Agustín Rombolá, ex presidente de la juventud radical de la CABA, dialogó con El Destape luego de presentar formalmente el pedido de expulsión de Luis Petri de la UCR. Entre otras cosas, argumentó su traición a la identidad y los valores del partido, además de su decisión de formar parte de las filas ejecutivas de un gobierno no aprobado por la Convención Nacional, el órgano boina blanca encargado de avalar las alianzas políticas y sus fórmulas electorales.
El pedido de Rombolá, notificado ante el presidente de la Convención, Gastón Manes, fue respondido en redes sociales por Petri, que lo acusó de buscar su expulsión por enfrentarse a las ideas del kirchnerismo. El ministro cosechó apoyos desde el bullrichismo, con quienes compartió la fórmula presidencial, pero no tuvo mucho eco en las filas centenarias.
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En su artículo 53º, la Carta Orgánica partidaria expone las causales de sanción para miembros de la UCR. Entre las “fallas de conducta de los afiliados y dirigentes” se incluyen la “investidura, el cargo que ocupen, las candidaturas o cargos políticos que acepten, o los hechos que protagonicen” y que “lesionen la dignidad del partido o provoquen una situación de anormalidad institucional grave que afecte o ponga en riesgo la unidad ideológica y política del partido en el orden nacional”. Como anticipó El Destape el domingo, este pedido de expulsión deberá tramitarse ante el Tribunal de Ética cuya conformación final está en manos de Manes.
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- ¿Por qué decidiste pedir la expulsión de Luis Petri del partido?
- Porque la militancia lo requiere, porque hay una identidad radical que queremos proteger. Creo, también, que la falta de identidad es la que explica en gran medida la derrota una elección tras otra, o directamente la no presentación de un candidato. Me parece que si queremos construir una identidad radical, si queremos pensarnos como una opción de mayoría y si queremos hacer crecer la identidad de un radicalismo popular humanista, el primer paso, por supuesto, es desafiliar al tipo que se fue a laburar con el fascismo de La Libertad Avanza. Es un paso esencial. Después, por supuesto, vienen las discusiones políticas que también hay que dar pero, a la hora de pensarnos como partido, como cultura política, no podemos tener a un funcionario del gobierno en nuestras filas.
- ¿Te sorprendió la Rombolá de Petri? Sostuvo que se pidió su expulsión por enfrentarse al “populismo kirchnerista”.
- Me sorprendió por el nulo nivel argumentativo, sobre todo teniendo en cuenta que Luis Petri fue concejal del radicalismo K. Más allá de eso, me sorprendió que la pregunta retórica se quedó muy floja. No leyó ni siquiera el pedido de desafiliación. La Rombolá que dio no tiene nada que ver con el contenido, nosotros no lo pedimos porque él abrazó las ideas de la libertad, nosotros pedimos su desafiliación porque es el Ministro de Defensa de un gobierno que, por ejemplo, fue metido por la dictadura militar. Además, por supuesto, por los constantes insultos y agravios a los referentes del radicalismo, porque es el ministro de un gobierno que empobreció a cinco millones de personas, porque está haciendo que todo el mundo viva peor todo el tiempo, porque tiene un contenido extremadamente autoritario y, además de la cuestión moral y ética, hay una cuestión estatutaria, orgánica. Luis Petri está trabajando, después de haber sido el candidato a vicepresidente de la fórmula que aprobó la Convención, está trabajando para un gobierno que no fue aprobado por la Convención nacional. Eso es causal de desafiliación, como lo ha sido a lo largo de toda la historia. No veo la razón por la cual no debamos desafiliarlo.
- Juan Pablo Arenaza, del sector de Patricia Bullrich, defendió a Petri y sugirió que mejor te concentres en pedir la expulsión de Martín Lousteau. ¿Te llama la atención que el bullrichismo salga a acoger al ministro?
- Lo leí y, la verdad, me pareció tan triste la chicana adolescente del legislador porteño, me pareció bastante triste. Decidí no contestarla porque no quería caer a un nivel tan bajo de argumentación. De hecho, respondí la pregunta retórica de Petri, porque creo que es importante que la gente sepa lo que somos y lo que no somos, y otras cosas que no queremos ser más. Que lo defienda el bullrichismo habla mucho más de Petri que de mi. Si te ponés a pensar, no fue una defensa, fue un ataque a otro (Lousteau). Me parece una Rombolá adolescente que nada tiene que ver con la cuestión que estamos hablando acá, que es que Petri no puede ser parte de la UCR, por cuestiones jurídicas y éticas.
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- Te llevo para el Senado. Se va a debatir la ley Bases, ¿qué puede llegar a hacer el radicalismo, teniendo en cuenta lo que pasó en Diputados y el antecedente del rechazo al DNU?
- Lo de Diputados fue una enorme decepción. Estamos a la expectativa de que los senadores puedan dar vuelta a esto. Las esperanzas recaen en Martín (Lousteau). Ojalá que haya otros senadores que nos puedan sorprender gratamente. Pero la decisión que tomen no va a alterar el curso de acción de la militancia radical, que es el de la construcción de un proceso alternativo, con una clara identidad opositora al gobierno y con la visión de un Estado que sea verdaderamente liberal, verdaderamente justo, equitativo, que sea desarrollado y, por ende, que sea soberano. Nada nos va a hacer cambiar esa visión. Por supuesto, con el voto negativo de los senadores este proyecto va a crecer mucho más rápido, pero si no lo hacen, si no nos acompañan, también lo vamos a seguir haciendo.
- ¿Qué opinás de la reforma laboral, impulsada por el radicalismo? Un grupo de diputados de la UCR presentó hoy un proyecto para penalizar bloqueos a industrias y comercios.
- Me pareció una vergüenza el proyecto que presentaron algunos diputados radicales. Me pareció una vergüenza lo votado en la reforma laboral. El día que me expliquen de qué manera atraemos inversiones sacándole la indemnización a las trabajadoras domésticas por la jubilación a las damas de casa... Mientras nadie me pueda explicar eso, yo voy a seguir defendiendo lo que creo que vale la pena ser defendido. Me parece que, en el título laboral, el radicalismo logró algo bastante meritorio, que es empeorar aún más el contenido del DNU. La votación, lamentablemente, terminó consagrando un retroceso claro en materia laboral. Y sobre todas cosas, sin sentido y sin argumentos porque nadie todavía puede explicar de qué manera esto va a atraer inversiones. Como si el trabajo fuese una isla y no fuera parte de un proceso productivo donde hay que mejorar las condiciones macroeconómicas, impulsar las economías regionales, mantener un plan de desarrollo productivo y sostenible. Eso es lo que trae las inversiones. Lo que atrae las inversiones en el mundo no es tratar a los trabajadores como si fueran esclavos. Pero bueno, es una lectura muy simplista en la que, lamentablemente, muchos diputados de la Unión Cívica Radical cayeron y materializaron en esas propuestas.
- ¿Se puede, entonces, mantener la unidad del radicalismo con estas diferencias internas?
- Yo apuesto a que sí, apuesto a que podamos dar estos debates, a que podamos seguir con estos debates en todas las instancias. Seguiremos trabajando para que el radicalismo vuelva al lugar del que nunca debió haberse ido, que es a partir de la construcción de un Estado que piense en esas mayorías que eternamente son desfavorecidas y que ahora estamos ayudando a desfavorecer (con los votos en el Congreso), por ese motivo tenemos que dar la vuelta. No tengo dudas de que eso va a pasar. La única cuestión es cuando. Ojalá sea lo antes posible, para eso estamos trabajando miles de personas a lo largo de todo el país.