Frente de Todos: vuelven las reuniones de gabinete, en medio de un clima tormentoso

Convocada por el jefe de Gabinete, Juan Manzur, este miércoles vuelven los encuentros de ministros en la Casa Rosada. Será en un clima enrarecido por la nueva andanada de críticas del secretario general de La Cámpora, Andrés Larroque, y un sugerente tuit de Cristina Kirchner. "No soy el dueño del Gobierno", dijo Alberto Fernández, quien no tiene previsto asistir a la reunión. 

04 de mayo, 2022 | 00.05

El Gobierno del Frente de Todos encarará este miércoles su primera reunión de gabinete luego de mucho tiempo en medio de un clima tormentoso. El objetivo de la Casa Rosada era responder a los cuestionamientos internos con una gestión mucho más activa y visible, mejor comunicada y con el presidente Alberto Fernández en rol central. Pero la nueva andanada con la que se despachó el ministro bonaerense y secretario general de La Cámpora, Andrés Larroque, más el sugerente tuit que escribió la vicepresidenta Cristina Kirchner, hacían pensar que se estaba ante un momento definitorio. "No hay temario ni duración definida de antemano", comentaban en jefatura de Gabinete respecto al encuentro ministerial del que, en principio, no participará el Presidente.

El objetivo del equipo de comunicación presidencial era que Fernández sobrevolara por encima de las disputas internas y se concentrara en poner en valor los avances del gobierno, dado que muchos anuncios y propuestas quedan rápidamente tapadas por las discusiones. Pero este nivel de cuestionamientos lo volvía imposible. "Tampoco Alberto se va a llevar el Gobierno a la mesita de luz", volvió a la carga Larroque, quien viene actuando como vocero del kirchnerismo en esta pulseada en la que reclaman la salida de los ministros de Economía, Martín Guzmán, de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y de Trabajo, Claudio Moroni, tres integrantes del gabinete económico que responden al Presidente. "El gobierno es nuestro", respondió Larroque ante la consulta de porqué los funcionarios del kirchnerismo no abandonaban la gestión si no están de acuerdo con el rumbo. 

Las declaraciones impactaron en la delegación que viajó a General Pico, La Pampa, en el proyecto de capitales alternas. Al Presidente lo acompañaron el jefe de Gabinete, Juan Manzur, la ministra de la Mujer, Eli Gómez Alcorta, y los ministros de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, y del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, principal representante del camporismo en la gestión nacional. Wado venía de tener el fin de semana una reunión a solas con Fernández para conversar sobre su viaje a Israel, otra muestra de que el Gobierno buscaba dejar por un tiempo en segundo plano la discusión interna. Pero, claramente, le salieron al cruce de ese objetivo. En el kirchnerismo no quieren permitirle que siga adelante como si nada, sin hacer los cambios que le vienen reclamando.

"Yo no soy el dueño del gobierno, nadie es dueño del gobierno, es del pueblo", replicó Fernández desde La Pampa. Puso ese encuentro con el gobernador Sergio Ziliotto y a la intendenta Fernanda Alonso como "un ejemplo de lo que la gente quiere, que nos integremos". Contenido, Katopodis avisó que "este es un gobierno que está más preocupado en hacer que en decir". Desde su despacho, el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, fue quien salió a responderle a Larroque. "El gobierno no es de La Cámpora", respondió. También evaluó que la ofensiva contra Guzmán en verdad están dirigidas al Presidente. "Buscan voltearle un muñeco", sostuvo.

Nadie puede pensar que Larroque sale así por propia iniciativa. A propósito de un encuentro con la viuda del escritor José Saramago, la vicepresidenta Cristina Kirchner lanzó un mensaje sobre la legitimidad de origen y de gestión de los gobiernos. "Se podía ser legítimo y legal de origen y no de gestión", escribió en las redes a propósito de aquella llegada de Néstor Kirchner a la Casa Rosada con apenas el 22% de los votos, pero fue leído como un mensaje muy actual hacia Alberto Fernández. Cristina seguramente está repasando estas cuestiones porque el viernes expondrá en la Universidad Nacional del Chaco Austral, donde recibirá un doctorado honoris causa, sobre "la insatisfacción democrática". Es un tema de debate en todo el mundo a propósito del surgimiento de fuerzas de ultraderecha, una expresión representada aquí por el diputado libertario Javier Milei. Todo lo que diga allí será decodificado en función de lo que sucede dentro del Frente de Todos. 

En este clima, el gabinete se volverá en encontrar luego de seis meses. Las reuniones a horarios muy tempranos en la Casa Rosada fueron características de los primeros días de Manzur en el cargo, pero luego recibió una sugerencia para que bajara un poco su protagonismo. Se pasó para el otro lado porque por momentos se conoció muy poco de sus actividades. La semana pasada, en esta idea de mostrar una gestión más animada, Fernández habló con Manzur para que levante su perfil y, en ese sentido, convinieron en la vuelta de las reuniones de gabinete. No imaginaron entonces que el clima sería todavía más complicado.

Está convocada para las 7.30 en el salón Eva Perón y, en principio, no participará el Presidente. El ministro de Cultura, Tristán Bauer, y el de Transporte, Alexis Guerrera, -un kirchnerista y un massista- dieron parte de enfermos. Tampoco asistirán el de Vivienda, Jorge Ferraresi, el de Ambiente, Juan Cabandie, y el de Turismo, Matías Lammens, por encontrarse de viaje. En cambio sí participarán varios funcionarios de círculo más cercano al Presidente como las secretarias de Legal y Técnica, Vilma Ibarra, y de Comunicación y Prensa, Gabriela Cerruti, los secretarios de Presidencia, Julio Vitobello, y de Asuntos Estratégicos, Julio Vitobello, y el jefe de asesores Juan Manuel Olmos.

Sí estará Wado de Pedro, quien suele desentenderse de las cuestiones de la interna partidaria. Por ejemplo, cuando habló a favor de la aprobación del acuerdo con el FMI poco antes de que el kirchnerismo votara en contra en el Congreso. "El no se hace cargo de lo que digan otros", comentaban en su despacho. En privado, Wado suele quejarse de que "Alberto no escucha" las sugerencias que le acercan, por lo que las cosas luego le explotan. Una curiosidad es que el ministro del Interior cada vez disimula menos sus deseos de posicionarse para disputar un cargo en 2023, incluso la presidencia. Es decir, podría eventualmente enfrentar al propio Fernández en las PASO del año que viene, para lo que empezó a hacer uso de las posibilidades de su cargo. 

 

Seguramente, al término de la reunión de gabinete, algunos participantes serán designados para dar una conferencia de prensa en la que, una vez más, lo más probable sea que el protagonismo lo tengan las cuestiones internas antes que los objetivos de la gestión.