Luego de que trascendieran diferencias internas -otra más- en el Ejecutivo, el presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Sergio Massa, compartieron una actividad en Mendoza y se prodigaron gestos de afecto. "Estamos peleando día a día por recuperar a la Argentina en un mundo muy complejo", comentó el Presidente, unas pocas horas después de que Massa le explicara a banqueros e inversionistas la operación de canje de bonos en moneda extranjera de los organismos públicos. Más allá de los gestos de recomposición, la titular de Aysa, Malena Galmarini, confirmó el malestar de su marido por los ya famosos off que adjudicaron a integrantes del entorno presidencial adelantando supuestas medidas. Cerca de Alberto minimizaban: "la tensión está en la situación económica, lo político lo arreglamos en dos minutos".
En la agenda de Presidencia se informaba que Alberto viajaría a Mendoza únicamente con el ministro de Transporte, Diego Giuliano, así que lo de Massa fue una decisión de último momento. Luego del índice de inflación del 6,6%, los problemas recrudecieron el fin de semana con las versiones publicadas que adelantaban un desdoblamiento cambiario en el que se le ofrecería a los exportadores un dólar similar al financiero. Luego, desde Economía y el Banco Central salieron a negar la posibilidad pero, en un marco de precariedad, insultaron por lo bajo al autor de la infidencia. Los ojos se posaron en el jefe de asesores del Presidente, ex CEO Antonio Aracre, quien sería de la idea de alguna medida audaz para resolver la falta de divisas.
“Las operaciones políticas nunca gustan, los off nunca gustan; y cuando vos sabés de dónde vienen, uno tiene derecho a enojarse”, sostuvo Malena Galmarini más o menos a la misma hora que Massa se mostraba junto a Alberto. Entre otras razones, Malena salió a hablar en algunas radios para desmentir ella también un supuesto favoritismo de Aysa en sus licitaciones. Cuando le preguntaron de dónde venían los off, aseguró que era "desde dentro de la Casa Rosada". “No tengo alma de vigilante, así que cada uno sabrá qué hizo. Además entiendo que Sergio se los dijo también porque no es especulador, no es ese ventajero que quisieron hacer creer. Va, se sienta y te dice las cosas”, completó.
Según las versiones, ese diálogo mano a mano de Massa con Alberto había incluido un ultimátum del ministro acerca de que era la última operación de ese tipo que toleraría. En la saga de malentendidos de estos días, también se incluía que supuestamente el Presidente no había sido notificado de la intervención administrativa a Edesur. Pero luego de ese diálogo el clima mejoró, convenieron el canje de bonos en dólares y ayer arreglaron el viaje a Mendoza para celebrar la reposición del servicio de trenes luego de 30 años. Cerca de Massa negaban amenazas. "No vamos a abandonar el barco", sostenían. También en el entorno del Presidente replicaban que la relación entre ambos seguía tan fluida como siempre.
Sin embargo, le adjudicaban al ministro una conducta zigzagueante que a veces se hacía difícil de descifrar. Por ejemplo, estaban convencidos de que en las notas del fin de semana que hablaron de desdoblamiento cambiario también había fuentes de Economía. Como fuera, para el miércoles el convencimiento era que el tren del Frente de Todos era uno solo y que a todos convenía que llegara en buenas condiciones a la estación si es que se quería arribar con posibilidades al momento de las elecciones, sea quien sea el candidato.
Massa es el fino hilo que mantiene conectados a Alberto con la vicepresidenta Cristina Kirchner, por lo que aseguraban que todas las medidas que tomaba las consultaba con ambos y que no eran ciertas las versiones de supuestas sorpresas. Pese a todas las dificultades, buscaban insuflar optimismo. En el habitual bombardeo nocturno de buenas noticias, mencionaban la nueva baja de la tasa de desempleo, la exitosa licitación de deuda del Tesoro Nacional en un día clave y el buen clima que creyeron percibir para la operatoria de canje de deuda en dólares. Por la noche se distribuyó el decreto que reglamentó la operatoria, una medida clave para definir la suerte del Gobierno en las semanas que vienen.