Luego de las generales en estas elecciones 2023, comenzó a viralizarse la versión de un supuesto “fraude” ocurrido en los comicios del 22 de octubre. A esa versión se sumaron algunos medios de comunicación y rápidamente se viralizó en las redes sociales. Desde el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG) explicaron por qué no existió “fraude”, sino que hubo “errores de conteo” en actas que formaron parte del escrutinio provisorio.
Además, demostraron que las tres fuerzas, Unión por la Patria (UP), La Libertad Avanza (LLA) y Juntos por el Cambio (JxC), recibieron “0 votos” en miles de actas.
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Según se desprende del informe realizado por el CELAG, a Patricia Bullrich le cargaron 1.675 mesas con 0 votos; a Javier Milei 1.669 mesas con 0 votos, y a Sergio Massa 1.652 mesas con 0 votos. Vale remarcar que los números publicados forman parte del escrutinio provisorio, y no del escrutinio final.
MÁS INFO
La idea de “fraude” se viralizó rápidamente en las redes sociales. A modo de ejemplo, en el canal LN+, el periodista Luis Gasulla en el programa de Luis Majul afirmó que tenían telegramas de Santiago del Estero con “0 votos” a Patricia Bullrich y Javier Milei:
Más postes que pregonan la idea de fraude:
La Cámara Nacional Electoral rechazó las falsas denuncias de "fraude"
La Cámara Nacional Electoral (CNE) emitió un comunicado en el que descarta irregularidades y destacó que las garantías que aseguran la legitimidad de los comicios en Argentina son reconocidas "no solo en el ámbito nacional sino también por la comunidad internacional". El comunicado de la CNE:
A 40 años de la elección que marcó el retorno de la democracia
El aniversario de la elección del 30 de octubre de 1983 constituye un acontecimiento histórico que merece ser reconocido y conmemorado. Marcó el punto de partida del período democrático más extenso en la historia de nuestro país, con ejercicio pleno de los derechos políticos de la ciudadanía en la designación de sus representantes.
Desde entonces tuvieron lugar 33 procesos electorales nacionales íntegros, de diversas características; todos con resultados aceptados y reconocida e indiscutida legitimidad.
Las elecciones no son un servicio público a cargo de una autoridad estatal, sino un acto de soberanía, de amplia participación y con controles recíprocos, en el que intervienen ciudadanas y ciudadanos sorteados como autoridades de mesa y fiscales designados por las agrupaciones políticas.
El alto nivel de garantías que aseguran el respeto de la genuina expresión de la voluntad popular en la República Argentina, con mecanismos imparciales para resolver reclamos e incidencias, es un elemento reconocido no solo en el ámbito nacional sino también por la comunidad internacional.
rente a invocaciones de fraude sin fundamento que en estos días desinforman a la opinión pública y socavan a la democracia como sistema de creencias compartidas -en tanto desconocen que el único escrutinio válido es el definitivo a cargo de la Justicia Nacional Electoral- se vuelve necesario recordar tan trascendente hecho institucional, como un modo de poner de relieve el valor que revisten para la historia de la democracia argentina las elecciones periódicas, libres, transparentes y auténticas.
Su celebración importa y concierne a la ciudadanía toda, pues los procesos electorales constituyen ya un elemento esencial de la cultura cívica y del acervo institucional de la Nación.