El PRO cierra un año en el que fue un actor clave para que el gobierno de Javier Milei consiguiera las herramientas que requirió y así emprender un severo ajuste económico combinado con desregulaciones en distintos sectores. Mauricio Macri es consciente de ello, pero no siente que exista ese reconocimiento. Por eso, se quejó por “el destrato permanente del Gobierno”. Frente a lo que cerca del ex Presidente consideran como una “helada” relación con el actual máximo mandatario, en el PRO buscan plantar bandera y se preparan para la competencia en todas las provincias. “Yo estoy comprometido”, avisó Macri.
En el marco de la reunión de fin de año del consejo nacional partidario y el balance que hizo la Fundación Pensar que conduce María Eugenia Vidal sobre el trabajo hecho, Macri lanzó un fuerte mensaje sobre la importancia de generar confianza y que eso es tan importante como el déficit cero y es clave para generar inversiones. “Esa confianza no depende nunca de una persona, aunque sea Milei. Depende de las instituciones, de la seguridad jurídica y de las leyes”, reconstruyó ante El Destape uno de los presentes.
El mensaje orienta a que desde el trabajo de los legisladores se pueden garantizar esas de las reglas de juego de las que Macri se quiere poner como custodio. En el mismo encuentro en el que se definió la intervención del PRO en Córdoba, alentó a los dirigentes: “El PRO se creó para protagonizar. Para representar, ganar elecciones, gobernar y transformar”. También le habló a quienes creen que la representatividad de su partido fue absorbida por el oficialismo: “Escucho que desapareció el PRO. Acá estamos, no se fue ningún gobernador, ningún intendente”. El expresidente no tiene la intención de estar en una lista o competir por una banca y habló de “aportar gente nueva”. Sin embargo, una frase suya sobre el final abrió una incógnita: “Yo estoy comprometido”, y adelantó que está listo para el enfrentamiento electoral: “Vamos a hacer una buena propuesta electoral el año que viene”.
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En el comienzo de su discurso, Macri planteó el desafío de que alguien encuentre “en la historia política argentina un partido de la oposición que hizo tanto por el oficialismo como lo ha hecho PRO este año” y que lo hecho fue pese al “destrato permanente del Gobierno hacia el PRO”. Pero marcó que el partido que conduce, entendió “la importancia de la emergencia” por una ayuda que, de no haber existido, no dudo en advertir que “el riesgo país estaría arriba de 2000 y tendríamos una crisis económica terminal”.
De todos modos, en el macrismo sostienen que de los tres caminos posibles que podían escoger los dirigentes del partido, ellos optaron por el correcto. Allí marcaron que estaba la “oposición abierta” de Horacio Rodríguez Larreta, “el oficialismo” de Patricia Bullrich y por el que fue el macrismo que trató de “sin perder la identidad, acompañar lo correcto y lo que no, no apoyar”. Eso, entienden, les otorga coherencia y es lo que buscarán transmitir en la próxima campaña. “Demostramos que somos confiables y nos da la oportunidad de generar un relato acerca de por qué son importantes los diputados y senadores del PRO”, explicaron a El Destape.
Para el PRO, la relación con La Libertad Avanza (LLA) “está helada” y por ahora, no hay milanesa que pueda entibiarla. Entre la militancia cuesta pensar en una alianza electoral porque el propio Gobierno libertario no muestra esa intención sino que también piensa en avanzar sobre los territorios del PRO; en especial la Ciudad de Buenos Aires, donde en la última sesión de la Legislatura, legisladores de Karina Milei votaron en contra de iniciativas importantes para Jorge Macri junto a tres de Bullrich.
Tras una derrota que los dejó en el tercer lugar el año pasado, el PRO quedó afectado por la interna entre Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta. La incorporación de la fórmula entre Bullrich y Luis Petri al Gabinete de Milei, molestó entre los macristas. Pero no creen que haya un diálogo terminado o que no se pueda confluir el año que viene en algún distrito. Al jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, se le escuchó decir que “el hecho de haber apoyado a alguien con quien compartimos algunas ideas, seguramente ha confundido a varios”. Según reconstruyó este medio, llamó a dar la chance para que “recapaciten” y vuelvan porque “el objetivo es ampliar y sostener”.
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El caso Kueider se coló en el acto. Al cierre de su discurso, Macri mostró su descontento con la decisión de expulsar al senador de Entre Ríos, apoyada por varios del PRO. Aseguró que "el debido proceso es el que decidió el PRO, suspenderlo sin goce de sueldo, desaforarlo y que vaya a la justicia" por lo que definió que lo ocurrido se trató de un "atropello contra la república".
En el hotel donde se reunieron los dirigentes del PRO, se habló del episodio que generó un nuevo cruce entre Javier Milei y Victoria Villarruel. El Presidente aseguró que la sesión “es inválida” porque cuando él partió rumbo a Italia ya estaba Villarruel a cargo del Poder Ejecutivo. La vicepresidenta afirmó que recién a las 19 tomó conocimiento del traspaso de poder, cuando la sesión había concluido. “La luna de miel tapa la gravedad de la interna. Parecen Wanda e Icardi”, bromeó un integrante de la mesa ejecutiva del PRO.
Entre los presentes lo escuchaban, además de su primo y Vidal, otros dirigentes de peso como en el partido como Silvia Lospennato, Clara Muzzio, Fulvio Pompeo, Andrés Ibarra, Gisela Scaglia, Alex Campbell, Facundo Pérez Carletti y Julio Garro. De los gobernadores, no estaban Nacho Torres y Rogelio Frigerio por distintas actividades en sus provincias. En el caso del chubutense, encabezó un acto por el Día del Petróleo, que es feriado en esa provincia y de mucha importancia por el impacto de esa actividad a nivel local. Mientras que el entrerriano tenía el compromiso de presentar la temporada de verano. El día, admitieron cerca de ambos, no fue el más cómodo y desestimaron cualquier tipo de diferenciación: “No faltaron a ninguna reunión y el día que tengan que marcar algo lo van a hacer”.
Y en cuanto a cómo abordar la estrategia electoral, en el PRO aseguraron que no habrá una sino tantas como elecciones haya. Aunque el mayor foco estará en las que gobiernan no solo el PRO sino también la UCR, porque en el acto que encabezó Macri no se descartó que haya una reversión de Juntos por el Cambio (JxC) en los 10 distritos que gestionan. Esas 24 estrategas dependerán también, entre varios factores, si desdoblan o no los comicios. “La intención es reeditar Juntos por el Cambio porque no hay incentivo de romper eso”, apuntó un armador del interior.
Para el PRO se trata de un momento complejo. Su electorado votó a Milei y se identifica con el Gobierno. El desafío será poder interpelar a ese votante para que no se quede con la Libertad Avanza sino que sostenga su apoyo al PRO por su identidad. Cerca de Macri confiaron que “este fue un año para el orden y para que las cosas decanten”. El desafío de Macri pasará por hacer entender a su electorado por qué la existencia del PRO es imprescindible para lo que viene.