Para gestionar y para desactivar frentes internos. Esa es la primera lectura del gabinete que presentó oficialmente el electo gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, en las últimas horas. El dirigente de Juntos por el Cambio había adelantado que su equipo se conocería luego del balotaje de las elecciones 2023 y así lo hizo: hubo foto oficial, gacetilla y confirmación de nombres, a la par de algunas sorpresas de último momento. En su plantel de siete ministros y una base de secretarios y funcionarios de primera línea en entes autárquicos, se conjugan las tribus que componen la coalición que gobernará desde el 10 de diciembre, desactivando a través de cargos -como es habitual- bombas que podrían dinamitar puentes adentro de estructuras que son el soporte de una alianza que por primera vez gestionará los hilos del Estado entrerriano. A todo eso se le suma el aporte de funcionarios importados de Buenos Aires y otros que llegan desde espacios con los que el exministro ha trazado sociedades estratégicas.
En el gabinete del nuevo titular del Poder Ejecutivo hay para todos los gustos: peronistas díscolos, radicales de dos bandos enemistados, dirigentes del PRO que responden a halcones y a palomas y hasta extrapartidarios. Por ejemplo, Manuel Troncoso será el ministro de Gobierno. Referente en Entre Ríos del Movimiento de Integración y Desarrollo (MID) -espacio fundado a nivel nacional por el abuelo de Frigerio- fue uno de los grandes armadores de la campaña del electo mandatario. Identificado con el justicialismo, fue electo diputado en 2019 y tendrá a su cargo la relación con los gobiernos locales y con los gremios. Troncoso es abogado, fue asesor de la Uocra, director de Asociaciones Sindicales en el Ministerio de Trabajo de la Nación en la era Cambiemos y coordina una diplomatura sobre Estudios Sindicales en la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader), casa de estudios provincial cuyas autoridades saltaron el cerco a principios de año, cuando se acercaron al entonces candidato a la Gobernación, enemistados con la gestión de Gustavo Bordet. Por eso mismo en la Secretaría de Trabajo estará Mariano Camoirano, actualmente funcionario del Rectorado de la universidad mencionada.
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Al frente del Ministerio de Infraestructura, tal y como había prometido, el nuevo gobernador designó a Darío Schneider. El actual intendente de Crespo es arquitecto y responde a una corriente radical que peleó la interna contra la actual conducción del centenario partido Socio de Pedro Galimberti -que compitió por la Gobernación, aunque sin pegado nacional- tendrá a su cargo la cartera en la que no sólo se concretan obras sino que además se planifica a futuro, uno de los objetivos centrales del gobierno que llega.
Otros referentes de ese espacio, como Julián Maneiro y Gustavo Cusinato, también fueron parte de la negociación: el primero en Asuntos Institucionales y Reforma Política; y el segundo en la Unidad Ejecutora Provincial (UEP). Del lado de la Corriente Illia, que hace dos décadas maneja los hilos del radicalismo entrerriano, tiene en sus manos nada más ni nada menos que el Senado, gracias a la Vicegobernadora Alicia Aluani, que responde a Amado Fuad Sosa, presidente del partido. También se anota la sorpresiva designación de Sergio Kneeteman, mano derecha del actual diputado y líder radical Atilio Benedetti, en la Secretaría de Comunicación; y el periodista y escritor Fabián Reato en la Secretaría de Cultura.
El Ministerio de Salud tendrá como titular a Guillermo Grieve, actual jefe de Terapia Intensiva del Hospital San Martín, principal nosocomio entrerriano. Un outsider, cuadro técnico neto, que ya había colaborado asimismo con Alfredo De Ágeli en la campaña de 2015, en la que el ruralista estuvo cerca de ser electo. Hacienda, en tanto, quedó para Julio Panceri, asociado a Mario Moine, exgobernador peronista peleado con la actual conducción del PJ que hace tiempo trabaja para la oposición.
El PRO tiene a sus premiados. Verónica Berisso, intendenta de Gualeguay, será la nueva ministra de Desarrollo Humano; Esteban Vitor, referente territorial en el departamento Paraná, se hará cargo de la Secretaría Legal y Técnica; y Alicia Fregonese, quien supo ser una espada legislativa del frigerismo en la Cámara de Diputados de la Nación, estará al frente del Consejo General de Educación (CGE). Néstor Roncaglia, extitular de la Policía Federal Argentina y ex vicepresidente de la Interpol, de estrecha relación con Patricia Bullrich, será el ministro de Seguridad y Justicia. Del lado de la excandidata a presidenta también llegan al Ministerio de Desarrollo Económico, Guillermo Bernaudo; y a la Secretaría de Desarrollo Humano y Políticas del Cuidado, Ayelén Acosta. Actual diputada provincial, quiso ser intendenta de Paraná pero perdió la interna contra Emanuel Gainza, que se postuló con amparo de Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal. A él le tocó la Secretaría de Modernización.
Por último, los importados. En la Secretaría General de la Gobernación, puesto clave y siempre vacante para alguien de extrema cercanía, estará Mauricio Colello. Asesor hace más de una década de Frigerio, llega tras dejar un cargo en el saliente gobierno de Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Iván Kerr, en tanto, será el nuevo titular de IAPV, ente a cargo de la construcción de viviendas. Lugar en el que se moverá bien, dado que fue Grente General del Instituto de Vivienda de la Ciudad de Buenos Aires entre 2011 y 2014 y subsecretario de Desarrollo Urbano y de Vivienda del Ministerio del Interior ocupado por el electo gobernador entre 2015 y 2019.
Así las cosas, el nuevo gobernador se prepara para gestionar en un escenario aún conmovido por la victoria de Javier Milei, con quien ya ha dicho que tiene una buena relación. Ahora, tendrá que sortear el crítico escenario nacional, conjugado con la motosierra de Casa Rosada, mientras busca contener a todos adentro del paraguas de Juntos por Entre Ríos. Una empresa que, a priori, no parece será sencilla para “transformar la provincia”, como prometió a la hora de presentar a su equipo de trabajo.