Una nueva encuesta confirma la drástica caída de imagen sufrida por el diputado libertario Javier Milei en el último mes, un dato que quedó reflejado en la pobre asistencia a su acto en La Matanza y la posterior discusión pública desatada en su entorno. El sondeo comprobó que esa caída se debió principalmente a los dichos de Milei en temas como la asistencia social, la venta de órganos y la educación pública que generaron un inmediato rechazo en un amplio sector de la opinión pública. Por otro lado, las expectativas sobre la economía en general y la inflación en particular siguen siendo mayoritariamente negativas, lo que hace que las figuras de Juntos por el Cambio mantengan en promedio una imagen positiva más alta que las del Frente de Todos.
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El trabajo nacional de junio de la consultora Ricardo Rouvier & Asociados midió lo ocurrido con Milei, quien en el último mes bajó su imagen positiva del 43,2 al 40,6% y, principalmente, hizo crecer su imagen negativa del 33,8 al 43,4%, casi 10 puntos solo entre mayo y junio. El referente libertario consiguió esa caída por sus propios méritos, en entrevistas donde fue revelando su manera de pensar sobre diversas cuestiones que "son inaceptables para la cultura liberal de nuestra clase media", explicó Rouvier. En la baja también hay que destacar el cambio de postura de algunos medios opositores que empezaron a tratar a Milei de diferente manera a partir de la creencia de que su crecimiento divide el voto de derecha y le resta posibilidades de derrotar al peronismo. Quienes hasta hace poco lo ensalzaban ahora empezaron a criticarlo y a hacerle preguntas que dejaron al descubierto su extremista manera de pensar.
Al tope de este rechazo social quedó la postura de Milei sobre "el derecho a morirse de hambre" de los pobres, sin que reciban asistencia del Estado, con casi un 79% de respuestas en contra. Le siguieron el increíble planteo sobre la legalización de la venta de órganos (76,2%) y la privatización de la educación pública (72,8%) como otras posiciones con más repudios. La legalización del consumo de drogas y de venta de órganos quedaron un poco más atrás.
Esta caída se vio reflejada en la pobre concurrencia al acto de Milei con el cumbiero antiperonista El Dipy en la cancha del El Porvenir, donde esperaban juntar más de 10 mil personas y apenas si llegaron a las mil. El abogado Carlos Maslatón acusó en las últimas horas a Karina Milei -hermana y mano derecha del diputado- y al asesor Carlos Kikuchi de llevar a la "catástrofe irreversible" al espacio político, desnudando las internas del liberalismo. Milei viajó luego a San Pablo para participar de un encuentro organizado por Eduardo Bolsonaro -hijo del presidente de Brasil-, del que también participó el ex candidato presidencial chileno José Antonio Kast, con quienes busca conformar algo así como una liga de la ultraderecha regional.
A diferencia de otros sondeos recientes que aseguraban que al menos en el último mes se había detenido el deterioro de las expectativas económicas, la encuesta de Rouvier mostró un nuevo punto de caída en ese rubro y alcanzó el 76,1% de los entrevistados con expectativas negativas. Como es de imaginar, el pesimismo está basado principalmente en la inflación, con un 78,2% de convencidos de que la situación no mejorará, esto a horas de conocerse el índice correspondiente a mayo que se sabe que continuará siendo elevado.
Estas percepciones negativas sobre lo que viene llevan también a que -al menos de acuerdo a este sondeo- el promedio de la imagen positiva de los principales referentes de la oposición se mantenga en promedio por encima de las de los oficialistas. Muchas encuestas ya muestran a Patricia Bullrich como la principal dirigente opositora. En este caso, si bien la ex ministra subió, todavía es el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta el mejor posicionado con el 53% de imagen positiva. Por el lado del Frente de Todos, la vicepresidenta Cristina Kirchner encabeza con un 36,2% de respuestas positivas pero con muy poca diferencia con el presidente Alberto Fernández (35%), el titular de la Cámara de Diputados Sergio Massa (34,6%) y el gobernador Axel Kicillof (33,5%). Esta paridad le daría la razón a quienes opinan que no habrá figura del oficialismo que conseguirá despegarse de la suerte que corra el actual gobierno.
Al propósito de este punto, Rouvier viene trabajando sobre la hipótesis de que las dos principales coaliciones si bien tienen su mayor cantidad de adherentes en los extremos -el kirchnerismo en el Frente de Todos y el macrismo en Juntos por el Cambio-, los candidatos presidenciales terminarán representando al centro, en una nueva búsqueda del elector moderado que es el que termina inclinando la balanza. Por eso mide mensualmente algunas figuras que podrían ocupar ese lugar.
En este caso lo hizo con Daniel Scioli, quien retornó desde la embajada en Brasil para ocupar el ministerio de Desarrollo Productivo, un cargo desde que podrá volver a cimentar su ilusión presidencial. De acuerdo al trabajo, Scioli arranca con una intención de voto del 16,9% pero una potencial -si se le agrega el "tal vez lo votaría"- del 36,1%. No está mal pero, como a casi todos los posibles postulantes del oficialismo, le juega en contra el nivel de rechazo. Una tarea que deberá revertir si pretende tener esa oportunidad.