Mesa del Frente de Todos: Massa evitó hablar de candidaturas y se enfocó en la economía

Si bien Moyano lo nombró como "uno de los principales candidatos", en el massismo -el único sector del oficialismo que prefirió no comentar públicamente el encuentro del jueves- aseguran que sus socios no le pidieron definiciones. 

18 de febrero, 2023 | 00.05

El ministro de Economía, Sergio Massa, fue uno de los principales protagonistas de la mesa política del Frente de Todos. Sentado a la izquierda del presidente Alberto Fernández, dio un discurso económico y así esquivó definiciones vinculadas a la estrategia electoral y candidaturas. Le apuntó a “poderes fácticos” y la “falta de estabilidad política” como factores que le imposibilitan alcanzar los objetivos que se impuso en su política económica.

Massa jugó hasta último momento con la confirmación de su presencia en la mesa del jueves y minutos antes de asistir a la sede del Partido Justicialista se mostró enfocado en la gestión con el anuncio de la ampliación de las asignaciones familiares. Toda una demostración de que en Economía buscan mostrar un Massa “hiperactivo” con agenda intensa de anuncios y no inmerso en la pelea interna entre los sectores que responden a Cristina Kirchner y Alberto Fernández. Además del líder del Frente Renovador, por ese espacio también estuvieron la titular de AySA, Malena Galmarini; la presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau; el ministro de Transporte, Diego Giuliano; y el vicepresidente de la Cámara de Diputados bonaerense, Rubén Eslaiman.

Como el resto de los actores que participaron, en el massismo también definieron el encuentro que se extendió por más de seis horas como una reunión “muy sana”, “sincera” y “productiva”, en la que cada expositor puso sobre la mesa los temas que le parecían de interés como la proscripción de la Vicepresidenta, la unidad del Frente de Todos y las PASO, un tema, este último, que generó visiones encontradas. “Fue oportuna porque se viene el momento de la definición”, soltó a este medio uno de los 33 invitados.

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Massa fue el único orador de su sector -y al día siguiente ningún dirigente massista hizo declaraciones públicas- y prefirió enfocarse en la situación económica que heredó tras la gestión de Martín Guzmán. Para describirla, esta vez apeló a un discurso con mucha “diplomacia”, como describieron cerca suyo. Tiempo atrás Massa había responsabilizado a Guzmán de haber dejado reservas netas negativas, un desborde fiscal de más de 12 puntos en el segundo semestre, respecto de la meta de déficit acordada con el FMI, entre otras observaciones. Además, el jueves proyectó un sendero inflacionario a la baja de cara a las elecciones, aunque esta vez evitó poner plazos y cifras.

A diferencia de Pablo Moyano, quien horas después del primer encuentro de la mesa política lo mencionó a Massa como “uno de los principales candidatos a presidente”, desde el massismo aseguraron que en el encuentro no se le preguntó si estará en la boleta este año. “Nadie forzó la situación”, apuntaron. Sin embargo, reconocieron que el kirchnerismo se mostró inquieto por saber qué hará el Presidente, como evidenció el ministro bonaerense Andrés Larroque al admitir que para ellos sería “inconveniente” que lo sea. La semana pasada, como contó El Destape, en la reunión con intendentes en la Quinta de Olivos, Massa también le reclamó a Fernández una pronta definición al respecto.

“Gestión, gestión, gestión”, repiten una y otra vez en el círculo de dirigentes de confianza de Massa cuando les preguntan acerca de qué hará el ministro. En los hechos, en la previa a la reunión del jueves, cuando Fernández y el ministro “Wado” de Pedro se cruzaban a través de off the record, Massa realizaba hasta tres actividades de gestión por día. Solo en la última semana, protagonizó el anuncio de la suba de jubilaciones, el ahorro de 2.000 millones de dólares en importación de energía, el acuerdo de precios de la carne, la ampliación de las asignaciones familiares y el aumento salarial docente.

Todos anuncios ligados a la recomposición del poder adquisitivo, el cuidado de las reservas y la contención de los precios. Justamente la inflación, que en enero trepó al 6%, será la principal meta por la que se juzgará su gestión y de la que depende no solo su proyecto presidencialista, sino el futuro del Frente de Todos en octubre. Por eso, cuando tomó la palabra el jueves, a pedido de los presentes, Massa destacó que la presión inflacionaria irá cediendo aunque ya no repitió su diagnóstico de que el índice abril arrancará “con un 3 adelante”.

Según pudo saber este medio, la estrategia inflacionaria cambió y se pretende que en los próximos meses se instale entre 4 y 5 puntos. En palabras del viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, se espera que recién “baje significativamente” hacia fines de año y “se acerque al 3%”. Massa sabe que la economía manda y, si no hay resultados del plan económico que se traduzcan en recuperación del poder adquisitivo, será difícil conseguir una victoria del Frente de Todos en las urnas. Por eso, con los números de abril y mayo decidirá qué hará en estas elecciones.

Pero Massa está convencido de que no alcanza con las medidas que adopte y su capacidad de generar confianza en los mercados, donde en la semana obtuvo buenos resultados en el canje de deuda pese al intento de “golpe financiero” de Juntos por el Cambio. Así lo hizo saber el jueves cuando advirtió sobre el rol de los “poderes fácticos”.

Sin dar nombres ni apuntar a rubros especiales, el tigrense describió cómo algunos sectores atentan contra la estabilidad macroeconómica al hacer una distinción en que no siempre el Gobierno tiene “el poder”, de acuerdo a la reconstrucción que hizo El Destape. Pero también en el massismo hablaron sobre cómo afectan las peleas internas en la coalición gobernante al plan económico y resaltaron: “El objetivo de la mesa busca una estabilidad política para conseguir la estabilidad económica”. Una forma de avisar que para que haya 2023, Massa necesita de la “ayuda” de sus socios.

No está claro cómo seguirá el trabajo de la mesa política del Frente de Todos. Si bien en el documento final se resolvió crear una comisión que le pedirá a la Vicepresidenta que sea candidata, no se determinó cuándo o cómo se volverán a reunir los 33 asistentes a la sede de la calle Matheu. Sin embargo, sí hay un consenso generalizado de que debe haber encuentros con los sectores que allí no estuvieron presentes y que se debe conformar una mesa más acotada para discutir la “letra chica” del nuevo acuerdo electoral de la coalición.

“Tiene que haber un funcionamiento más cotidiano de un grupo más pequeño, no se puede hacer todo en estado asambleario”, resumió una de las participantes.