El Procurador general de Bolivia, Wilfredo Chávez, dijo que hay documentos que prueban que el Gobierno argentino del ex presidente Mauricio Macri estuvo involucrado en el derrocamiento de Evo Morales en 2019.
Chávez, de 52 años, dijo en una entrevista con el diario Página/12 que los rebeldes bolivianos que organizaron el levantamiento que condujo a la renuncia de Morales tenían apoyo directo de la Casa Rosada y de otros líderes regionales.
“No solo fue Argentina, sino también Ecuador, y la información que hemos obtenido es que, efectivamente, durante los días del golpe se realizaron gestiones extralegales para que de gobierno a gobierno se apoyaran en el suministro de armas … a la población civil, que lamentablemente han sido utilizados en las posteriores masacres ocurridas el 15 y 19 de noviembre en mi país”, explicó.
El fiscal añadió que “la forma de ingreso de estos materiales fue absolutamente irregular e ilegal” y que “la distribución se hizo de la misma manera”. Agregó que a partir de pruebas escritas halladas recientemente, “hubo cooperación, ya sea a nivel consular o de entidades armadas”. También señaló que si bien Macri ha negado cualquier implicación, los documentos prueban su participación “tanto en el envío como en la recepción” de material militar, por lo que “creo que este proceso concluirá con una acusación” contra el exjefe de Estado argentino.
“Estamos hablando de un golpe de estado… y también de acciones posteriores al golpe… ayudar a un gobierno asesino, criminal, que tomó el antiguo palacio de gobierno precisamente para reemplazar los cargos políticos que las urnas les habían negado por tanto tiempo”, continuó Chávez.
“Evidentemente fue un golpe. Con muertos, con tanques, con toda la forma brutal en que se ejerció el poder”, subrayó el jurista mientras prometía dar a conocer al mundo sobre “la cooperación y participación internacional” una vez finalizada su propia indagatoria.
Chávez también se refirió a un supuesto encuentro entre la entonces presidenta en funciones de Bolivia, Jeanine Áñez, y el brasileño Jair Bolsonaro, cuando en teoría “Áñez nunca salió del país”, lo que agregaría a Brasil a la lista de colaboradores extranjeros. “El primer gobierno que reconoció [a Áñez como presidenta] fue el de Bolsonaro a las pocas horas de asumir”, señaló Chávez. “Queremos llegar a la verdad histórica de lo que pasó en ese noviembre, antes y después de que esta gente tomara por la fuerza el gobierno de Bolivia”, explicó.