En la primeras 24 horas posteriores a las elecciones 2023, en las que el candidato a presidente de La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei, fue superado por su rival de Unión por la Patria, Sergio Massa, el economista ofertó ministerios para otros espacios políticos para que los apoyen en la segunda vuelta.
En una entrevista con el medio Radio Observador, Milei quiso tender un puente con la ex candidata a presidente de Juntos por el Cambio y tercera en la elección, Patricia Bullrich, y le ofreció el ministerio de Seguridad ya que consideró que la dirigente del PRO fue "exitosa combatiendo la inseguridad".
Luego, Milei se corrió al otro extremo del espectro ideológico y le abrió las puertas al Frente de Izquierda y los Trabajadores. "Nosotros tenemos el ministerio de Capital Humano, en algunos aspectos de las áreas que entran ahí. Las personas que más saben son de izquierda", tiró el candidato antiEstado, antiderechos y reivindicador de la represión ilegal en la última dictadura cívica militar.
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Tras estos dichos, dos dirigentas de LLA salieron a opinar sobre el tema. "Nuestros proyectos de vivienda, los problemas de infraestructura social, son atractivas para gente más humilde, que no tiene créditos o un trabajo mejor pago. Generalmente la gente de izquierda se suma a estas ideas", dijo la diputada nacional electa y potencial canciller de Milei, Diana Mondino.
"Habrá que debatir", dijo la candidata a vicepresidenta y defensora de genocidas, Victoria Villarruel, sobre la potencial incorporación de Bullrich como ministra de seguridad. La propuesta del líder de LLA a la tercera de la elección dejaría como damnificada a su compañera de fórmula, ya que ella tenía loteados para ella los ministerios de Seguridad e Interior e iba a ser quien designe a quienes los encabecen.
Más allá de los intentos de seducción del hombre de la motosierra, voces con llegada a Milei afirmaron a El Destape que "son comentarios que se hacen" pero "no hay nada". Sin embargo, reconoció que "hay conversaciones" con dirigentes. El coto de caza del supuesto león es Juntos por el Cambio, cuya unidad dependía de seguir en la contienda electoral.
Otra fuente cercana a Milei señaló que "el diálogo va a ser con los votantes, con las bases, con la sociedad civil" y agregaron: "No va a haber una intención de coleccionar dirigentes, a menos que salgan ellos por motus propio como lo hicieron (el ex precandidato a presidente Horacio Rodríguez) Larreta primero y Bullrich después".
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Mientras que Rodríguez Larreta rechazó de plano una acercamiento con Milei, ya que recordó que "lo reputeó" en varias oportunidades, otros dirigentes de Juntos por el Cambio ya se enlistaron en el llamado del candidato a presidente para combatir a Unión por la Patria, rotulado como "kirchnerismo": los diputados nacionales de Juntos por el Cambio Francisco Sánchez y Ricardo López Murphy, el intendente de Capitán Sarmiento, Javier Iguacel, y el secretarios de Asuntos Públicos porteño, Waldo Wolff. Todos estos son del PRO. La adversión del líder de LLA con los radicales y la Coalición Cívica es conocida y todavía no hizo esfuerzos por revertirla.
Algunos observaron como un primer intento de acercamiento el reconocimiento de Milei al triunfo del jefe de Gobierno porteño electo, Jorge Macri, en el bunker del domingo. Sin embargo, Milei tiene como dirigente predilecto en la tambaleante alianza al ex presidente Mauricio Macri. Voces cercanas a Milei señalaron que "Javier habló como hace tiempo" con el fundador del PRO y que "en algún momento" puede haber una comunicación.
En el caso de Schiaretti, afirmaron desde LLA que todavía no hablaron con él. En el bunker del domingo, una voz comentaba en el pasillo del Hotel Libertador que había que ensayar un acercamiento al cordobés, ya que consideraba que "no lo puede ni ver a Massa".
El bunker del domingo, el minarquista propuso "hacer tábula rasa" con quienes se cruzó en la campaña. El mensaje buscó tener como primera interlocutora Bullrich, quien en un pasado había impulsado su ingreso a Juntos por el Cambio, pero tras las PASO la tildó de "montonera tirabombas" y la acusó de "poner bombas en jardines de infantes".
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La euforia de la militancia en la puerta del Hotel Libertador contrastó con la desilusión de la dirigencia adentro del bunker. Horas después estalló un foco de conflicto con exposición mediática con la diputada nacional electa Lilia Lemoine con el community manager de Milei, Iñaki Gutiérrez y un usuario de la red social X que la habían acusado de dañar la campaña.
"Claro, no fue la alianza con (el líder del gremio de Gastronómicos, Luís) Barrionuevo, ni cortar relaciones com el Vaticano ... o hablar de vender niños y órganos. La culpa es mía", se defendió la cosplayer, que estuvo en el bunker, pero no subió al escenario.
"Fue un resultado inesperado, porque esperabamos uno o dos puntos más que Massa. Primó la billetera y el látigo, pero ya llegaron a su techo", reflexionó una voz de la cúpula de LLA pasados los comicios, que negó pases de facturas internos, pero insistieron en que todavía se debe mejorar el "control" de los comicios.
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