Pese a que varios lo intentaron, ningún actor político de relevancia nacional pudo subirse enteramente a la victoria de los dos ganadores del domingo: Rolando Figueroa y Alberto Weretilneck, nuevos gobernadores de Neuquén y Río Negro. En el Frente de Todos hay diferencias. Desde la Casa Rosada pidieron "no nacionalizar" esas elecciones, a las que consideraron netamente "provinciales". Sin embargo, el kirchnerismo ve como ejemplo "para frenar a la derecha" a nivel país la coalición que armó el senador rionegrino y destacó que el triunfo fue "de la mano de Cristina".
En el oficialismo, Alberto Fernández y Sergio Massa felicitaron públicamente a ambos mandatarios electos. Cristina Kirchner no se expresó, aunque estuvo sobre todo muy atenta a la contundencia que podía llegar a tener un candidato de su interés: Weretilneck, quien llegó a estas elecciones con un armado súper mixto que incluyó a radicales, massistas, pejotistas y hasta a un delfín de La Cámpora como Martín Doñate, el senador que la Vicepresidenta quiso para el Consejo de la Magistratura y la Corte Suprema se lo negó.
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"Va a conducir Alberto Weretilneck y nosotros lo vamos a ayudar", fue lo primero que dijo Doñate desde Río Negro. Esa provincia fue una de las últimas en recibir a Cristina, quien dio una ponencia hace un mes en su Universidad Nacional y el acto fue impulsado por el propio Doñate. El nuevo gobernador ganó la elección por casi 20 puntos (sacó un 42%).
Para tener un panorama de la importancia que CFK le daba a esa provincia, desde el Ministerio de Interior celebraron la victoria en Río Negro. Afirmaron desde ese despacho a El Destape que fue "de la mano de Cristina". Y contaron que se trató de "un acuerdo de unidad articulado entre Wado de Pedro y Weretilneck para construir el triunfo".
"El acuerdo rionegrino marcó madurez de los sectores políticos que eligieron no hacerle el juego a la fragmentación política, como expresó Cristina en su visita en Río Negro. Tuvo como objetivo construir una gran unidad donde uno de los objetivos centrales es frenar el avance la derecha neoliberal", afirmaron desde el entorno de De Pedro.
De cara a la estrategia electoral K que podría venir del lado nacional para este 2023, en el kirchnerismo destacaron que en esa provincia "se definió que haya una lista única gobernador con tres colectoras". Y enumeraron: "La del propio Weretilneck, que se llama Juntos Somos Río Negro; la del peronismo, de Nos une Río Negro; y la del radicalismo, que de alguna manera recrea la transversalidad que planteó Néstor Kirchner como salida a la crisis en sus primeros años de gobierno".
Quien dio definiciones desde el sector de la Casa Rosada sobre las elecciones del domingo fue el jefe de Gabinete, Agustín Rossi. En una entrevista con El Destape Radio, dio sus sensaciones y dijo que "no son resultados electorales que se puedan transpolar linealmente a la cuestión nacional".
Explicó Rossi que "las dos coaliciones más importantes a nivel nacional aparecieron presentándose en forma dividida, tanto en Río Negro como en Neuquén en el caso del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio".
El jefe de ministros consideró que no hay que pensarlo como si tuvieran peso en las presidenciales de agosto y octubre. "Las elecciones tuvieron una dinámica provincial muy fuerte y las cuestiones que se resolvieron tienen que ver con lo provincial".
Asimismo, Rossi aprovechó para criticar a uno de los perdedores de la jornada, Javier Milei: "Después parece claramente que los candidatos apadrinados por Milei, este fenómeno del que se habla en estos días, no aparecieron con mucha receptividad de votos en ninguna de las dos provincias y sí aparece una cuestión de que los oficialismos en la provincias también tienen una situación de desgaste. Mi conclusión es que en ninguna de la dos elecciones se pueden sacar conclusiones determinantes sobre la cuestión nacional ni que puedan servir para proyectar nacionalmente alguna cuestión".
Milei presentó candidatos en ambas elecciones pero no tuvo grandes resultados. En Neuquén, tuvo al empresario de medios local Carlos Eguía, quien obtuvo alrededor del 8% de los votos y terminó en la cuarta posición. Y en Río Negro lo tuvo al intendente de Campo Grande, Ariel Rivero, el cual llegó solo al 9% de los votos y también finalizó cuarto.