El Gobierno empuja la suspensión de las PASO con CABA y Provincia a la expectativa

Las PASO vuelven a estar en la discusión electoral de 2025. El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, no quiso que terminara el año sin poner de nuevo la eliminación de las primarias sobre la mesa en un tuit que colocó el acento en la cuestión económica, que suele ser efectiva al momento del debate público. En paralelo, es un hecho que el jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, desdoblará las elecciones locales y enviará en extraordinarias un proyecto a la Legislatura para que se suspendan las primarias. Por su lado, el gobernador bonaerense Axel Kicillof ya manifestó su intención de tratar la suspensión o eliminación de las PASO en el caso de que se resuelva eso a nivel nacional, dado que por ley ambos comicios deben realizarse el mismo día. Si se eliminan las primarias, es muy probable que la PBA avance también en el desdoblamiento de las elecciones provinciales, un cambio de escenario importante.

La reforma electoral que incluía la eliminación de las PASO era uno de los cinco puntos de la agenda de extraordinarias de diciembre que el vocero Manuel Adorni anticipó en un tuit. Luego atraparon al senador Edgardo Kueider intentando ingresar a Paraguay con más de 200 mil dólares no declarados y el Gobierno prefirió bajarle la persiana al Congreso. Con el debate congelado parecía un hecho que las PASO entonces seguirían vigentes cuando Francos volvió a poner el tema en discusión, calculando en 150 millones de dólares su realización en todo el país. "Sería fundamental que podamos eliminarlas definitivamente, si hubiera acuerdo en sesiones extraordinarias o al principio del período ordinario, para ahorrarles a los argentinos tiempo, molestias y dinero", concluyó.

El argumento económico siempre funciona en la opinión pública. La mayoría de la gente no se muestra entusiasmada con la idea de votar varias veces en el año y la noción de que eso encima representa una gran erogación sirve para aumentar el malhumor. Para el oficialismo entra en la lógica de los "gastos de la política" que prometió eliminar. El argumento de que pocas veces a las primarias se les da una real utilidad y terminan funcionando como una gran encuesta junto a la idea de que los partidos que necesitan hacer una interna deberían financiarse por su cuenta, son razonamientos que han ido ganando terreno. En especial, en un contexto en el que prevalece el discurso de la antipolítica.

En verdad, más allá de las razones económicas están las conveniencias electorales. Lo cierto es que a los distintos oficialismos -nacionales, provinciales y municipales- siempre los seduce la posibilidad de derogar las primarias obligatorias porque así tienen mayores posibilidades de tener bajo control la oferta partidaria y la aparición de eventuales adversarios. Para el Gobierno le permitiría manejar la lapicera en la confección de listas en todo el país y resolver a su gusto las posibles alianzas. Por ejemplo, con el PRO de Mauricio Macri, reacio a la fusión en una sola fuerza de derecha. Por eso, el PRO mantiene su propio proyecto, elaborado por María Eugenia Vidal, que propone convertir las PASO en PAS, quitándole el carácter de obligatorias. 

Ahí radica el principal problema del Gobierno, que por ahora no se ven de dónde saldrían los votos para coronar la movida. La UCR se manifestó en contra de la eliminación y el bloque Encuentro Federal que encabeza Miguel Angel Pichetto tiene presentado un proyecto de reforma electoral que mantiene las primarias. Es decir, entre la oposición dialoguista no parecería haber entusiastas de la eliminación de las PASO. Sin embargo, algunos integrantes de esos mismos bloques tienen presentados proyectos para terminar con las primarias, en sintonía con los deseos de los gobernadores de sus provincias. También hay partidos provinciales que tienen presentadas propuestas de eliminación y hasta incluso hay iniciativas de miembros de la bancada de Unión por la Patria. De ahí que el Gobierno apueste a abrir una gran discusión en el Congreso que le permita volcar la balanza.

Ya es un hecho que Jorge Macri anunciará -posiblemente este viernes- que desdoblará las elecciones porteñas para intentar resguardar el bastión del PRO del arrastre de las candidaturas nacionales que busca poner en juego La Libertad Avanza en la Capital Federal, que van desde el vocero Adorni, a Karina Milei o la propia Patricia Bullrich. La fecha elegida sería julio. En simultáneo, enviará un proyecto a la Legislatura para eliminar las PASO y no obligar a los porteños a votar tantas veces en el año. Pero para conseguirlo necesita 40 votos en la Legislatura, para lo que tendrá que recurrir a las bancadas opositoras. Si no consigue reunir los votos, las primarias se harían entre fines de abril y principios de mayo. 

En Buenos Aires, el gobernador Kicillof todavía no lo tiene resuelto, pero podría adoptar una estrategia similar. Si el Ejecutivo nacional avanza en la eliminación de las PASO, la Provincia buscará seguir el mismo camino. “Si es necesario, habrá que discutirlo en la Legislatura para determinar qué es lo mejor para Buenos Aires”, adelantó el ministro de Gobierno, Carlos Bianco. En ese caso, se abren las posibilidades para desdoblar, tal como le vienen pidiendo buena parte de los intendentes de Unión por la Patria.  “El gobernador está analizando todas las posibilidades. Ninguna es ideal, pero debemos garantizar un proceso transparente que responda a las expectativas de los bonaerenses”, sostuvo Bianco, que completó con una frase con mensaje: "estas elecciones son provinciales". 

La presidenta del PJ, Cristina Kirchner, y La Cámpora son de la idea de que la elección no debe desdoblarse porque a Unión por la Patria le convendría nacionalizar el debate contra las medidas de ajuste de Javier Milei y no entrar en la discusión sobre los problemas de la Provincia. Obviamente, también se metía, solapadamente, la discusión acerca de quién manejará la lapicera para el armado de las listas. Sin embargo, nada indicaría que el debate nacional sea el más conveniente porque tanto el gobernador como los intendentes mantienen buenos niveles de aprobación entre los bonaerenses. "La gente nos conoce a nosotros, somos los que ponemos la cara todos los días", definía un jefe comunal alineado con Axel. Esperarán hasta febrero o marzo para la decisión final.