Elecciones 2021: el Gobierno y Schiaretti disputarán por senadores y diputados claves en Córdoba

Los diputados que responden al gobernador de Córdoba se muestran cada vez más reacios a votar proyectos del oficialismo. Hacemos por Córdoba y el Frente de Todos competirán en las elecciones legislativas por conseguir la banca de senador por la minoría y un diputado más. 

20 de junio, 2021 | 00.05

"Estamos realizando una muy buena tarea de coordinación con el gobernador Schiaretti", dijo el ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, el miércoles pasado, en una visita a Córdoba junto a la ministra de Salud, Carla Vizzotti, y la titular del PAMI, Luana Volnovich, para llevar vacunas e insumos sanitarios. Un nuevo gesto de la Casa Rosada hacia el gobernador que hace como que no, pero en los hechos en el Congreso viene actuando como opositor, donde sus diputados no facilitan el tratamiento de proyectos clave para el Gobierno como el del semáforo epidemiológico o los referidos a cambios en la Justicia. Así las cosas, Hacemos por Córdoba y el Frente de Todos medirán fuerzas en las elecciones de noviembre y quien gane la pulseada se llevará un senador y lgún diputado extra como premio.

Hay una historia que viene de arrastre, desde la campaña de 2019. En mayo, el kirchnerismo bajó su lista y dejó vía libre para una muy amplia reelección de Schiaretti como gobernador. Luego, pese a los múltiples gestos de Alberto Fernández, el gobernador nunca le dio su apoyo para las presidenciales. "Piensa que da lo mismo cualquier país, el que propone Macri o el que proponemos nosotros", estalló al final Fernández, cuando vio que el esfuerzo había sido en vano. Perdió 60 a 30 en esa provincia. 

El vínculo oscilante se mantuvo durante la gestión. El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y, especialmente, Wado de Pedro se preocuparon en mantener la relación. Por motivos generacionales, generaron una mejor sintonía con el vicegobernador Manuel Calvo. La idea de la unidad del peronismo se retomó para las elecciones municipales en Río Cuarto, en noviembre pasado. De Pedro incluso viajó para felicitar en el escenario del triunfo al intendente Juan Manuel Llamosas. Nunca se pudo avanzar más allá.

Diputados rebeldes

El schiarettismo tiene un bloque de cuatro diputados nacionales, que en muchas ocasiones resultan vitales para que el Frente de Todos consiga quórum o apruebe leyes. "Generalmente apoyan los proyectos económicos pero rechazan los políticos", explicaban en el bloque de diputados del oficialismo. A veces sorprenden, como cuando acompañaron la reducción de fondos que le enviaba la Nación a la ciudad de Buenos Aires. Pero, a medida que las fechas de las elecciones se acercan, el acompañamiento de los cordobeses fue cada vez más reticente.

Esto se nota principalmente en los dos proyectos que el oficialismo viene pugnando por sacar y para los que ya consiguió el respaldo del bloque que encabeza el mendocino José Luis Ramón: la ley "Emergencia Covid-19" y la reforma del Ministerio Público Fiscal. Apenas faltan un puñado de votos, pero los cordobeses se resisten. Tanto que en el bloque oficialista ya dan por caída la iniciativa para fijar restricciones sanitarias, por lo que al Presidente no le quedará otra que seguir con los DNU. "Es muy probable que no consigamos los votos porque los bloques pequeños no nos están acompañando", blanqueó el titular de la comisión de Salud de Diputados, Pablo Yedlin, en El Destape Radio.

Schiaretti se mostró muy reacio a aplicar restricciones en Córdoba. "Hace la misma política de Macri, pero como si fuera propia", lo caracterizaba un dirigente del kirchnerismo provincial. Como Horacio Rodríguez Larreta, el gobernador cordobés buscó marcar diferencias con el Gobierno nacional y mantuvo actividades comerciales abiertas y las clases presenciales hasta que el número de contagios lo sobrepasó. "Deberá explicar porqué demoró las medidas", lo criticó entonces el senador Carlos Caserio. En los últimos 14 días, Córdoba registró casi 45 mil contagios -más que el doble que CABA- y el sistema sanitario está colapsado. Si quería diferenciarse, Schiaretti lo consiguió.

Los candidatos 

El Gobierno buscó no hacer leña del árbol caído y el miércoles acercó ayuda de la mano de De Pedro, Vizzotti y Volnovich. El gobernador dijo estar aislado y no los recibió, trámite que quedó en manos del vice Calvo. Igual, nadie cree que haya tiempo para un acuerdo de unidad y ya está avanzada la confección de listas.

En Córdoba aseguran que no hay muchos misterios sobre las elecciones de medio término: el macrismo obtiene alrededor del 50%, hay un 10% que se reparte entre opciones de izquierda y derecha y el 40% restante queda entre los dos peronismos. En 2017, el kirchnerismo hizo una elección muy floja y sólo consiguió una banca, que ocupó el sindicalista Pablo Carro, mientras que el cordobesismo obtuvo tres. En el Frente de Todos entienden que la elección de este año será muy pareja, así que seguramente se repartirán dos bancas cada lista, con lo que el oficialismo obtendrá un diputado nacional más en Córdoba.

Quien suena para encabezar la lista es el secretario de Obras Públicas e intendente de Villa María de licencia, Martín Gill, mientras que Hacemos por Córdoba llevaría a la actual legisladora provincial Natalia De la Sota. La hija del ex gobernador está lejos de aquellas épocas en la que se juntaba con Alberto Fernández a cantar "Sólo se trata de vivir".

Pero Córdoba es una de las ocho provincias que en noviembre elegirá senador. Con las dos bancas por la mayoría seguras para Juntos por el Cambio, la pelea que se llevará toda la atención estará entre quienes encabecen la oferta de las dos vertientes peronistas. Sólo entrará el que salga segundo. Schiaretti está dispuesto a jugar a su esposa, la diputada Alejandra Vigo. El Frente de Todos presentará a Caserio, que irá por su reelección. Una encuesta reciente ubicó a Vigo con el 33% de imagen positiva contra el 29,6% de Caserio. Pero se tratará de una elección nacional donde estarán en juego otras cuestiones y cualquier cosa puede suceder. 

El último trabajo de la consultora Zuban Córdoba ubicó a Alberto Fernández con una imagen positiva del 39,5%. Nada mal si se tiene en cuenta que Mauricio Macri obtuvo el 42,6%. Habrá que esperar para saber.