Horacio Rodríguez Larreta y Julio Zamora: una foto de una oposición que construye “por arriba” para enfrentar a Milei

El ex Jefe de Gobierno se mostró junto al intendente peronista. Ambos se muestran alejados de las conducciones de Cristina Kirchner y Mauricio Macri. Contactos y conciencias con Facundo Manes y Juan Schiaretti, pero sin una traducción electoral.

25 de septiembre, 2024 | 12.45

La atomización en la clase política y la crisis de partidos que arrojó el triunfo de Javier Milei llevó a que la dirigencia recalcule estrategias de cara a las elecciones del 2025. Con las dos principales coaliciones opositoras en crisis, se dan coincidencias y encuentros que eran impensados tiempo atrás. En ese marco, Horacio Rodríguez Larreta reapareció en el conurbano bonaerense para mostrarse junto al intendente de Tigre, Julio Zamora. Uno del PRO y otro peronista que están alejados de las conducciones nacionales de sus espacios y muestran sintonía. Con sus formas, los dos se muestran opositores a Javier Milei y coinciden en que la construcción alternativa “no es por el centro, sino por arriba”.

Tras la derrota en 2023, Larreta evidenció que tenía la brújula desmagnetizada. No supo administrar desde 2021 lo que denomina como “el síndrome del ganador temprano”, sumado a que su propuesta no cautivó al electorado porque cayó en un tiempo en el que la violencia y las propuestas radicales de Javier Milei interpelaron más que la mesura y el acuerdo. Larreta tomó nota y mientras aprovecha su tiempo libre para hacer meditación y leer, recalibra para llegar con mejor orientación a las elecciones legislativas. 

El aprendizaje que le dejó la derrota es que a Milei lo votaron más por su postura antisistema que por su ideología de derecha y que el rechazo a la casta vino para quedarse. Larreta cree que no es momento de unificar el centro. “Se la dejamos picando a Milei para que diga ‘ahí está la casta’”, explica a su mesa chica. 

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Por eso, escapa a la foto con políticos por el simple hecho de mostrarse juntos. La temática de urbanismo es lo que lo convenció para ir a Tigre a exponer su experiencia en la Ciudad de Buenos Aires convocado por Zamora a un nuevo encuentro del ciclo de charlas Ciudades Futuras. Una condición para el encuentro del que participó en Tigre, según supo El Destape, es que no haya otros dirigentes en el panel para evitar mayores especulaciones. En el escenario estaba acompañado por Eduardo Costantini, Consultatio y Nordelta, mientras que entre los asistentes lo escuchaban el ex intendente de Hurlingham Juan Zabaleta, el intendente de Chivilcoy, Guillermo Britos, y el diputado bonaerense Fabián Perechodnik, entre otros.  

El ex Jefe de Gobierno también tiene la certeza de que a Milei “le va a ir mal”, según cuentan quienes lo escuchan a diario, y que el PRO que ahora conduce Mauricio Macri no tendrá un entendimiento electoral provechoso. "Va a terminar indefectiblemente en un acuerdo indigno con Milei", vaticinó entre los propios respecto a los lugares que Karina Milei y Santiago Caputo le reservarán a los macristas.

Con los extremos muy marcados entre un mileismo que se comió a Juntos por el Cambio y el kirchnerismo, hay un sector de la clase política entre los que están Larreta y Zamora, pero también Facundo Manes y Juan Schiaretti, que creen que hay un margen para que vuelva la revalorización de la gestión. Y rebautizan a ese sector que era “la ancha avenida del medio” o la “tercera vía”. Ahora transmiten que la construcción “no es por el centro, es por arriba” en alusión a la crisis partidaria y que ya no son los sellos y las estructuras las que traccionan sino los nombres.

Pero la elección legislativa no será nacional sino que se traducirá en 24 elecciones distintas en las que habrá coincidencias pero las alianzas responderán a lógicas locales en las que los gobernadores hoy buscan sobrevivir y que sus territorios queden bajo su control. Una definición que dio Larreta en estos días y que conoció El Destape es que “Milei puede ganar la elección, pero puede perder el poder”. Esta lectura se debe a que la atomización de la oposición beneficiará a un gobierno nacional, pero que si la recesión se profundiza la dificultad que tendrá Milei es la de demostrar su popularidad basada en lo que estima que es una “fantasía” de apoyo del 50% o del 40% como muestran algunas encuestas estos días.

Si bien le escapa a la foto con políticos, Larreta no evita contactos con dirigentes que están desorientados respecto a donde posicionarse el año que viene. Tal es así que a los contactos con Schiaretti, los radicales Manes y Lousteau, se suman Maximiliano Ferraro, mano derecha de Elisa Carrió que pasó por el Movimiento al Desarrollo (MAD), el espacio que como reveló El Destape en su momento Larreta creó para difundir ideas que promuevan un trabajo conjunto entre los sectores estatal y privado. Otro dirigente con el que retomó el contacto fue con Emilio Monzó, el diputado que jugó con Patricia Bullrich en la última elección tras rechazar ser el jefe de campaña presidencial del jefe de Gobierno. Todos dirigentes de distintos orígenes que los une más un rechazo a Milei que un programa de país y que bregan en el “centro” de la política, palabra que hoy no convence en los sondeos de opinión pública.

Zamora también va “por arriba”

El interés de Zamora en la charla, además de mostrarse con dirigentes por fuera de los límites del peronismo, fue exhibir la proyección que tendrá Tigre para las próximas dos décadas. Producto de inversiones que se hicieron en la red cloacal a través de AySA, la infraestructura de la ciudad permite un crecimiento en edificaciones en altura que llevó a que en 2023 se autorizaran desarrollos inmobiliarios que superaron los 543.000 metros cuadrados y que actualmente haya más de 6.000 viviendas en proceso de edificación. Las estimaciones que manejan en el municipio llevaba pensar que en 20 años puede haber una población de 1.500.000 de tigrenses.

A diferencia de Larreta, Julio Zamora ganó y va por su tercer mandato en Tigre. Lo hizo pese a la puja en esa elección que escaló a niveles de alta tensión con Sergio Massa, con quien hoy tiene una muy buena relación. Pero como le sucede al ex jefe de Gobierno, está alejado de la conducción nacional.

Zamora le transmite a sus íntimos su sensación de que ese triunfo en contexto adverso para Unión por la Patria (UxP) no le fue reconocido por el gobernador Axel Kicillof ni por el titular del PJ bonaerense, Máximo Kirchner. Ambos dirigentes del riñón de Cristina Kirchner hoy emprenden una interna a cielo abierto por la lapicera en el 2025, pero la estación previa es la elección de autoridades del partido. Zamora como otros dirigentes del peronismo que no abrevan en el kirchnerismo duro no se sienten convidados a participar de la discusión. “Es un sistema que no está funcionando”, soltaron.

El contacto con Larreta no fue el único que exhibió Zamora. En agosto se mostró junto a Facundo Manes para hablar de la problemática de la ludopatía. El diputado radical mostró su oposición a Milei desde un primer momento con rechazos a proyectos del oficialismo que lo encontraron articulando con el peronismo-kirchnerismo.

Con la cercanía del fin de año, los movimientos y los contactos entre los políticos que están alejados de los extremos serán cada vez más frecuentes. Todavía es muy temprano para pensar en una coalición que los arrope. Serán coincidencias más macro con la certeza de que el poder en la oposición está totalmente distribuido y que nadie es dueño de nada.