Tras el ataque de Juntos por el Cambio para voltear la causa de espionaje ilegal que se realizó durante el macrismo, ahora el ex presidente Mauricio Macri quedó en evidencia sobre el temor que le genera la posibilidad de ir preso por realizar trabajos de contrainteligencia desde la AFI durante el 2016 al 2019.
En una entrevista con Infobae, le preguntaron al ex presidente: “¿Tiene miedo de ir preso?”. La pregunta resonó y su cara de incomodidad fue inevitable. Acto seguido replicó: “No tengo miedo de ir preso porque no he hecho nada incorrecto”.
No obstante, aclaró: “Pero tengo que estar atento a ir controlando estos atropellos que terminan en allanamientos, en ventilar mis datos personales”. “Son cosas bastante violentas”, se quejó.
Al parecer, el ex presidente cambió de opinión sobre los allanamientos que se realizaron durante su gestión a dirigentes de la oposición de forma violenta y exponiendo mediáticamente a los involucrados.
Para Macri, los trabajos de inteligencia ilegal que se desarrollaron durante su administración fueron "cuentapropistas". "El informe, me contaba (Cristian) Ritondo ayer, que hablan de la amante y es su mujer. ¿Esos son informes de inteligencia?", minimizó el ex mandatario y aseguró que es "una causa armada" lo que investiga la Justicia Federal.
Esta semana, el diario Clarín ofició de vocero de un ataque a El Destape que tiene como objetivo voltear la causa por espionaje ilegal donde se acumulan pruebas que apuntan directo a Mauricio Macri.
Se trata de la existencia de una denuncia contra Roberto Navarro, Ari Lijalad y Franco Mizrahi realizada por los diputados macristas Waldo Wolff, Fernando Iglesias, Álvaro de Lamadrid y Jorge Enríquez. Los diputados acusaron falsamente a este medio de difundir nombres de agentes de inteligencia, algo que no hizo y que sí hizo Clarín en notas donde, paradójicamente, denunciaba la "filtración" de datos de la AFI.
La acusación es absolutamente falsa, malintencionada y ataca la libertad de expresión y el derecho a la información. Los mismos que judicializaron la política ahora pretenden judicializar el periodismo.