Que las elegidas sean tres mujeres fue evaluado como un claro paso adelante, que servirá para llevar más equilibrio a un gabinete dominado por los hombres. De esas tres mujeres, una -Victoria Tolosa Paz- era un reemplazo bastante lógico, por más que generara algunas resistencias dentro del Frente de Todos. Las otras dos -Ayelén Mazzina y Raquel "Kelly" Olmos- resultaron verdaderas sorpresas que dejaron a varios descolocados. Dos cosas quedaban claras. Una, que más allá de las consultas habituales, los nombramientos los decidió el presidente Alberto Fernández con sus funcionarios más cercanos, sin conversarlo con la vicepresidenta Cristina Kirchner, ni con el ministro Sergio Massa. Segundo, como comentaba con ironía un funcionario, "queda claro que ya nadie se muere de ganas de formar parte de este gobierno".
Al inicio del gobierno, Tolosa Paz estuvo al frente del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, un organismo que sigue de cerca la distribución de toda la ayuda social que otorgan las diferentes oficinas del Ejecutivo. Por eso su candidatura para ocupar Desarrollo Social tenía lógica, dado que se trata de un ministerio que requiere respuestas urgentes dada la cantidad de reclamos que se amontonan a diario frente a sus puertas. Por otro lado, el Consejo es justamente una de las instancias que trabajan en el monitoreo de los planes sociales que se está llevando adelante en todo el país y cuyos resultados se esperan hacia fin de año. En cuanto a lo político, Tolosa Paz integra el círculo de confianza del Presidente, lo mismo que su antecesor en el cargo, Juan Zabaleta, quien volverá a la intendencia de Hurlingham.
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Desde el kirchnerismo pugnaban por reemplazar a Zabaleta por otro intendente en uso de licencia como Mariano Cascallares o Ariel Sujarchuk, de buena relación con el Presidente pero hoy más cercanos a Máximo Kirchner. No consiguieron que Fernández modificara la decisión por Tolosa Paz, que tuvo resuelta desde el vamos. Para la diputada, es una oportunidad de dejar el bajo perfil al que se veía forzada desde su ingreso a la Cámara baja aunque tendrá que utilizar mucha muñeca política para mantener la situación social en orden. Su objetivo está puesto en la candidatura a intendenta de La Plata.
Más sorpresivo fue el nombramiento de Ayelén Mazzina, de 32 años, quien ocupaba la secretaría de Mujer, Diversidad e Igualdad en San Luis y se encargó de organizar durante el fin de semana el Encuentro de Mujeres que volvió a convocar a una multitud. Una movida audaz del Presidente, avalada por sus funcionarias más cercanas, que además le sirve para acercar a un gobernador a veces díscolo como Alberto Rodríguez Saá. "Es una apuesta de Alberto", comentaban en la Casa Rosada. No son raras en el Gobierno las designaciones de funcionarias con experiencia en gestiones del interior. Uno de los casos recientes fue el de la secretaria de Energía, la salteña Flavia Royón.
El nombramiento de Mazzina fue saludado por la renunciante Elizabeth Gómez Alcorta. Justamente, la salida de Gómez Alcorta, motivada por la represión a mujeres mapuches en el sur, había generado el rumor que el Presidente podía nombrar a tres mujeres para los reemplazos como forma de compensar la mala impresión que dejó ese operativo. La promulgación del aborto y el avance en las cuestiones de género son logros por los que Fernández quiere que se valore su gestión. Pero había muchas dudas acerca de que se pudiera encontrar una candidata para el Ministerio de Trabajo que reuniera las condiciones requeridas. El kirchnerismo aquí también tenía su candidata con la diputada Vanesa Siley, otra vetada. Lo de Kelly Olmos sorprendió incluso a funcionarios de primera línea.
Dirigente histórica del PJ porteño, Kelly Olmos siempre ocupó lugares de segunda línea. Mememista cercana a Carlos Corach en los '90, en los últimos tiempos adhirió con convencimiento a las políticas de Fernández como integrante del Nuevo Espacio Porteño (NEP), la línea del influyente vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos. Obviamente, conoce desde hace muchos años a sindicalistas como los hermanos Héctor y Rodolfo Daer, al estatal Andrés Rodríguez, a Victor Santa María y a todos los afiliados al peronismo en Capital. De ahí a que pudiera convertirse en ministra de Trabajo hay un trecho, por lo que nadie había imaginado su nombramiento pactado entre Fernández y el otro Olmos, que no es pariente pero sí jefe político de Kelly. "Vamos a trabajar para fortalecer el salario de todos los argentinos, ese es nuestro compromiso", prometió la flamente ministra en diálogo con El Destape Radio.
"De las tres, sin dudas, es la designación más sorpresiva y me cuesta entenderla", comentaba un funcionario de diálogo fluido con el Presidente. En especial, porque Kelly Olmos deberá lidiar con un área clave, con paritarias conflictivas como la reciente de Neumáticos y la que ya inició Camioneros, además del reclamo persistente para que el Gobierno gestione alguna medida que le permita a los salarios más bajos compensar lo perdido en estos meses de alta inflación. Se sabe que hubo algunos evaluados que quedaron en el camino y otros que dijeron que no. Luego de designaciones de mucho peso político como las de Daniel Scioli, Agustín Rossi y Sergio Massa, las de estas tres mujeres hablan a las claras de una nueva etapa en este gestión que se acerca a su último año.
Pero, principalmente, lo que el recambio volvió dejar en evidencia fue que aquel acercamiento entre el Presidente y la vice iniciado luego de la llegada de Massa al gabinete, el alegato del fiscal Diego Luciani y el posterior atentado, volvió a quedar en punto muerto. No hubo ninguna consulta de Fernández antes de resolver las designaciones. "No sucedió nada en especial, se dejaron de hablar y seguirán así. Es la manera que se sienten cómodos para relacionarse y el vínculo, ahora, es a través de Massa", comentaba un funcionario con acceso al despacho presidencial. Otro motivo para que pocos deseen sumarse al Ejecutivo del Frente de Todos, que con estas particularidades internas ingresará al año electoral. A propósito de Massa, nuevamente de viaje en Estados Unidos, tuvo un beneficio inesperado. Por la salida de Tolosa Paz ingresará a diputados Micaela Morán, una banca más para el Frente Renovador.
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