Solá y Blinken hablaron de un posible encuentro Biden-Fernández

El canciller mantuvo su primer contacto con el secretario de Estado. Durante casi una hora repasaron varios temas de la agenda común y hablaron de un posible cumbre de presidentes cuando la situación lo permita. No hablaron de la deuda con el FMI ni de Venezuela, pero sí conversaron sobre Bolivia y la OEA.

03 de abril, 2021 | 00.02

El secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, le aseguró al canciller Felipe Solá que en la Casa Blanca está bien valorada la capacidad de dialogar "con todos" que exhibe el presidente Alberto Fernández y avanzaron en la posibilidad de un encuentro bilateral con Joe Biden en Washington, que se producirá cuando las condiciones sanitarias lo permitan. Solá, en tanto, elogió la decisión de la gestión demócrata de volver al multilateralismo luego del paréntesis que significó la administración de Donald Trump y convinieron en la necesidad de unir voluntades en la pelea contra el cambio climático. En un diálogo cordial de casi una hora, el primero entre ambos, también hubo lugar para tocar temas en los que hay diferencias como la situación en Bolivia y los desmanejos de la OEA de la mano de su secretario Luis Almagro.

 Quienes tuvieron oportunidad de escuchar la conversación aseguraban que se notó la voluntad de Blinken de utilizar este primer contacto con Solá para hacer un repaso de los puntos en común de la agenda bilateral. “Es muy grato para la Argentina participar de la Cumbre y reafirmar en ese espacio nuestro compromiso con la respuesta al cambio climático y la pronta y plena implementación del Acuerdo de París”, indicó Solá. Biden le envió una carta a Fernández para invitarlo personalmente para hablar en la Cumbre de Líderes sobre el Clima que se realizará entre el 22 y el 23 de abril en formato virtual. Este punto es uno de los que Biden muestra un giro total respecto a Trump, un negador del cambio climático. 

Otro es la anunciada vuelta de Estados Unidos al multilateralismo y a organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS), de la que Trump se retiró a mediados del año pasado, acusándola de estar bajo control chino. Solá le expresó a Blinken la satisfacción argentina por esa decisión en el marco de la continuidad de una crisis global provocada por la pandemia. El canciller estuvo acompañado durante el diálogo por el secretario de Relaciones Exteriores, Pablo Tettamanti, y el jefe de Gabinete de la Cancillería, Guillermo Justo Chaves. 

Respecto a la distribución de las vacunas, el canciller le comentó que Argentina se proveía principalmente de los laboratorios rusos y chinos porque eran los que tenían dosis disponibles. Blinken le aseguró que en el tema vacunas no iban a entrometerse y le aclaró que habían invertido dos mil millones de dólares para financiar al mecanismo Covax, que se encarga de repartir vacunas entre los países del mundo más complicados, y que destinarán otro tanto para el próximo año. Argentina recibió el fin de semana pasado el primer lote de 218 mil dosis de las Covax. 

Más que en el origen de las vacunas, en lo que sí se mostró interesado Blinken fue en la posibilidad de que China construya una base militar en Tierra del Fuego. Es una versión que viene dando vueltas desde hace un tiempo, pero Solá se lo negó. De hecho, quien estará visitando la zona la semana que viene será nada menos que el jefe del Comando Sur, Craig Faller. Las dos principales potencias mundiales también dirimen su disputa en el Atlántico Sur. 

Venezuela no, Bolivia sí

Los testigos de la charla aseguran que no se habló de Venezuela, ni de la reciente salida argentina del Grupo de Lima. Tampoco de las negociaciones con el FMI por la deuda. De un país de la región que se habló en particular fue de Bolivia, dado que Blinken quiso conocer la opinión de Solá respecto a las recientes decisiones judiciales que terminaron con la ex presidenta de facto Jeanine Añez en prisión preventiva. El canciller le explicó la posición del Gobierno respecto a la secuencia de sucesos en el país vecino y sostuvo que, lamentablemente, la Justicia allí actúa a favor de quien sea oficialista: antes a favor de los golpistas y ahora en contra de ellos. El canciller tenía listas varias argumentaciones en caso de que la charla fuera girando hacia ciertos temas espinosos, pero no tuvo que utilizar prácticamente ninguna.

La única queja argentina, y se relacionó en parte con los sucesos en Bolivia, tuvo que ver con el funcionamiento de la OEA bajo la conducción del uruguayo Luis Almagro. La postura del gobierno argentino es que el organismo no representa equitativamente a todos los países, como correspondería, sino que juega abiertamente a favor de determinados gobiernos: los que están alineados con la Casa Blanca. Pero Solá personalizó sus críticas en Almagro. Blinken lo escuchó atentamente y le agradeció su opinión.

Finalmente, evaluaron la posibilidad de una cumbre entre Fernández y Biden. El secretario de Estado les contó que en dos semanas tendrán la primera bilateral en su mandato cuando los visite el primer ministro de Japón, Yoshihide Suga, y que, en base a cómo funcionen los complicados protocolos, armarán un cronograma de los próximos presidentes que recibirán. Estaba previsto que este año se haga en Estados Unidos la Cumbre de las Américas, pero todo indica que por la pandemia quedará para el año que viene. Es de imaginar que el encuentro entre Biden y Fernández se haga antes, en la medida que la situación sanitaria se normalice. 

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