En este mundo de lealtades tan volátiles, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) acaba de tener un nuevo gesto valioso con la Argentina y la región, como antes lo tuvo con la Bolivia democrática, cuando en las propias narices de la OEA de Luis Almagro, propiciador del Golpe de 2019, le brindó su primer refugio al socialista Evo Morales.
Esta vez son declaraciones de apoyo en el momento más crítico de la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI); y en términos que suelen incomodar a las elites de Washington, cuestión que no abunda mucho desde que el “lawfare” colocó a los sectores progresistas a cuestionar a Venezuela o Nicaragua más que al injerencismo de los Estados Unidos en lo que históricamente concibe como su patio trasero.
En su habitual contacto matutino con los periodistas aztecas, AMLO no solo le exigió al FMI que brinde “un trato justo” a nuestro país. Además, apuntó directamente al organismo multilateral de crédito al calificarlo de “corresponsable en el endeudamiento excesivo”.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
También alertó sobre sus exigencias o los reclamos de ajuste: “Van a empobrecer más al pueblo y a debilitar por completo” al gobierno de Alberto Fernández.
“Si un país está endeudado y viene una elección, y para salvar al gobierno que quiere continuar, le inyecta más recursos, pues existe una corresponsabilidad, entonces (el FMI) tiene que asumir eso”, dijo AMLO, para luego preguntarse: “¿Por qué no reconocen que cometieron el error de darle créditos al gobierno anterior más allá de lo razonable?”.
“Porque por razones políticas, querían que ganara de nuevo el presidente (Mauricio Macri)”, se respondió. Y ahora “quieren que el nuevo gobierno argentino les pague de inmediato y le están imponiendo condiciones que son completamente injustas”.
¿Por qué el presidente de México, a 7400 km de Buenos Aires, logra exponer con semejante claridad cuál es el problema que la mitad del panelismo local ni siquiera parece registrar todavía?
Ni hablar de la oposición macrista, que abiertamente boicotea cualquier actitud que ayude al gobierno a resolver el problema que crearon cuando eran oficialismo. Las declaraciones de AMLO no hacen otra cosa que empequeñecerla aún más. Resumirla a ser una hinchada del FMI en el Parlamento y en la TV.
Igual, son coherentes. Su postura, de grosera hostilidad con los habitantes de su propio país, que son los que van a pagar con ajustes, privaciones y empobrecimiento, está en línea con el stand by delirante que su jefe político Macri y el FMI acordaron en su momento.
Por desgracia, de Trump a Biden no parece haber cambiado mucho la política de los Estados Unidos hacia la Argentina. Por una cosa o por la otra, siempre resulta perjudicial.
O porque te ayudan a endeudarte de un modo alegremente criminal o porque luego juegan a hacerse los distraídos cuando el país pide que lo ayuden a crecer, con una quita o con mayor plazo o con una baja de las sobretasas, es decir, con algo para pagar el total de lo adeudado.
En este contexto de asedio económico, las visitas del presidente Fernández a Rusia y a China podrían ser la puerta a algún tipo de solución no convencional a la crisis.
Marechal decía que de los laberintos se salía por arriba. Volando. Como hará Alberto Fernández, en 10 días.