El juez federal Martín Bava volvió a citar a Mauricio Macri a indagatoria en el marco de la causa en que se investiga el espionaje ilegal a los familiares del ARA San Juan. Fijó fecha para el próximo 3 de noviembre a las 12 luego de que este jueves se suspendiera la audiencia a pedido de la defensa del exmandatario, quien solicitó se lo releve de guardar secretos de Estado para poder declarar. El mismo jueves el presidente Alberto Fernández firmó el decreto para levantarle el secreto a Macri, lo que habilitó a Bava a citar al exjefe de Estado por cuarta vez. La audiencia será presencial.
Este jueves, Bava debió suspender la indagatoria porque el expresidente en tándem con el fiscal de Dolores Juan Pablo Curi sostuvo que se tenía que levantar el secreto para que pudiera declarar. En verdad era algo innecesario. Se trató de una maniobra dilatoria que a la vez buscó desprestigiar al magistrado, al que Macri intentó apartar del caso (y puede que insista con ese planteo). Todo fue parte de la estrategia defensiva del exjefe Estado que contó con la complicidad de Curi.
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“En el día de ayer, en momentos en que se llevaba adelante la audiencia indagatoria (art. 294 C.P.P.N.) respecto del imputado Ing. Mauricio Macri, tanto su defensa particular en cabeza del Dr. Lanusse como el Sr. Fiscal Federal de Dolores, Dr. Juan Pablo Curi, solicitaron que se suspenda dicho acto procesal y se requiera al actual Presidente de la Nación que releve al nombrado imputado del deber de confidencialidad obrante en la ley 25.520”, encabezó Bava su resolución de este viernes, en la que dejó en claro cómo jugó el fiscal federal de Dolores que en otra causa de espionaje ilegal ya había protegido al procesado Carlos Stornelli.
Bava explicó que tomó la decisión de levantar la audiencia de este jueves “a fin no afectar el derecho de defensa del imputado y con el objeto de evitar futuros planteos nulificantes de las partes, o cuestionamientos infundados respecto de la actuación del suscripto”. También tuvo en cuenta la posición de la Cámara Federal de Mar del Plata que el 27 de octubre, al rechazar apartarlo, lo llamó a tener “mesura” en el caso. “Previa sustanciación del planteo entre las partes presentes y siendo que ambas sostenían idéntica postura, se resolvió suspender el acto en curso y requerir al Sr. Presidente de la Nación que, de ser necesario, releve al imputado del deber de confidencialidad obrante en la ley 25.520”, indicó Bava.
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Como Alberto Fernández firmó el decreto para relevar del secreto a Macri el mismo jueves, Bava pudo citar al exjefe de Estado a indagatoria por cuarta vez. Tanto en el decreto como en la resolución de Bava se destaca un párrafo que busca enmarcar la estrategia de defensa de Macri.
Es que al pedir el expresidente que se lo releve del secreto de Estado, todo indica que busca legitimar las tareas de espionaje. Si Macri sigue en la Justicia la línea que desarrolló en los medios, es de esperar que busque defenderse diciendo que las tareas de inteligencia fueron en pos de brindar seguridad al Presidente, un argumento que no tiene mucho sustento. El problema que tiene Macri es que las pruebas del espionaje son contundentes, lo involucran y no pueden negarse. De allí que la tesis del cuentapropismo, que desarrolló para otro expediente de espionaje que lo salpica, no le rinde en esta causa.
Así, a la hora de relevarle el secreto, Alberto Fernández destacó (y Bava retomó en su resolución de este viernes) que la causa del espionaje a los familiares del ARA San Juan “investiga la posible comisión de delitos vinculados a actividades de inteligencia prohibidas por la ley, y no a actividades o información que resulte necesario clasificar en interés de la seguridad interior, la defensa nacional o las relaciones exteriores de la Nación, conforme establece la Ley N° 25.520”. “Sin perjuicio de ello, estando imputado el ingeniero Mauricio MACRI de un delito de acción pública, y con el fin de posibilitar el pleno ejercicio del Derecho de Defensa del imputado, así como la adecuada y efectiva actuación de los órganos jurisdiccionales, es que corresponde relevar al imputado del deber de secreto y confidencialidad que establece la normativa vigente”, se añadió. Es decir, se remarcó que Macri no necesita del relevamiento de ningún secreto para declarar (a pesar de lo sostenido por el fiscal Curi). Pero en pos de no poner obstáculos en el caso, se hizo lugar al planteo defensista del expresidente.
Por otro lado, la defensa de Macri había pedido que la nueva indagatoria se realice de manera remota, algo que fue rechazado por el juez.
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Bava explicó su postura: “En atención a las manifestaciones vertidas por el Dr. Lanusse en el día de ayer respecto a la realización de la nueva audiencia indagatoria vía remota; hágasele saber que dadas las características del material probatorio que se encuentra reservado consistente en documentos de inteligencia de la AFI y que su asistido Mauricio Macri fue relevado de la obligación de guardar secreto y confidencialidad en los términos de la referida Ley Nº 25.520 conforme esa misma parte solicitó, a fin que pueda ejercer debidamente su defensa, y en su caso, aludir a la realización de actividades de inteligencia vinculadas al objeto procesal de autos; como ya ha sostenido éste Juzgado ante planteos similares de otras partes, corresponde llevar adelante este acto de manera presencial y en la sede de este Juzgado”.
Así que Bava espera que el próximo miércoles el expresidente vuelva a Dolores y finalmente declare.
Consultado por El Destape, el abogado Luis Tagliapietra, padre de una de las víctimas del ARA San Juan y querellante en la causa, afirmó: “Me alivia que todo se haya destrabado tan rápido y de forma prolija. Más allá de todo lo que dicen”.
Respecto a lo que pasó en la audiencia del jueves consideró que Macri tuvo “la anuencia del fiscal Curi” y que “al juez no le quedó otra opción que suspender la indagatoria y solicitarle al presidente Fernández el relevamiento del secreto”. “Lo bueno es que el Presidente fue muy expeditivo y sacó el decreto con urgencia. Era lógico que Bava fije una nueva fecha para la declaración. Es un plazo lógico el 3 de noviembre. Claramente, no puede citarlo de un día para el otro”, agregó. Y señaló: “Ahora entiendo que no van a tener más excusas. Tal vez intenten una nueva recusación amparándose en lo que pasó este jueves pero que no es nada desprolija porque el juez no puede prever cuál será el planteo de la defensa hasta que no lo hace en la indagatoria. Claramente, lo que hizo Macri fue una chicana para ganar unos días más y eventualmente lograr que el procesamiento, que se cae de maduro, suceda post elecciones”.
La imputación
En el acta de la indagatoria frustrada de este jueves quedó expuesta la imputación que pesa sobre Macri: “Desde su cargo de Presidente de la Nación, por lo menos en el período comprendido entre el mes de diciembre del año 2017 y finales del año 2018, ordenó y posibilitó la realización sistemática de tareas de inteligencia expresamente prohibidas por la ley 25.520”, señaló el juez Bava.
El magistrado le imputa seis hechos:
- Hecho 1: seguimientos coordinados el 15 de enero de 2018, a dos meses de la desaparición del submarino, a familiares y confección de informes de inteligencia.
- Hecho 2: el 3 de febrero de 2018, agentes espiaron a esposas de tripulantes desaparecidos para “prever cuestiones de agenda” y así anticiparse a los reclamos que familiares plantearían a Macri en la reunión del 6 de febrero siguiente.
- Hecho 3: El 10 de febrero se hizo un informe en el que se señala que familiares intentarían entregar una carta a Macri en Chapadmalal.
- Hecho 4: El 2 de abril de 2018 hay seguimientos a familiares que buscaban entrevistar a Macri en el Golf Club Mar del Plata.
- Hecho 5: El 15 de noviembre de 2018, en el primer aniversario de la desaparición del submarino, la AFI cubrió una protesta en la Base Naval de Mar del Plata.
- Hecho 6: Diez casos más de seguimientos con fotografías que se volcaron a informes de inteligencia. En lo que hace a este punto, en la causa constan 22 documentos “en donde se refleja algún tipo de tarea de seguimiento e infiltraciones en distintas marchas y/o reclamos efectuados por las y los familiares de los tripulantes del ARA San Juan, de los buques pesqueros ‘Rigel’ y ‘El Repunte’”. El primero data del 28 de diciembre de 2017.
Por esos mismos hechos ya fueron procesados 9 ex directivos y ex agentes de la AFI, entre los que se destacan Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, los exjefes de inteligencia del macrismo.
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“Todas estas acciones antes descriptas no contaron con autorización judicial alguna ni fueron justificadas por órdenes de servicio fundadas en razones de seguridad interior o defensa nacional y se realizaron además, con el objeto de influir en la opinión pública”, resaltó el magistrado que subroga en Dolores. Este punto será clave por lo que se vislumbra de la estrategia defensiva de Macri.
Para Bava, el entonces Presidente “no solo ordenó la realización constante de acciones de inteligencia ilegal sobre las y los familiares de los tripulantes mencionados, sino que recibió y utilizó el análisis de esa información efectuado por la Agencia Federal de Inteligencia”.
Se espera que en principio el próximo 3 noviembre Macri finalmente responda por estos hechos que se le adjudican.