El presidente Alberto Fernández cenó anoche con el exmandatario de Bolivia, Evo Morales, en la residencia de Olivos. En el encuentro dialogaron sobre la victoria del Movimiento Al Socialismo (MAS) en el país vecino, los esfuerzos argentinos para garantizar la protección a la vida del mandatario perseguido tras el golpe de Estado y el recuerdo de Néstor Kirchner.
Según informaron fuentes oficiales, Alberto le expresó su felicitación por el triunfo electoral del MAS, con Luis Arce como candidato presidencial, una figura respaldada por Morales que agradeció "el apoyo del Presidente, del Estado y el pueblo de Argentina". En su cuenta oficial de Twitter, el dirigente derrocado manifestó su "agradecimiento profundo al hermano Alberto (Fernández) por sus gestiones para salvarnos la vida" y manifestó su "reconocimiento" al "pueblo argentino por su solidaridad" y agregó: "¡Somos Patria Grande!".
Desde la oficina de prensa de Morales revelaron a Télam que en la cena también recordó a Néstor Kichner "por su amistad y respaldo al proceso de cambio en Bolivia", y expresó su "afecto y gratitud" al fallecido expresidente y a la vicepresidenta Cristina Fernández.
Además, Fernández le confirmó que lo acompañará el 5 de noviembre en un acto en la provincia de Jujuy en el que se formalizará su regreso a tierra boliviana después de meses en el exilio por los riesgos que corría su vida en ese país.
Del encuentro el secretario general de la CTA de los Trabajadores, el diputado Hugo Yasky; y el presidente de la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, Eduardo Valdés. Mediante el primero, Morales agradeció "a todas las organizaciones sindicales y movimientos sociales por su solidaridad con el pueblo boliviano en el camino de la construcción de una Patria Grande".
Ayer, en su cuenta de Twitter, el presidente Fernández felicitó a Luis Arce (MAS) por su victoria en las elecciones presidenciales de Bolivia, y destacó que su triunfo es "una buena noticia para quienes defendemos la democracia en América Latina" y demuestra que "el pueblo no olvida a quien no lo traiciona".
"La victoria del MAS en Bolivia no solo es una buena noticia para quienes defendemos la democracia en América Latina; es, además, un acto de justicia ante la agresión que sufrió el pueblo boliviano", escribió el Presidente en redes sociales y recordó que Evo "sufrió un golpe de Estado, destruyeron su casa y lo obligaron a abandonar el país mientras su familia y sus seguidores eran hostigados y perseguidos por el gobierno de facto".
También la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner tuiteó sus "felicitaciones a Lucho Arce y David Choquehuanca que, junto a Evo, construyeron en Bolivia un gran triunfo popular. La Patria Grande feliz". Hace unos días, junto a otros exmandatarios y excancilleres de la región, acompañó con su firma un documento en el que pidieron por las "elecciones transparentes y democráticas en Bolivia" ante la posición de la Organización de Estados Americanos (OEA) y la "actitud" asumida por su secretario general Luis Almagro.
También firmaron Luis Ignacio Lula da Silva (ex Presidente de Brasil), Dilma Rousseff (ex Presidenta de Brasil), Ernesto Samper (ex Presidente de Colombia y ex Secretario General de Unasur), Rafael Correa (ex Presidente de Ecuador), Manuel Zelaya (ex Presidente de Honduras), Salvador Sánchez Ceren (ex Presidente de El Salvador).
Evo Morales está en la Argentina desde el 12 de diciembre, momento en que, con el cambio de gobierno, se le otorgó asilo político luego de permanecer unos días en México bajo esa misma condición. El 23 de noviembre de 2019 habían llegado a Buenos Aires dos de sus hijos tras un pedido de Fernández, entonces presidente electo, a Mauricio Macri.
En noviembre, Morales fue derrocado por un golpe de Estado en Bolivia, comandado por la cúpula militar y policial de aquél país bajo la excusa de supuestas irregularidades en su reelección tras 14 años de mandato. Télam.