Las elecciones de este domingo para las autoridades locales de la ciudad de Buenos Aires (jefe de gobierno, legisladores y comuneros) van a revelar que tras la pátina de eficiencia que agita la propaganda pagada por Horacio Rodríguez Larreta y Juntos por el Cambio hay un cúmulo de irregularidades, desprolijidades, trampas y un nivel de improvisación que promete problemas en el sufragio e incluso puede alentar que baje la participación, tal como ocurrió ya en varias elecciones provinciales.
Todo este entramado incluye:
- Elecciones concurrentes con dos sistemas distintos, el de papel como en todo el país pero Voto Electrónico para las autoridades porteñas, lo que va a dificultar y demorar todo el proceso de votación y conteo.
- El horario de votación no alcanza para que cada elector vote dos veces: se requieren más de 13 horas y el plazo es de 8 a 18.
- Un sistema de voto electrónico que ya fue hackeado
- Una licitación a medida de la empresa Magic Software Argentina (MSA), la misma que ya fue hackeada en 2015
- Falta de auditorías completas sobre el sistema y ocultamiento de su código fuente, es decir, nadie sabe realmente como funcionan las máquinas de votación excepto Larreta y la empresa contratada a medida
- El Instituto de Gestión Electoral (IGE), a cargo de las elecciones porteñas, sin autoridades legalmente designadas sino puestas a dedo por parte de Larreta
- Una auditoría del Consejo de la Magistratura que le advierte a la jueza electoral María Romilda Servini de los peligros del sistema de voto electrónico que se va a usar en CABA
- Que la jueza electoral Servini se desentiende de contar los votos en CABA, cuyo recuento quedará a cargo de la Justicia porteña
- La contratación directa y por 128 millones de pesos de Costa Salguero para el centro de cómputos mientras Larreta planeaba tener en ese mismo lugar su búnker
- La Justicia porteña que se encargó rechazar el único amparo presentado para frenar el Voto Electrónico sin siquiera tratar el tema.
Tamaña situación habilita dos lecturas: una ineficiencia enorme o un sistema diseñado para la trampa. O un mix.
Estas elecciones concurrentes fueron una treta de Rodríguez Larreta para terciar en su momento en una interna donde Mauricio Macri le quería imponer a Jorge Mismo Apellido como candidato a la sucesión porteña. Eso fue en abril. Rodríguez Larreta decidió por su cuenta este entuerto de elecciones concurrentes, María Eugenia Vidal tuiteó que "no hay ambición personal que pueda estar por encima de nuestros valores y el equipo" y Macri se sumó a ese comentario y dijo: "Coincido con María Eugenia. Qué profunda desilusión". Ahora parece que acordaron y se olvidaron de este vicio de origen.
Para esa elección concurrente Larreta impuso además que la votación para cargos locales sea por voto electrónico. Y, para que quedara claro que la licitación sería a medida, Larreta dijo: “Lo vamos a hacer con Boleta Única Electrónica". La BUE es un sistema de voto electrónico que está patentado por una empresa: Magic Software Argentina (MSA). Es la misma que estuvo a cargo de las elecciones con las que Larreta llegó por primera vez a la jefatura de gobierno porteña pese a que la propia empresa reconoció que le hackearon el sistema, tal como publicó El Destape. También lo reconoció por entonces Martín Lousteau, pero luego aceptó el cargo de embajador en Estados Unidos. Ahora Lousteau no dice nada del voto electrónico, el mismo que sabe que es vulnerable. ¿Hay otro cargo prometido?
A partir de la imposición del Voto Electrónico las irregularidades se multiplicaron. Hubo:
- Una licitación llena de puntos ciegos y hecha a medida de MSA
- Una sola empresa que se presentó a la licitación: MSA
- Auditorías incompletas y a medida que aún así mostraban fallas en el sistema
- El Instituto de Gestión Electoral (IGE), organismo a cargo de las elecciones, sin autoridades designadas correctamente sino a dedo por parte de Larreta, que primero designo a Ezio Emiliozzi, éste renunció a un mes de las elecciones y fue reemplazad Federico Fahey Duarte. Ese cargo requiere dos tercios de la legislatura porteña que ninguno tuvo.
- Modificaciones sistemáticas del software por parte del gobierno porteño aún después de las auditorías parciales y por fuera de cualquier control
En síntesis: la elección porteña fue privatizada a dedo y sin ningún tipo de control. Nadie auditó el software y las máquinas que se usarán este domingo y lo poco que la empresa y el gobierno de Larreta dejaron ver ya mostró vulnerabilidades de todo tipo.
La responsabilidad de que todo esto avanzara recae también en la jueza electoral Servini. Desde el 25 de julio que tiene un informe del Consejo de la Magistratura que le advierte que las máquinas de Voto Electrónico que se van a usar en CABA no son seguras. La Dirección General de Auditoría Informática del Consejo recibió máquinas y documentación de la empresa MSA y resaltó:
- "No se recibió el código fuente, ni la documentación relacionada con seguridad". O sea, no se pudo auditar realmente.
- Tuvieron que revisar máquinas "con software demo de las elecciones de la Provincia de Salta, por lo tanto, no es posible realizar apreciaciones que puedan tener un efecto comprobable en la versión final a utilizarse en CABA".
- "Se probó instalar un pendrive y fue reconocido" por la máquina, "sin ninguna alerta, lo cual podría permitir la instalación de software o hardware malicioso (no olvidar que el equipo se conectará a la Red, en algunos casos del anillo de fibra de la Ciudad)"
- "lo anteriormente mencionado corresponde a apreciaciones parciales, al no ser posible una auditoría completa por la falta de los elementos esenciales a la hora de realizar el proceso"
En síntesis, la jueza electoral Servini tiene un informe que le indica que las máquinas de votación que se van a utilizar en CABA no fueron auditaras y son peligrosas. Pero no dijo nada.
A todo esto, Larreta anunció que su búnker electoral sería en Costa Salguero. A los pocos días el IGE autorizó la contratación directa de Costa Salguero como centro de cómputos de las elecciones porteñas por 128 millones de pesos. O sea, Larreta quería tener su sede partidaria y el conteo de votos en el mismo lugar.
Eso sí parece que molestó a la jueza electoral Servini, y motivó un comunicado del IGE el viernes pasado donde se anunció que este organismo y la magistrada acordaron "realizar el escrutinio definitivo de las elecciones en la Ciudad de manera autónoma entre los cargos nacionales y los cargos logales". El comunicado dice que Servini contará los cargos nacionales "y brindará asistencia al Tribunal Electoral de la Ciudad para el escrutinio definitivo de los cargos locales". Ese Tribunal fue armado a dedo por Larreta y no tiene experiencia en materia electoral.
El mismo acuerdo entre Servini y el IGE decía que finalmente las urnas de las elecciones porteñas se trasladarían al Parque Roca y no a Costa Salguero, donde Larreta planeaba tener su búnker. Eso fue el viernes. El lunes, sin embargo, Larreta publicó en el Boletín Oficial de CABA la confirmación de la contratación directa de Costa Salguero para el centro de cómputos y avisó a algunos medios que trasladaría su búnker a Parque Norte. Todo a una semana de las elecciones. Pura improvisación.
La concurrencia de las elecciones tendrá una complicación adicional: el tiempo de votación. El Observatorio Electoral de la Universidad del Comahue no solo detectó múltiples irregularidades en el uso del mismo sistema de la empresa MSA en las elecciones en Neuquén sino que marcó un dato clave: el tiempo promedio para el sufragio con voto electrónico en Neuquén fue de 1,9 minutos y con boleta de papel en Río Negro fue de 1,3 minutos.
No sólo es más rápido el voto en papel, sino que en las elecciones en CABA habrá que votar con los dos, con papel y con voto electrónico. Eso implica, de mínima, que el tiempo se sume, o sea que cada elector va a tardar 3,2 minutos en votar. En cada mesa de CABA votan un promedio de 250 personas. Un simple cálculo matemático de que suman 800 minutos, es decir 13,3 horas. Pero el horario de votación es de 8 a 18, hay 10 horas de plazo. ¿Y las 3,3 horas de diferencia?
Alertado sobre esto, el gobierno porteño dijo que pasarán dos personas a la vez a votar: mientras una usa el cuarto oscuro con boletas de papel la otra estará en la máquina de voto electrónico. ¿Como van a garantizar tal sincronización? Cuestion de fe.
La Justicia porteña cumplió también su rol. El único amparo que hubo contra el Voto Electrónico lo presentó la Fundación Vía Libre, integrada por especialistas en temas electorales e informáticos. Pero todas las instancias de los tribunales porteños en lugar de analizar el montón de pruebas, antecedentes, documentos y jurisprudencia internacional que tenía la denuncia rechazaron la presentación porque, dijeron, la Fundación Vía Libre carecía de legitimación para poner en cuestión el núcleo central de la democracia: la forma en que se vota.