El periodista Horacio Verbitsky develó los nombres de las 100 personas físicas que fugaron millones con la venia de la gestión de Mauricio Macri. Las principales familias empresarias del país, a la cabeza.
Una semana después de presentar a las principales empresas que se llevaron activos del país gracias a la flexibilización de medidas de control y el endeudamiento público durante la gestión macrista, Verbitsky expuso en el Cohete a la Luna a las figuras más importantes que son parte del grupo de 5 millones de personas que atesoraron más de 73.640 millones de dólares entre 2015 y 2019.
En la cima indiscutida de la lista de fugadores se ubicó la familia Eskenazi, que lideró el ranking con los 40,5 millones de Enrique y los 29 millones de su hijo Matías Eskenazi Storey. No obstante, no son los únicos que aparecen en la lista y si se agregan las sumas sus otros hijos Sebastián Eskenazi Storey,(18,2 millones) y Valeria Eskenazide Storey, (7,8 millones) y de Esteban Eskenazi, (7,4 millones), la cifra asciende a más de 100 millones de dólares que desaparecieron del mercado productivo.
Otra familia empresaria que atesoró fortunas gracias a la vista gorda del macrismo fueron los Werthein. Gerardo, titular del Comité Olímpico Argentino y con una pasiva actitud frente a los intentos del exgobierno de llevarse puesto el CENARD para realizar negocios inmobiliarios, sacó del país 11,8 millones de dólares del país. Sus primos Daniel y Adrián fugaron 6,3 y 5,5 millones cada uno. Daniel es el que más vínculo activó mostró con el macrismo, al participar del lanzamiento de campaña del dirigente de Cambiemos en 2019.
Otro lugar destacado en la lista lo tiene la familia Ick. Entre Néstor Carlos Ick y su hijo Gustavo sacaron 43 millones. Quizás no tan popular como las anteriores, los Ick construyeron un imperio mediático en la provincia de Santiago del Estero, desde donde se convirtieron en un fuerte grupo de presión.
Además de los grupos familiares, también resaltan en la lista los banqueros, grandes constructores de la ingeniería necesaria para la fuga. Allí figuran Pablo Gutiérrez, vicepresidente del Grupo Galicia, con 13,3 millones de dólares, y el presidente del banco, Eduardo Escasany, con 5,5 millones. Pilar Supervielle, del Banco Internacional Exprinter, sacó del país 8,7 millones, Mientras que José Alberto Benegas Lynch, directivo de ADEBA y del Banco CMF, no escatimó y fugó unos 14 millones de dólares.
En ese pelotón también se ubicó Sebastián Salaber Blaquier Vasena Estrugamou, presidente del Banco de Valores y del Grupo de Valores, más recordado por su insólito argumento económico contra los abortos durante el debate en el Congreso. Poco parece importarle la economía cuando se trata del manejo de su dinero, ya que fugó 6,5 millones.
Otros rubros donde se concentra la fuga son los empresarios del juego, los supermercadistas y del mundo de las energías renovables. En este último sector aparecen Guillermo Reca (8,2 millones) socio de Nicolás Caputo en SADESA, al igual que Eduardo Escasany.