La vicepresidenta Cristina Kirchner buscó bajarle el tono a lla interna en el Frente de Todos, pese a marcar diferencias con la política económica, y aseguró que con el Ejecutivo "no hay pelea, hay debate". Tras ese mensaje en referencia a Alberto Fernández, alertó sobre el incumplimiento del contrato electoral: "No estamos haciendo honor a tanta confianza que nos depositaron".
"Siempre tratan de asociarme a las malas emociones que soy mala, puedo tener muchos defectos, pero nunca decido las cosas a traves de mis hormonas sino de mis ideas muchos dirigentes de todos los colores y partidos dicen que las mujeres somos histericas, ellos son hormonales que se pelean para ver quien se sienta adelante o atras", afirmó en un acto en la Universidad Nacional del Chaco Austral, donde recibió un doctorado honoris causas.
La vicepresidenta negó que haya sido un error la elección de su compañero fórmula, pero reconoció que "fue una acción generosa que quien resultó electo presidente pudiera decidir libremente quién era su gabinete económico, todos los hombres y mujeres de ese gabinete económico".
Recordó que 2019, cuando ella ya sabía quién iba a ser el ministro de Desarrollo Productivo y que había escrito un libro en contra de la gestión 2003-2015 (en referencia a Kulfas) le dijo a Alberto "ojo porque en la administración del comercio tanto interior, como exterior, va a venir puja distributiva”. Según relató, la vice mandó a “un joven economista (no dio su nombre) para que fuera a verlo” para rearmar la Secretaría de Comercio Interior y Kulfas, según la exmandataria, respondió: “Nosotros no vamos a hacer lo que hicieron ustedes. Esto va a ser diálogo y consenso, ustedes fueron muy intervencionistas”. Y lanzó como conclusión: “Un poco más tarde entendí que, algunos, cuando dijimos que había que volver mejor, había que hacer lo contrario a lo que hicimos nosotros, porque se tragaron el amague de que los problemas que tuvimos nosotros era por los modales. Uno tiene que saber debatir y los intereses que tiene enfrente”, señaló.
Por otro lado, cuestionó que las versiones de supuestas disputas no derivan en renuncian para no dejar "las cajas". En ese marco, reveló que cuando Daniel Arroyo anunció que dejaría el Ministerio de Desarrollo Social, Fernández le dijo al líder de La Cámpora y diputado nacional Máximo Kirchner, que pensó para el puesto al ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés "Cuervo" Larroque, que al principio de la semana había criticado al Presidente y el ala económica de su gobierno. “Máximo Kirchner le dijo que no, al Cuervo lo iba a dejar ayudando a Axel (Kicillof, gobernador bonaerense)y vos ponelo a ‘Juanchi (por Juan Zabaleta, actual ministro de Desarrollo de la Comunidad)”
“Algunos deberían revisar editoriales y comportamientos y conductas",sugirió, señalando que Desarrollo Social es "uno de los ministerios que más dinero manejan”. Y sentenció: "Conmigo nunca van a tener el problema del off, yo hablo y vivo en on. Lo que digo, lo sostengo, le pongo la cara, el cuero y la firma".
Sobre el final de su discurso, la vicepresidenta pidió que “nadie se haga la víctima, porque la única víctima son los que no llegan a fin de mes, no tienen laburo, no tienen para darle de comer a sus hijos y los tienen que llevar a un colegio para que les den un plato de sopa o de carne".
"Por eso tenemos la obligación de debatir y discutir, no de la boleta única, sino cómo hacemos para devolverle a la gente la esperanza a la gente y los anhelos. Porque esa es mi mayor preocupación y sensación de amargura. La confianza, los anhelos y las esperanzas que nos depositaron. La verdad es que creo no le estamos haciendo honor a tanta confianza, amor y esperanza que nos depositaron”, lanzó, en una autocrítica a la gestión del Frente de Todos.
En el Salón de Convenciones Gala de la capital chaqueña, la ex vicepresidenta ofrece una ponencia doctoral titulada ‘Estado, Poder y Sociedad: la insatisfacción democrática’, según lo determinado por la reglamentación vigente de la Universidad, luego de recibir los símbolos de su distinción: el título académico, una estola y una medalla. Junto a ella están el rector de la Uncaus, Germán Oestmann, y el vicerrector, Manuel García Sola, con el acompañamiento del gobernador de Chaco, Jorge Capitanich.