Con la recaudación paralizada por la pandemia del Covid-19, el gobernador cordobés Juan Schiaretti recibió este martes una noticia alentadora de parte de la Casa Rosada: un auxilio financiero de $ 4.800 millones, mediante créditos preferenciales. El anuncio se lo hicieron mediante una reunión virtual, el jefe de Gabinete de la Nación, Santiago Cafiero y el ministro de Economía, Martín Guzmán. En la reunión, además del gobernador cordobés, participaron el ministro de Finanzas de la provincia, Osvaldo Giordano y la ministra de Coordinación, Silvina Rivero.
Frente a la crisis que atraviesan las provincias por la recesión producida por la pandemia del Covid-19, la Casa Rosada puso en marcha el Programa para la Emergencia Financiera Provincial, con $ 120 mil millones en partidas para los estados provinciales. El 50% de esas partidas extraordinarias provienen de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) canalizados a través del Ministerio del Interior; mientras que el otro 50% los aporta el Ministerio de Economía a través del Fondo Fiduciario.
Más allá de la ayuda financiera –también se acordaron a través del Decreto 352/2020 asistencias a las provincias de Santa Fe, Santa Cruz y Misiones-; la reunión entre Schiaretti y los ministros Cafiero y Guzmán implica un nuevo acercamiento entre Córdoba y la Casa Rosada.
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Schiaretti se define como “peronista republicano” y en las elecciones presidenciales del año pasado sólo trabajó la boleta corta de diputados nacionales, en un apoyo subterráneo para la reelección de Mauricio Macri. El ex senador Miguel Pichetto, compañero de fórmula de Macri, fue uno de los socios de Schiaretti en Alternativa Federal, una intentona de la derecha para dividir al peronismo que se derrumbó cuando Sergio Massa anunció que trabajaría por la presidencia del candidato peronista Alberto Fernández.
De excelente sintonía con su colega de Santa Fe, Omar Perotti; cada vez que tiene que sentarse a negociar con la Casa Rosada, Schiaretti consulta a su vecino: los une que ambas provincias tienen realidades similares, tienen una extensa frontera común y ambos mandatarios miran con recelo al cristinismo.
Fue Perotti quien convenció a Schiaretti que tiene que apoyar al presidente Alberto Fernández en torno a la expropiación del gigante agroexportador Vicentín. Ambos, para no romper con los sectores conservadores del campo que los llevaron al poder, apoyarán con sus diputados y senadores una ley impulsada por la Casa Rosada que utilice el término “rescate” en vez de “expropiación”; una cuestión semántica que apuntaría públicamente a destacar las bondades de la expropiación: evitar los despidos de los miles de trabajadores de la planta en todo el país; y asegurar el pago de las millonarias deudas a los pequeños productores que vendieron sus granos y nunca cobraron al pool exportador dirigido por Gustavo Nardelli, Sergio Vicentin y Alberto “Beto” Padoán.
Schiaretti tiene en el Congreso cuatro diputados propios del bloque Córdoba Federal, encabezado por su esposa Alejandra Vigo. El próximo jueves, Vigo, Claudia Márquez, Carlos Gutiérrez y Paulo Cassinerio mantendrán una reunión virtual con las patronales del campo agrupadas en la Mesa de Enlace de Córdoba. En esa reunión, lejos de romper con “el campo”, los diputados schiarettistas explicarán que apoyan “el rescate” lanzado por el presidente Alberto Fernández, que implica que cerca de 500 productores rurales cordobeses puedan cobrar lo que le vendieron a Vicentín: $ 5.000 millones en granos y otros productos.
El encargado de negociar en el Congreso con el presidente de Diputados, Sergio Massa, la postura de Córdoba es el diputado Gutiérrez, ex ministro de Agricultura de Schiaretti y hombre de aceitados vínculos con la Mesa de Enlace. Paradójicamente, el peronismo cordobés gobierna la provincia mediterránea desde 1999 con el voto de los sectores más conservadores de Argentina.
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