Con la batería de anuncios para recomponer los ingresos de distintos sectores ya realizados, Sergio Massa se mete de lleno en la campaña para estas elecciones 2023 y con el sombrero de candidato puesto se prepara para el primer debate presidencial que se realizará este domingo en Santiago del Estero. El ministro de Economía comenzó a entrenar y este jueves afinó la estrategia para confrontar contra los rivales, especialmente Javier Milei. Desde su entorno anticipan que "hay posibilidades" de que anuncie quiénes estarán al frente del Palacio de Hacienda y del Banco Central si llega a la Casa Rosada.
Sin actos ni anuncios, este jueves Massa repasó los ejes que abordará el domingo en la Universidad Nacional de Santiago del Estero. Resaltará las medidas con las que consiguió la centralidad en la última quincena y que apuntaron a la recuperación del ingreso luego del 12,4% de inflación de agosto por la devaluación impuesta por el FMI. Entre ellas hará énfasis en la eliminación del impuesto a las ganancias para trabajadores, la devolución del IVA y el bono para informales.
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En los distintos bloques temáticos que se tocarán (“Economía”, “Educación” y “Derechos Humanos y convivencia democrática”), instalará la idea de “ir hacia adelante” y sostendrá que las propuestas de Javier Milei y Patricia Bullrich implican un retroceso para el país y desorganizan la vida familiar. “Seguridad” y “Trabajo” serán dos ejes en los que enfocará y expondrá lo hecho como intendente de Tigre y ministro.
Pero no será todo un recordatorio de lo hecho en el municipio que gobernó o de la batería de medidas anunciadas en estas semanas, también se encargará de confrontar con Javier Milei, a quien todas las encuestas lo muestran primero y contra el que creen en Unión por la Patria que enfrentarán en la segunda vuelta del 22 de noviembre. Según supo El Destape desde el equipo de campaña, esa confrontación no implicará “agredir” al libertario y a sus votantes sino “valorar” sus ideas para hablar de ellas e instalar la duda sobre qué ocurriría si las mismas se llevasen a la práctica.
Tras la elección del 13 de agosto, que dejó derrotas del peronismo en provincias donde históricamente se hizo fuerte, Massa mantuvo conversaciones con gobernadores y en esos diálogos hubo pases de factura y un compromiso de los mandatarios de “ponerse a trabajar” para dar vuelta el resultado. “Los escuchó y reconstituyó la confederación de gobernadores que se vio en Tucumán y Salta para construir un fuerte crecimiento en el norte grande”, cuentan desde el Palacio de Hacienda sobre lo que fueron esos primeros días.
Tras esto, emprendió visitas a distintas provincias y en esos actos les habló a las madres y utilizó las propuestas de libre portación de armas y venta de órganos. “¿Las madres van a estar tranquilas sabiendo que sus hijos salen armados o que los amigos portan armas en la escuela?”, preguntará el líder del Frente Renovador.
Otro punto de confrontación que se espera que tenga con Milei es por la propuesta del candidato de ultraderecha de romper vínculos comerciales con China y Brasil. Massa planteará que de ejecutar esa promesa hay economías regionales que se verán severamente perjudicadas.
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La propuesta de un gobierno de unidad nacional también estará presente. Después de las PASO fue una promesa que reiteró, como este último domingo cuando compartió un acto con los gobernadores Gerardo Morales (Jujuy) y Gustavo Valdés (Corrientes) para despertar así el enojo de Mauricio Macri con los radicales. Massa propone incorporar a la UCR, a peronistas que están en el PRO y a partidos provinciales como el Movimiento Popular Neuquino a su potencial Gabinete. De esa manera busca resquebrajar el voto de Juntos por el Cambio, algo que empezó a surtir efecto con el llamado de la Franja Morada de La Pampa al avisar que no votará a Massa. Allí habrá otro punto de contraposición con los candidatos de La Libertad Avanza y Juntos por el Cambio por su intención de “romper todo” o “terminar con el kirchnerismo". Cerca del ministro describen a este medio que “el consenso y el diálogo es ir hacia adelante, mientras que eliminar al otro es retroceder”.
El equipo de Massa
Al frente del entrenamiento de Massa están su histórico vocero y asesor en comunicación del Frente Renovador, Santiago García Vázquez; el consultor catalán Antoni Gutiérrez Rubí; y el vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos. A ellos se suman en el asesoramiento tres especialistas estadounidenses como Dan Restrepo, Jessica Reis y Robert Gibbs. Vinculados al Partido Demócrata, trabajaron junto al expresidente Barack Obama. Otro que sumó el candidato después de su visita a Brasil fue el jefe de campaña de Lula da Silva en la última elección, Edinho Silva.
Massa se corrió de la agenda del día, la cual pasará por el Senado. Desde la cámara que preside Cristina Kirchner, espera recibir buenas noticias. Según adelantó él mismo en Neuquén, el oficialismo aprobará la modificación del Impuesto a las Ganancias y la creación de cinco universidades nacionales. Estos, como la iniciativa para subir al 8% el financiamiento en educación los volcará en el debate para contraponer a la propuesta de Milei de privatización de la educación pública.
La de Santiago del Estero será la primera de las dos instancias previstas por ley para que los aspirantes a llegar a la Casa Rosada expongan sus propuestas. El segundo encuentro será el domingo 8 de octubre, en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, y allí los bloques temáticos serán sobre “seguridad”, “trabajo y producción” y "desarrollo Humano, vivienda y protección del ambiente”.
El tigrense es el único de los cinco que intercambiarán posiciones el domingo que tiene experiencia en debate presidencial. Ya lo hizo en 2015 cuando no era obligatorio y tuvo que enfrentar a Mauricio Macri y a Daniel Scioli, quien no se hizo presente en la instancia previa a las generales. Los rivales ahora son otros y el contexto es distinto. Es funcionario y candidato del oficialismo. A diferencia de ese entonces, cuando había quedado en una cómoda tercera posición, esta vez quedó segundo en términos individuales y en el marco de un escenario de tres tercios en el que tiene chances de entrar a un ballotage.