Con lista propia y sin el PRO, Graciela Ocaña buscará volver a ser diputada en 2025

La líder de Confianza Pública no quiere ir con el partido de Mauricio Macri en la próxima elección. Fuerte contrapunto por la ley de Enfermería. La estrategia del outsider para retener la banca en la Legislatura. 

08 de diciembre, 2024 | 11.32

Enojada con el PRO, la legisladora porteña Graciela Ocaña tiene decidido que en las próximas elecciones irá por fuera del esquema que fue Juntos por el Cambio. Así, tras un año en el que mostró diferencias con la gestión de Jorge Macri en la Ciudad de Buenos Aires, dejará de ser aliada del PRO y será candidata al Congreso por su partido Confianza Pública. Para la elección local se pone en sintonía con los tiempos que corren y busca un outsider para conquistar al electorado.

En 2023, Ocaña compitió en la interna de la alianza porteña junto a Martín Lousteau frente a Macri. Esa lista era cercana a Horacio Rodríguez Larreta, más proclive a los acuerdos que su sucesor que prefirió volver a las bases y darle una impronta más amarilla al Gabinete. 

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Las diferencias de Ocaña con la nueva gestión del PRO fueron creciendo y se hicieron evidentes en la última votación en la Legislatura con el proyecto de ley de Enfermería. Ocaña tenía la promesa de campaña de incorporar a los enfermeros a la carrera de profesionales de la Salud. La iniciativa la impulsaba junto a los dos legisladores de su espacio (Sol Méndez y Sebastián Nagata) y los que responden a Lousteau y Facundo Manes (Manuela Thourte y Guillermo Suárez), y en el camino encontró un punto de encuentro en el dictamen con Unión por la Patria. Finalmente terminó prosperando un voto del proyecto oficialista que no contaba con el apoyo de la Asociación de Licenciados en Enfermería (ALE). Ocaña junto a los otros dos radicales votaron en contra y junto a UP y la izquierda.

Fue la primera vez que Ocaña decidió votar distinto, como también fue la primera vez que los radicales se dividieron (el resto de Evolución y los de Angelici se abstuvieron). Por esta iniciativa también hubo un enfrentamiento entre Ocaña y el ministro de Salud, Fernán Quirós. En Confianza Pública acusan al funcionario de haber obturado a comienzos de año que la legisladora se quede con la presidencia de la comisión de Salud. De hecho, hubo versiones de que Quirós amenazó con renunciar si prosperaba la propuesta de Ocaña. 

De a poco el clima electoral se siente entre los distintos partidos de la Ciudad, todavía sin tener en claro la configuración de alianzas. En el PRO hay quienes creen que lo mejor es encontrar una alianza con La Libertad Avanza. Esa alternativa no está cerrada y dependerá mucho de cómo voten los legisladores que conduce Pilar Ramírez en la sesión prevista aunque todavía no oficialmente para el 12 de diciembre.

Tanto los radicales como Ocaña, y también Elisa Carrió, manejan esa opción aunque en los tres espacios coinciden en que no van a cerrar un acuerdo porque será el propio partido del presidente Javier Milei el que lo rechace bajo la premisa de que los libertarios le comieron el electorado al PRO. 

Por las diferencias en la gestión y aunque se concrete o no el coqueteo con los libertarios, Ocaña decidió que en la próxima elección no irá junto con el PRO y tendrá una lista propia. Ya sea por la Ciudad o por la provincia de Buenos Aires, su apuesta será volver a la Cámara de Diputados, banca que ya ocupó en tres etapas siendo la última entre 2017 y 2023.

Si bien tiene un buen entendimiento con el sector radical de Lousteau y Manes, el más enfrentado a Milei, y todavía guarda buena relación con Horacio Rodríguez Larreta; restará saber qué decisión tomarán ellos el año que viene para especular con una nueva alianza. Ocurra o no, Ocaña se ve lejos de Macri.

Sus diferencias también se trasladan a la potencial sesión del jueves. Si bien tiene la intención de acompañar al oficialismo con el Presupuesto 2025 y el Código Urbanístico, los tres votos que tiene en su poder están condicionados a cambios que aplique el oficialismo. En sintonía con Evolución, buscan frenar la fuerte suba del ABL que en algunos casos llegará al 100% y mantener el aumento en línea con la inflación pasada, como sucede hasta ahora y con topes por si se espiraliza el índice.

Con las diferencias expuestas y ante la cantidad de bancas que el PRO y aliados deberá renovar en una elección con la amenaza latente de La Libertad Avanza y sin la generosidad de Larreta, Ocaña no ve margen de acuerdo. “No representamos lo mismo porque no somos parte del mismo esquema de poder”, confiaron a El Destape desde el entorno de la ex ministra de Salud de Cristina Kirchner.

El año que viene a Confianza Pública se le vence la banca de Méndez. Como el sistema electoral porteño es distinto del nacional y como ya ocurrió en 2023, con o sin desdoblamiento, ya no existe el efecto “arrastre” en la Ciudad por lo que la candidatura de Ocaña al Congreso no implicará necesariamente que los que vienen atrás se beneficien de esa cabeza de lista.

De los aliados del PRO es el espacio que menos renueva ya que la Coalición Cívica y la UCR ponen en juego dos y tres bancas respectivamente. Con la experiencia de las últimas elecciones y con Milei como caso de éxito de líderes sin trayectoria política previa, Ocaña está pensando en quién podría ser su propio outsider que simpatice con las ideas de espacio pero garantice una cabeza de lista taquillera y acorde al clima político actual. Todavía no trascendieron nombres.