Este viernes por la noche un reclamo de miles de mujeres y hombres finalizó con destrozos e incendios en la Casa de Gobierno, Tribunales y Legislatura. Hubo rotura de vidrios; quema de ventanas, puertas, computadoras, aires acondicionados; robo de elementos; daños a dos vehículos estacionados y lesiones a tres policías.
Un grupo de personas violentas desvirtuó la concentración que reclamaba justicia por el femicidio de Florencia Romano (14) y exigía la renuncia de funcionarios tras conocerse que un llamado al 911 sin accionar pudo haber intervenido en la tragedia.
La convocatoria se hizo desde el colectivo Ni Una Menos e invitaba a participar en los principales puntos céntricos desde las 18hs bajo los hashtags #ElEstadoEsResponsable #FueraMunives #Fuera Levrino por Roberto Munives, jefe de la Policía y Raúl Levrino, ministro de Seguridad respectivamente.
Este mediodía ambos funcionarios junto al ministro de Gobierno, Víctor Ibáñez realizaron una conferencia de prensa para hablar de los incidentes ocurridos anoche. “Esta marcha multitudinaria, correcta, que se venía desarrollando por las calles de la Ciudad de Mendoza, fue desvirtuada por un grupo de personas violentas, antidemocráticas, antisistema y extremistas que no tienen absolutamente nada que ver con quienes llevaron adelante la organización de la marcha”, señalaron.
Desde Ni Una Menos Mendoza expresaron a El Destape que “no iniciamos ningún tipo de destrozo. Convocamos a una marcha con el apoyo de la familia de Florencia y era para pedir justicia”. Una referente agregó que “no sabemos quiénes fueron, pero vimos a hombres”.
El primer relevamiento señala daños cercanos a los $55 millones sumando las sedes de los tres poderes del Estado.
La provincia de Mendoza enardeció cuando se conocieron los detalles de la muerte de Florencia, quien había desaparecido el sábado anterior y que tras una desesperada búsqueda de cinco días fue hallada sin vida el jueves por la tarde; una pareja que la habría contactado por Instagram quedó imputada por el delito de femicidio en grado de coautoría. Se trata de Pablo Arancibia (33) y Micaela Méndez (27); fue en su domicilio donde se vió por última vez a la adolescente.
Tras conocerse la tragedia que tiñe de negro los últimos días del 2020 a la provincia cuyana, los fiscales que investigan la causa manifestaron su descontento con una llamada al 911 que fue desestimada por el Centro Estratégico de Operaciones (CEO). La advertencia se realizó el mismo día de su desaparición y daba cuenta a las 18.58 de una situación de violencia de género con escuchas de “pedidos de auxilio” en la vivienda de la pareja detenida. La comunicación se cortó y no hubo ninguna derivación correspondiente. Por este hecho una mujer policía fue puesta en pasiva hasta que la Inspección General de Seguridad (IGS) investigue su responsabilidad en el llamado que aún se indaga si fue cortado por el denunciante o la uniformada.
La organización que convocó la marcha insiste con que “caigan las responsabilidades policiales, judiciales y políticas” sobre este hecho. Advirtieron a este diario que “el 911 funciona mal y no se toman en cuanta alertas de violencia”. Además, solicitan que la investigación se amplíe debido a que la forma de captación se relaciona con redes de trata que en Mendoza existen.