Luces y sombras en la primera semana de Massa al frente de Economía: el dólar contado con liqui cayó un 16,2 por ciento, los bonos en dólares subieron hasta un 16 por ciento. Pero las reservas cayeron 900 millones de dólares impactadas por la importación energética y los alimentos subieron un 2,1 por ciento en los últimos siete días, rezago de suba de insumos anteriores.
“Si no hay paz social no va a haber estabilidad macroeconómica y si no hay estabilidad macroeconómica no hay paz social”, señaló el flamante ministro a El Destape. A Massa le preocupa la caída de ingresos, “fundamentalmente en el conurbano”. Por eso apura una reunión urgente con empresarios y gremios.
De los 900 millones que cayeron las reservas 700 fueron de energía. Difícil lidiar con esa cifra. Los mercados lo recibieron bien y ahora esperan. En los próximos 45 días el funcionario espera cosechar 6000 millones de dólares de liquidación de divisas de tres sectores: agro, minería y pesca. La cifra es un 62 por ciento mas alta que en el último mes y medio. Asegura que el acuerdo está cerrado. Habrá que ver si se cumple.
En agosto la cuenta de energía seguirá impactando. Pero en julio fueron 2200 millones de dólares y en el mes en curso será como máximo de 1600 millones y puede caer hasta 1200. El presidente del Central Miguel Pesce señaló a este medio que “la última semana no se va a repetir. En agosto veo un escenario de neutro a positivo en materia de reservas”. Todos miran si los dólares nuevos aparecen. El 19 de agosto firmarán 750 millones de dólares de un préstamo de la Corporación Andina de Fomento. La primera semana de setiembre Massa se encontrará con el titular del BID Mauricio Claver Carone. Ayer hablaron por teléfono. La relación es buena. Se espera un acuerdo superior al pactado.
Por último están los créditos Ripo, prestamos a corto plazo con garantía de papeles argentinos. El equipo económico estudia tres ofertas para acumular reservas y uno para re compra de deuda. Mientas tanto avanza el canje de deuda en pesos para limpiar los vencimientos cercanos que generan apremio. Parar la sangría, ordenar cuentas y acumular reservas son las prioridades.
Se viene la reunión con la mesa de enlace. Massa no espera nada de la reunión. Sabe que todo lo que pueda ofrecer será poco para la dirigencia gremial agropecuaria. Pero tendrá el gesto de reunirse. Reconoce que con Martín Guzmán el tipo de cambio real perdió 31 puntos. Su equipo piensa en los sectores a los que se le pueda mejorar la propuesta para que liquiden sin que impacte en precios y en el formato que no inunde el mercado de pesos.
Preocupado por la caída de ingresos le gustaría adelantar una suma fija. La CGT no quiere. Se reunirán en los próximos días. El martes se verá con Gabriel Rubinstein. Niegan que lo haya contratado y des contratado. Aún no se vieron. El economista fue criticado por sus posteos contra Cristina, pero eso no es el problema: son sus ideas, que no incluyen el cuidado de la paz social que el ministro busca.
Alberto y la unidad
“Sergio está haciendo un enorme esfuerzo, su ingreso calmó el ruido político. Para el frente interno logró unidad, porque no es de Cristina ni mío. Externamente se lee como la consolidación de la moderación. Eso ve el fondo y el Banco Mundial”. Alberto asume la nueva situación desde Colombia. “Con Sergio tengo muy buena relación. Yo me parezco a Cristina en lo ideológico y a Sergio en la practica económica”, resalta.
El presidente confía en que Massa conseguirá los dólares anunciados “y aún más”. Confía en que se viene una baja fuerte de subsidios energéticos. Habla de 4000 millones de dólares solo este año. Señala que el 35 por ciento de quienes entraron a la página de inscripción frenaron el trámite cuando llegaron a la parte en la que tenían que conceder que se cruzaran sus datos. No le gusta Rubinstein. Opina que es “muy ortodoxo”. Le gusta más Cecilia Todesca para el puesto de vice ministra.
Alberto afirma que estudió bien la acusación judicial contra Cristina. Que se choca contra todo el derecho procesal moderno que dice que se responde por tus hechos. “La castigan por haber sido presidenta, dicen que tenía que saber todo lo que pasaba, no tiene responsabilidad objetiva, es una barbaridad”
“El que este mejor va. Si esta Cristina que sea Cristina, si es Sergio que sea Sergio, si estoy mejor yo voy yo”. Alberto piensa en 2023. “Cuando vuelva de Colombia lo llamo a Máximo”, asegura.
El Patria lo ve bien a Massa
En el Patria se sienten cómodos con Massa. “Con Sergio se puede trabajar bien si estas de acuerdo o si no estas de acuerdo”. Preocupados, pero pensando que están haciendo lo que hay que hacer aseguran que Cristina y Massa trabajan bien. Que no hubo ningún problema estos días. Y confían en que “la dinámica de los tres funcione”. No les gusta Rubinstein. Claro. Ni en lo político ni en lo técnico. Si a Sergio le va bien se empodera. “Ahora hay que tratar de que el gobierno llegue bien a 2023”.