El Gobierno nacional entregó a Trenes Argentinos Carga 10 vagones elaborados por Fabricaciones Militares (FMSE) de trocha angosta que se sumarán a la flota del Belgrano Cargas. Los trenes fueron realizados en la fábrica FMSE de Río Tercero que había sido desfinanciada por el macrismo.
El gobierno además firmó un Memorando de Entendimiento entre Trenes Argentinos y la Cámara de Industriales Ferroviarios de la República Argentina (Cifra) para la producción en el país de 1.000 vagones y 300 contenedores.
El acto se realizó en la estación porteña Saldías de la línea Belgrano Norte, en el barrio porteño de Retiro, según se informó oficialmente. En un principio, la actividad iba a estar encabezada por el presidente Alberto Fernández pero finalmente fue suspendida su participación por cuestiones de agenda, indicaron las fuentes.
La firma del Memorando, que tiene el objetivo de iniciar una segunda etapa en la que se consiguió mejorar las condiciones de un crédito con la firma china Machinery Engineering Corporation (CMEC) rubricado en 2013, beneficiará al sector industrial y generará trabajo genuino a través del Proyecto de Fabricación Nacional de vagones de carga en la Argentina, indica el comunicado.
El desfinanciamiento del macrismo
Las sedes de Fabricaciones Militares fueron en algunos casos cerradas y en otros desfinanciadas con el despido de personal y la quita de recursos económicos. Río Tercero -donde se fabricaron los trenes- sufrió el despido de 59 empleados a mediados de 2018.
El momento de tensión se profundizó cuando los despedidos se enteraban que se quedaban sin empleo debido a que leían en una lista quiénes eran los que quedaban en la calle.
El macrismo cerró fábricas como Fanazul en la localidad bonaerense de Azul que ahora volvió a abrir sus puertas y busca retomar su producción con la destrucción segura de chalecos antibala.
Además de desmantelar las plantas, el macrismo dispuso la transformación de la Dirección Nacional de Fabricaciones Militares en una sociedad del Estado, medida que perjudicó a los trabajadores y que abría las puertas a la privatización.
Fabricaciones Militares sufrió el cierre de proyecto sobre vagones, la suspensión del convenio con INVAP para la fabricación de radares, el acuerdo con Yacimientos Carboníferos de R y Turbio y una merma en la fabricación de pólvora tanto para la actividad privada como para el Estado.