Los intelectuales -artistas, escritores, periodistas- más cercanos a Cristina Kirchner emitieron este lunes una carta en respuesta a la que los pensadores más afines a Alberto Fernández sacaron la semana pasada. El documento, titulado "Moderación o pueblo", tiene un obvio contenido crítico a las políticas nacionales, pero pondera el mantenimiento de la unidad como concepto estratégico. Fue en el cierre de una jornada en la que, en declaraciones a El Destape, el Presidente consideró "imprescindible" la unidad del Frente de Todos para resolver los problemas de la Argentina y evitar la vuelta de la derecha en el próximo turno electoral.
Luego de la votación dividida del oficialismo por el acuerdo con el FMI en la Cámara de Diputados, un grupo de intelectuales -entre los que se encontraban Jorge Alemán, Ricardo Forster, Alejandro Grimson, María Esperanza Casullo, Edgardo Mocca, Eduardo Aliverti y Dora Barrancos, entre muchos nombres más- sacaron el documento "Unidad del campo popular en tiempos difíciles", en defensa de la gestión del Gobierno. Allí hicieron una caracterización de época con el avance de la derecha, la ultraderecha y el neoliberalismo en el mundo frente a lo que se debía evitar la fragmentación del campo popular. Planteaba la moderación como "opción táctica" para las actuales condiciones caracterizadas por la aparición de "cisnes negros", como se denomina a los acontecimientos imprevistos. "Hay momentos en la historia en los cuales la moderación puede ser transformadora y la radicalización impotente", planteaban. Vale aclarar que muchos de los firmantes de ese documento en su momento estuvieron en la primera fila de la defensa de la gestión de Cristina Kirchner.
La respuesta firmada este lunes por otra larga lista de personalidades de la cultura identificados con la vicepresidenta -Teresa Parodi, Eduardo Basualdo, Liliana Herrero, Roberto Salvarezza, Adrián Paenza, Alberto Kornblihtt, Rita Cortese, Noe Jitrik, Andrea Varela, Victoria Onetto, Carlos Rozanski, María Pía López, Mempo Giardinelli y Dady Brieva, por nombrar algunos- comenzó celebrando la apertura del debate entre compañeros y compañeras y también destacando el valor de la unidad, pero se preguntan unidad para qué. "La unidad no se mantiene porque se la nombre. Se mantiene si continúan activas las políticas que le dieron origen", advirtió el texto. Criticó la carta del otro sector por utilizar un lenguaje "suave" y no definir claramente al enemigo.
"Mientras tanto, la política gubernamental ha llegado a su punto más trágico: la preparación de escenarios de anuncios donde no se realizan anuncios. Es la práctica fallida de anticipar políticas que no se concretan: el mismo gobierno genera las expectativas y la defraudación de las expectativas", afirmaron en referencia a la "guerra" a la inflación lanzanda por el Presidente. Y criticaron las supuestas virtudes de la moderación: "Todo lo que se presenta moderado termina siendo débil y sin capacidad transformadora. Es necesario recordarlo: los gobiernos no se evalúan por sus intenciones, sino por sus realizaciones".
También plantearon que más allá de la velocidad con la que se ponen en marcha las políticas, lo que se cuestionaba era su dirección. "Paradójicamente, la unidad a la que se convoca, en el marco de políticas regresivas, puede profundizar la crisis de la otra unidad: la de la base electoral del Frente de Todos", subrayaron. Pusieron como el ejemplo más claro la pérdida del poder adquisitivo de los salarios en el período 20-21, período en el que -agregaron- creció el excedente empresario en más de tres puntos del PBI, lo que evaluó como resultado de las "políticas de ajuste implementadas por nuestro propio gobierno".
Esfuerzos por la unidad
El extenso documento dedicó un tramo a sopesar la "correlación de fuerzas" que en la carta del "albertismo" se planteó como un impedimento para avanzar más resueltamente. "Analizar esa correlación de fuerzas sin incorporar cómo modificarlas es un mecanismo conservador que inmoviliza. Las políticas públicas rupturistas de un orden injusto e insustentable no son irracionales e infecundas; son las que mejoran la vida de nuestro pueblo", replicaron. Más allá de este tono, evidentemente crítico, el texto concluyó con otra alusión a la unidad y una propuesta: "se sale convocándonos todos y todas a un proceso de discusión pública fecundo y fraterno".
En medio de la crisis que sacude al Frente de Todos, unas horas antes el Presidente también realizó una invocación a la unidad. "Es imprescindible la unidad del Frente de Todos para enfrentar los problemas de la Argentina y evitar que vuelva la derecha", expresó en comunicación con Roberto Navarro como respuesta al editorial con el que inició su programa en El Destape Radio. "Es necesario que se mantenga unido el Frente de Todos pese a las diferencias para que Juntos por el Cambio no vuelva a gobernar", agregó Fernández.
No fue la única señal del Poder Ejecutivo en ese sentido. El canciller Santiago Cafiero, tal vez el funcionario más cercano políticamente al Presidente, sacó una nota en el portal El Cohete a la Luna exhortando a mantener la unidad del oficialismo luego de las diferencias surgidas en torno al acuerdo con el FMI. "Ignorar que el Frente de Todos hoy atraviesa un momento político crítico sería necio. Claro está, hubiese sido mucho mejor que nuestro espacio político votara unido. Sin embargo, estas diferencias en el seno de nuestra coalición bajo ningún aspecto deben transformarse en una ruptura del espacio político. Las transformaciones que necesitamos para modificar la realidad productiva, laboral y social de nuestro país requieren de la unidad de la coalición, del trabajo y las ideas de todas y todos los compañeros que constituimos este espacio político", escribió.
Algo parecido planteó el jefe del bloque de diputado del Frente de Todos, Germán Martínez, quien tiene la tarea por delante de rearmar el trabajo conjunto en el Parlamento. "Todos nos tenemos que transformar en constructores de unidad y de puentes desde el lugar que nos toque", dijo. Planteó que se debía "dar vuelta la página" de lo que fue al discusión por el acuerdo y, a partir de ahora, trabajar en el fortalecimiento de la gestión de Alberto Fernández.