Pese los temblores generados por la interna entre el PRO y La Libertad Avanza, el macrismo no descarta hacer una buena elección en la Ciudad e, incluso, ganarla. El desdoblamiento de los comicios le abre la puerta a un salvataje amarillo después de un año para el olvido y, según cómo se acomoden las alianzas pero, sobre todo, cuáles sean los candidatos, no se descarta una buena performance a nivel nacional.
La salida de Néstor Grindetti de la jefatura de Gabinete había sido charlada con Jorge Macri pero su ejecución se había pensado para enero. La mudanza de Diego Kravetz a las filas libertarias con su desembarco en la SIDE aceleró los tiempos. El ex funcionario porteño había sido candidato de Patricia Bullrich en 2023 y hace tiempo venía con un vínculo complicado puertas adentro del Gobierno de la Capital Federal. Su reemplazo, Ezequiel Daglio, es un hombre de la mesa chica de Patricia Bullrich.
Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.
Mauricio Macri vio, desde lejos, todos estos movimientos. No estuvo vinculado al ascenso de Kravetz, con quien no tiene un buen vínculo, y tampoco al corrimiento de Grindetti que, como dirigente de la CABA, centra su ida y vuelta en la figura de Jorge y no del ex presidente.
El ex intendente de Lanús funcionaba no sólo como un gestor sino también como armador político, nexo del gobierno con legisladores, intendentes y otras expresiones a pedido de Jorge. Esta múltiple responsabilidad no matcheó con el doble comando ejercido junto a Gabriel Sánchez Zinny, su vicejefe. Ahora, Grindetti se dedicará a la articulación política y Sánchez Zinny a la gestión a pedido del jefe de Gobierno, que necesitaba funcionarios dedicados 100% a una cuestión en particular.
Los movimientos, sin embargo, fueron demasiados para tratarse de un diciembre que, en la previa, se anticipaba más tranquilo. El desdoblamiento electoral y la eliminación de las PASO, que pasará por la Legislatura, le sumarán complejidad.
Ante la posibilidad de que los libertarios ganen las elecciones nacionales, separar las locales y hacerlas antes es una buena forma de “salvar” la Legislatura que, en 2024, le funcionó pésimo a Jorge Macri. No sólo por la falta de ayuda de los mileístas sino por las maniobras en contra que ejecutó el bullrichismo, aún parte del PRO.
El escenario electoral porteño
Se vio, en este tiempo, que La Libertad Avanza no tiene nombres fuertes en los distritos, sólo, en algunos casos, caras visibles pero a nivel nacional. ¿Qué podrán presentar para elecciones locales, a legisladores y comuneros? Con esa ventaja, el PRO quiere jugar en 2025. Hay funcionarios actualmente en funciones con buen nivel de conocimiento y buena imagen que podrían ser cabeza de lista amarilla en comicios porteños. En ese escenario, no se ve la chance de una derrota frente a los mileístas.
Para el macrismo, a la hora de encarar las elecciones locales, la clave será la gestión. Un área en la que no se demostró fortaleza pero que mejoró con el paso del tiempo y, se espera, seguirá por ese camino hasta los comicios. Eso, sumado al hecho de que el partido atrae votos sólo con mostrar su color, por su historia y su tradición, alienta a más de uno.
MÁS INFO
De todos modos, hay algo que el PRO tiene en claro en el distrito capitalino: La Libertad Avanza quiere tener un armado fuerte en la CABA. Así lo demostró la falta de acompañamiento al Presupuesto pero, en especial, la doble cara en la relación con Jorge. Así como el jefe de Gobierno puede reunirse con la cúpula libertaria de la mejor manera, dado el buen vínculo, también se encuentra con la falta de apoyo del espacio.
Ahora bien, a nivel nacional, la cuestión es más compleja pero no imposible. Mucho dependerá del candidato que se elija para encabezar las listas. Los libertarios postularon anticipadamente a varios, pero del dicho al hecho hay mucho trecho. Hasta que no se oficialicen, nada garantiza que vaya a ser así. Patricia Bullrich no parece querer, y Javier Milei negó la postulación de Manuel Adorni y Karina.
¿Mauricio Macri? Es una opción. Además, hoy por hoy sigue vigente la existencia de Juntos por el Cambio y hasta el momento nada hace pensar que pueda romperse. Si en el peor de los escenarios el PRO mide 20 puntos en la Ciudad y mantiene la alianza con los sectores de centro (UCR, larretismo, socialismo, Coalición Cívica, etcétera), tal vez pueda sumar otros diez o trece puntos y superar los 30 más que competitivos.