Gustavo Beliz estaba retirado de la política cuando el presidente electo Alberto Fernández lo convocó en 2019 para ser secretario de Asuntos Estratégicos, un cargo que se suponía que estaría por fuera de la coyuntura política del día a día para articular políticas a largo plazo. Este jueves, a casi dos años y medio de su jura, el funcionario le presentó la renuncia al Primer Mandatario.
Beliz estudió abogacía en la Universidad Nacional de Buenos Aires y cursó varios posgrados en el exterior. Sin embargo, en la década del 80 tuvo un paso por el periodismo, primero en deportes, en la revista El Gráfico, y luego en el área política en el diario La Razón.
Con la llegada de Carlos Menem a la presidencia, Beliz dio el salto a la política. Tras dedicarse a escribirle discursos al riojano y ocupar algunos cargos menores, el ex periodista fue designado como ministro de Interior en 1992. Un año más tarde renunció al cargo y al Partido Justicialista en rechazo a la reforma constitucional y los casos de corrupción de la gestión menemista.
"Un nido de víboras", fue el término que usó el ex funcionario para definir a la gestión de Menem. Como contraparte, el universo menemista le instaló un apodo que lo marcó por muchos años: "zapatitos blancos". El motivo fue que, según Beliz, había decidido entrar de blanco al "lodazal de la política".
Ya fuera del menemismo, fundó el partido Nueva Dirigencia. En 2000 fue compañero de fórmula de Domingo Cavallo en su candidatura a jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. El ex ministro fue al ballotage con Aníbal Ibarra, pero decidió bajarse. En esa elección, Beliz compartió boleta con Alberto Fernández.
En 2003, el ex presidente Néstor Kirchner lo convocó para ser ministro de Justicia y le pidió la renuncia al año siguiente . En una de sus primeras apariciones tras dejar el cargo fue exhibir en televisión nacional una imagen del ex espía de la SIDE Antonio Stiuso, a quien definió como "un tipo que te puede mandar a matar" y lo acusó de "embarrar la causa AMIA".
Por esta acción tuvo que declarar ante la justicia, por haber violado la Ley de Inteligencia, denuncia por la que años después fue absuelto. Luego de su salida del gobierno de Kirchner, se fue a vivir a Estados Unidos y desempeñó tareas en en Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Un día de 2019, Fernández lo convocó para su gobierno. Uno de sus avales con los que llegaba a la gestión era su buen vínculo con el papa Francisco. Ya con su cargo de secretario de Asuntos Estratégicos, se le encomendó la tarea de conducir el Consejo Económico y Social (CES), un "órgano colegiado y de participación ciudadana creado por el Poder Ejecutivo Nacional para el debate informado y la búsqueda de consensos sobre prioridades estratégicas para la Argentina querida".
En 2020, cuando todavía tenía un lugar más preponderante en la mesa chica de Fernández, Beliz se postuló para ser presidente del BID. Sin embargo, no logró conseguir los apoyos de otros países latinoamericanos y tuvo que bajar la candidatura, dejando la conducción de la entidad en manos del estadounidense Mauricio Claver-Carone, que responde al ex mandatario Donald Trump.
Pese a que su cargo no estaba destinado a la exposición masiva, el nombre de Beliz fue motivo de controversia cuando en una reunión del Consejo Económico y Social planteó avanzar en un pacto de "buen uso de las redes sociales. La iniciativa, que se enmarcaba en la adhesión de la Argentina al Pacto por la Información y la Democracia, que también integran Alemania y Francia.
Sin embargo, esta propuesta fue fue tomada por la oposición como un supuesto intento de acallar a los medios de comunicación. Además, desde adentro del Frente de Todos hubo voces en contra, como la del senador Oscar Parrilli y la diputada Cecilia Moreau; lo cual fue una muestra de que su rol en el Gobierno estaba desdibujado. Por ese entonces, en marzo cuando Beliz hizo ese anuncio, la inflación estaba por tener uno de sus picos en el año, fogoneada por el estallido de la guerra en Ucrania.