Los intendentes del PJ mantuvieron este miércoles una primera reunión para debatir el nuevo panorama en el Frente de Todos a partir de la decisión de Cristina Kirchner de no ser candidata en 2023. La cita en Cañuelas, a la que concurrieron los jefes comunales de la Primera y Tercera Sección Electoral donde se concentran los distritos más poblados, funcionó como previa a la ampliada que el lunes que viene en el CFI, donde los recibirá la liga de gobernadores. El debate quedó abierto tanto a candidaturas como a posible estrategias. Incluso, volviendo sobre discusiones que se creían ya saldadas, como la posibilidad de desdoblar la elección en la provincia de Buenos Aires y separarla de la nacional, una movida de la que en la gobernación aseguraban no tener nada que ver.
La decisión de Cristina impactó en el Frente de Todos en todo el país, pero en especial en la provincia de Buenos Aires, donde la vicepresidenta cuenta con el mayor número de votantes. Una boleta encabezada por ella como candidata a presidenta o -era la otra hipótesis- como postulante a senadora, aseguraba un piso de arrastre para quienes fueran pegados. Ahora, quedó todo en el aire y obliga a una estrategia más planificada para asegurar, por un lado, mantener la gobernación en manos del Frente de Todos y, luego, la mayor cantidad de municipios posibles.
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El mes pasado, los intendentes conformaron algo parecido a la liga de gobernadores, para elaborar una agenda común y buscar incidir en la discusión interna del peronismo. Ya habían mantenido un par de encuentros anteriores, donde trataron preocupaciones locales como los recursos para infraestructura y seguridad. Esas preocupaciones se trasladaron al proyecto de Presupuesto que este jueves deberá ser tratado por la Legislatura, con un fondo de casi 60 mil millones de pesos que, se supone, funcionará como llave para destrabar la aprobación de Juntos por el Cambio. Los intendentes ya habían conversado con el presidente Alberto Fernández la necesidad de no recortar la obra pública si se querían mantener las chances en la Provincia.
La intendenta de Cañuelas, Marissa Fassi, y su esposo, el titular de Vialidad Nacional, Gustavo Arrieta, hicieron de anfitriones en el encuentro de anoche. “Primero, vamos a hacer catarsis entre nosotros porque fue un golpe duro lo de Cristina porque ella es la figura más importante para el peronismo en la Provincia. Luego discutiremos para ver cómo seguimos”, comentó un intendente en la previa. A tono con el clima mundialista, definían el nuevo escenario como "salir a jugar la final sin Messi", sobre el paso al costado de la vicepresidenta. Con todo, convinieron que la palabra de Cristina y de Máximo Kirchner, titular del PJ Bonaerense, obviamente tendrá un peso decisivo.
Mucho se le reclamó desde el peronismo a Alberto Fernández que convocara a una mesa política para ordenar la discusión interna del Frente de Todos, pero nunca quiso avanzar en esa dirección por entender que era una forma de condicionarlo. Resultó que gobernadores y la cúpula de la central obrera decidieron este lunes armarla igual, adelantando que, luego de esa primera conversación, planeaban convocar a los intendentes. En el acto que hizo este miércoles por los tres años de gestión, Alberto pareció tomar nota de lo sucedido. "Me voy a poner al frente de todos nosotros, sin exclusiones, para que en diciembre de 2023, asuma quien asuma, no se hagan cargo de la Argentina los que entregaron al país", dijo en el escenario montado en plaza Colón, detrás de la Casa Rosada. Aseguró que iba a "ordenar nuestra fuerza política" para que estén todos incluidos.
Tendrá que apurarse para ponerse porque más que al frente parecería ir a la zaga. El lunes que viene, los gobernadores tienen agendado en la sede de la CFI recibir a la FAM, la federación de municipios que preside Fernando Espinoza, intendente de La Matanza. Igual que otras reuniones estaba programada de antemano, pero desde la condena y posterior decisión de la vicepresidenta, todo encuentro se reconfiguró en clave de política interna. Desde entonces, todas las alternativas volvieron a ponerse sobre la mesa en la provincia de Buenos Aires. De nuevo comenzaron a correr las versiones sobre una posible candidatura presidencial del gobernador Axel Kicillof, que dejaría abierto el camino a la gobernación para aspirantes como el jefe de gabinete Martín Insaurralde u, otra posibilidad, el ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, quien también imagina una posible postulación para la Casa Rosada. En La Plata insisten que no quieren saber nada con la pelea nacional y que Axel está decidido a ir por un nuevo mandato.
La campaña que estrenó este fin de semana -"Derecho al Futuro"- más las recorridas que viene haciendo por todo el territorio provincial, dan cuenta de las aspiraciones estrictamente bonaerense del gobernador. Entonces, otra alternativa que vuelven a barajar algunos intendentes, es la posibilidad de desdoblar la elección, tal como vienen anunciando la mayoría de las provincias. Apuntan a "alambrar" la Provincia y despegarse de la elección nacional, que muy posiblemente le reste votos, en especial ahora que quedó claro que Cristina no estará al frente de la boleta. “La discusión está vigente, pero no porque sea mi voluntad. Reflejo que hay una discusión en curso”, respondió Kicillof la semana pasada cuando le preguntaron, esquivando tomar posición.
Está claro que sin el peso de la estructura del PJ Bonaerense, en especial en los municipios, la cosecha nacional del Frente de Todos se vería en riesgo. Sería una manera casi de desentenderse de la puja por la Presidencia, algo que no podría hacerse sin la venia de Cristina. Por otro lado, para decidir el desdoblamiento se necesita del consentimiento de Juntos por el Cambio, dado que hace falta una mayoría especial en la Legislatura. Por ahora, la oposición dice estar en contra de separar el comicio.
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