antes de la invasión de Rusia a Ucrania, los temas que se esperaban discutir en la cumbre eran la protección del clima, la lucha contra la pandemia de coronavirus y la cooperación internacional. Pero desde febrero el mundo cambió y las prioridades también. No solo aceleró la inflación en países que no tenían por la disparada de precios de los alimentos y la energía, sino que también el mundo sufre escasez de combustibles y granos. El secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, advirtió que la guerra contribuyó a problemas preexistentes para desatar una “crisis global de hambre sin precedentes”.
Es la segunda vez que el castillo de Elmau recibe a los jefes de Estado y de Gobierno del G7. La vez anterior fue en 2015 cuando, entre otros mandatarios, estaban Angela Merkel y Barack Obama. De hecho, ellos dos fueron protagonistas de una famosa foto que se volvió meme en la que el por entonces presidente de los Estados Unidos estaba sentado en un banco atento a las palabras y movimientos ampulosos de la por entonces canciller alemana.
Historia del G7: qué es y quiénes lo integran
El Grupo de los 7 es una asociación de países económicamente desarrollados que se creó en 1975 y que está conformado por Reino Unido, Alemania, Italia, Canadá, Estados Unidos, Francia y Japón. En 1998, se convirtió en G8 con la incorporación de Rusia, pero dejó de serlo en 2014 cuando el país por entonces gobernado por Vladimir Putin debido a la anexión de Crimea.
Se trata de un foro informal que se reúne una vez por año y a través del cual los países miembro buscan determinar el rumbo del discurso multilateral y diseñar respuestas políticas a los retos mundiales. La presidencia es rotativa y el país que la ejerce durante un año organiza también la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno, de las que participa la Unión Europea.
Más protestas en Múnich contra el G7
Unas 4.000 personas participaron este sábado de una protesta en la ciudad alemana de Múnich contra la cumbre del G7 que comienza este domingo en Baviera. Según estimaciones de la policía, la acción fue convocada por 15 grupos críticos con la globalización, entre ellos algunas agrupaciones ecologistas.
Entre otros temas, la protesta reclamaba la eliminación de los combustibles fósiles, la protección de la diversidad animal y vegetal, la justicia social y la lucha contra el hambre. "Crisis climática, extinción de especies, desigualdad: los países del G7 son responsables de que la crisis social y ecológica mundial esté llegando a un punto cada vez más dramático. Pongan fin a esto. Hay otra forma de hacer justicia", expresaba la convocatoria.
Cerca de 18 mil agentes policiales estarán desplegados durante la cumbre para garantizar la seguridad de los diferentes mandatarios. Mientras tanto, durante los últimos días, se registraron protestas violentas donde ciudadanos y ciudadanas incendiaron ocho camionetas de la policía en Múnich. Según el portavoz policial, los vehículos se encontraban estacionados frente a un hotel en el que se alojaban los policías que se encargarán de la seguridad de la cita internacional. Se informó que nadie resultó herido tras el ataque.